Diario La Voz del Interior (Córdoba)
Domingo 11 de febrero de 2001

Soledad marcó el pulso del fervor popular en Villa María

Más allá de la atención que pudo concentrar la presencia de la chilena Cecilia Bolocco, en la noche del sábado del Festival de Peñas fue otra la mujer que marcó el pulso del fervor popular: Soledad.
La muchacha de Arequito refrescó otra vez su capacidad para desatar una fiesta incontenible. Con un anfiteatro colmado como nunca, el fervor alcanzó picos desbordantes. Y ella, con su misteriosa clave para llegar al alma popular, sacudió la medianoche de Villa María.
Era una noche con muchos aromas femeninos, y el primer sabor lo trajo Julia Zenko, para abrir el festival antes de los fuegos artificiales. Después, subieron los interminables Opus Cuatro, cuya calidad vocal tiene ganado un espacio sobresaliente en la historia de este tipo de grupos.
Y entonces, otra mujer, Marcela Morello —presentada por Cecilia Bolocco y Rony Vargas—, tuvo su oportunidad de conmover. La cantante, cuya voz se escucha desde hace unos años con un hit tras otro, entusiasmo a la multitud que aplaudió y bailó sus temas más conocidos.

La atracción de Jairo

Antes de la llegada del huracán de Arequito, hubo un momento para serenarse y escuchar con atención. Es que el cruzdelejeño Jairo reclama eso de la gente, y la gente le responde, como había ocurrido en sus presentaciones en Jesús María y Alta Gracia.
Jairo se tomó su tiempo sobre el escenario para plasmar un espectáculo con el sello inconfundible de su personalidad. Y después sí, sobrevino el gran sacudón: Soledad —esta noche estará en Villa Allende— puso al anfiteatro de pie y el ánimo del público quedó sometido a su voluntad.