BOLIVIA IGNORADA
Roberto Laserna
El debate sobre
Un hecho es notable. Que todas las
propuestas hasta hoy presentadas tienen en común el ignorar a Bolivia, pues han
sido pensadas para defender el derecho de pequeños grupos, calculando la manera
de aumentar su influencia. En efecto, todas las propuestas en mesa creen que Bolivia
es la suma de sus partes y no algo que las trasciende y puede estar por encima
de ellas. En todas se propone una Asamblea formada por representantes locales,
comunitarios, étnicos, departamentales o de género. Nadie ha pensado en que, si
lo que se quiere es una Constituyente que reconstruya o afiance el sentido
nacional, lo lógico sería que se elija delegados en circunscripción nacional.
Esta opción, que permite recuperar
la idea unitaria de Bolivia como nación, es la más sencilla y, al mismo tiempo,
la más abierta a las representaciones minoritarias.
Es la más sencilla porque se suman
todos los votos del país y se evitan las peleas y disputas sobre cuántos
escaños tocan a unos o a otros, o cuáles son los límites de tal circunscripción
y en qué medida esos límites se acercan a los de la provincia, el municipio o
el departamento.
Y es la más abierta a las
representaciones de cualquier tipo, porque todos pueden participar y obtener lo
que les corresponde, sin necesidad de forzar mecanismos ni imponer criterios.
Si los habitantes de Tocuyo creen que necesitan su propio delegado, que
organicen el Partido de
Porque además, como es fácil darse
cuenta, con este mecanismo no sería difícil que voten los bolivianos que
migraron, ya que sus votos se sumarían al total nacional y nadie tendría que
romperse la cabeza sobre qué hacer con esos votos, a qué circunscripción
asignarlos.
Como si las ventajas mencionadas no
fueran suficientes, con una circunscripción nacional podemos ahorrarnos el
debate sobre cuántos miembros debe tener
En una circunscripción nacional
para
Y lo importante es que ésta es la
única manera en que se puede cumplir eso que todos prometen: un ciudadano, un
voto. Porque esta promesa quiere decir que todos los bolivianos somos
políticamente iguales y nuestros votos deben valer lo mismo, lo cual no ocurre
cuando se elige por circunscripciones uninominales o por departamentos. En esos
casos es prácticamente imposible que todos tengan el mismo número de votantes,
por lo que siempre valdrán más los votos de los que viven en zonas menos
pobladas, y serán castigados, injustamente, los que viven en áreas más densas.
Cuando todos los bolivianos
tengamos el mismo valor ciudadano y se piense en Bolivia al conformar
Tal vez no sea tarde para pensar en
Bolivia, cuya unidad necesita que se la reconozca, para empezar, como
circunscripción electoral.
(Publicado
en Los Tiempos, 22 de febrero de 2006)