¿Quien puede evadirse de esta cultura, en la que el ser humano recibe más imagenes e información en un año, que las que recibía el hombre del siglo pasado en toda su vida ?
Es este un tiempo para la cultura virtual, en donde los viajes internos y externos se entremezclan con la realidad y la fantasía.
La imagen de la imaginación. . .
La cultura de finales del siglo XX y por supuesto la  del siglo XXI  que estamos a punto de comenzar, puede calificarse como Cultura-Visual de la Información. Tanto las nuevas tecnologías informáticas como todas aquellas dirigidas a los medios de comunicación, potencian la comunicación "visual" y por tanto la "imagen", como auténtico mecanismo inductivo para captar nuestra atención. A partir de ahí, las imágenes que a millares entran en nuestra mente, van conformando en nosotros la asumción de "necesidad" de más información y por supuesto de más imágenes que la reflejen.

Entendemos y asumimos nuestro nivel cultural, en base a nuestra capacidad de utilización de los nuevos avances tecnológicos en materia de tratamiento de la información , así como en base a nuestra comprensión de los nuevos sistemas de comunicación.

Una prueba de lo expuesto es la Informática, cuyo conocimiento y uso es practicamente imprescindible si queremos mostrar un nivel cultural "actualizado". Pero vá incluso más allá, pues su desconocimiento o no utilización, nos margina realmente, pues dejamos de tener acceso a una gran parcela de información interactiva, no sólo útil sino "necesaria" en el mundo actual. ( Internet por ejemplo )

Lo mismo ocurre con las nuevas tecnologías audiovisuales digitales y via satélite, que poco a poco van dejando obsoletos los hasta ahora medios de comunicación a través de la imagén. (televisión, video, etc.) En cada uno de estos sectores, necesitamos un reciclaje constante de conocimiento e utilización, para no ser nosotros mismos quienes quedemos obsoletos en términos culturales.

Podríamos  decir otro tanto de la comunicación telefónica  con la proliferación de la telefonía movil que parece convertirse tambien en una "necesidad" más, sin la cual parece que no podemos competir en efectividad o en facilidad para interrelacionarnos social o profesionalmente. Y evidentemente al igual que con la informática, la televisión digital via satétile o cualquier otra nueva tecnología de uso doméstico o profesional, hemos de adquirir, comprender e utilizar la "última generación" del producto en cuestión, para no volver a quedarnos desfasados social y culturalmente.

Nuestra cultura de "Avances de usar y tirar" está creando un nuevo modelo de pautas conductuales no sólo en términos colectivos sino tambien en el contexto individual. Damos por buena la creación de "nuevas necesidades", aveces sin haber explorado suficientemente los recursos que ya tenemos, "antes de renovarlos".
Sin darnos cuenta, este comportamiento va afianzandose en nuestra personalidad y en nuestro subconsciente, hasta que emerge en nuestras actitudes, acciones y forma de pensar, incluso hacia otras facetas de nuestra vida.

Su efecto más superficial es por supuesto un "consumismo galopante" que nos crea y recrea cada vez más "necesidades", para "estar al día" en esta  Neo-cultura tecnológica. Pero su efecto más profundo y por tanto menos visible, es ese que sin darnos cuenta vá transformando nuestras pautas conductuales subconscientes y que deriva en una relativización de ciertos valores o principios, que antes se asumían con más solidez, tanto en términos colectivos como individuales.

Miramos hacia el "ahí afuera" y decimos que  "el mundo está cambiando muy de prisa"...sin reconocer que nosotros vamos a lomos de ese "caballo" del cambio trepidante, apenas sin darnos cuenta de que el cambio no sólo está en ese "ahí afuera", sino en nosotros mismos.

Muchos pensarán que para bien, otros tal vez lo contrario y quizás muchos más reconozcan que ni siquiera lo habían pensado, sumergidos por completo en la "Imágen del mundo" que nos aporta esta cultura de principios de un nuevo milenio.
-
( M.Torreiro-Nov.2000 )