La Mano y la Escritura IV Baste mirar,cuando la tarde muere, el milagro de un pajaro en el viento para aceptar la noche sobre la verdecida casa de la selva; baste,pues ese prodigio: un alfiler que clava mariposas en un album, el lapiz cuyo pico desmenuza los acordes del aire y esta mano que cierra sus alas sobre el polvo. Ramon Ivan Suarez Cammal Regresar a Pagina Principal |
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