El Gusano de Dios Cuando caducan los espejismos, cuando un ocaso sabe al definitivo. Cuando sobrevuelo el lugar de los despojos, cuando la quieta mirada anuda al poema. Cuando sigo esperando y la puerta es una perplejidad del abismo. Entonces me tomo las manos, admito la fragancia de la seda y un gusano levemente susurra que te has ido. Rogelio Pizzi Email:poema@oocities.com Regresar a Pagina Principal |
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