BENEDICTO
XVI
Si
bien mi primer "encuentro" con este Santo Padre maestro,
fué el Domingo 24 de abril del 2005, para su inicio
del "ministerio petrino como obispo de Roma" y pastor
de la Iglesia universal, en la Plaza San Pedro (ver Roma)
siguieron otros dos "encuentros" posteriores, tan
emocionantes como aquel. Poder verlo frente a frente, mirarle
a los ojos de cerca y sentirme cautivada por su sonrisa que
transmite una increíble paz, fué más de
lo que jamás me hubiera atrevido a esperar, pero se me
dió también esto de una manera inesperada.
En
marzo del 2006 en ocasión del consistorio para la creación
de 15 nuevos cardenales, como familiar de uno de ellos, el Cardenal
Franc Rode, presencié y vivi, desde muy cerca, junto
a sus más allegados las emocionantes ceremonias del CONSISTORIO
ORDINARIO PÚBLICO PARA LA CREACIÓN DE NUEVOS CARDENALES
el 24 de marzo, la CONCELEBRACIÓN EUCARÍSTICA
CON LOS NUEVOS CARDENALES Y ENTREGA DEL ANILLO CARDENALICIO
el 25 de marzo de 2006, y de la AUDIENCIA con el Santo Padre
el 27 de marzo del 2006 (algun dia también escribiré
sobre estas experiencias )
".........Doy una cordial
bienvenida al cardenal Franc Rodé, a sus compatriotas
y amigos, especialmente a los fieles de la archidiócesis
de Liubliana, de la que, hasta hace poco tiempo, era pastor.
Me complace constatar que también la Iglesia en Eslovenia
da su contribución a la misión de la Sede apostólica
en la persona del nuevo cardenal. Su cargo de prefecto de la
Congregación para los institutos de vida consagrada y
las sociedades de vida apostólica es de gran importancia.
Seguid acompañándolo en su servicio con la oración,
para que la Iglesia avance cada vez más por el camino
de la santidad....." (del discurso del Santo Padre
el lunes 27 de marzo del 2006)
el dia de nuestra llegada, a la derecha Vinko, el hermano
del cardenal Rode: a su lado (campera clara) la hermana Mara.
el
cardenal Franc Rode primero a la izq - el estandarte de Wadowice
parece que lo estuviese señalando!- detras suyo a su
derecha su secretario
durante
la concelebración eucarística
en
visita de cortesía a los nuevos cardenales de ese mismo
dia (el cardenal Franc Rode y sus hermanos Mara y Vinko en la
Sala de los Parametros 2)
A
mi no me sacaron foto ;) asi que la emoción la guardo
por dentro.... Inmediatamente me fui tambien a hacer una interminable
fila para saludar al Cardenal Stanislaw Dziwisz - lástima
no haber tenido mas tiempo para poder apreciar mejor la belleza
de las pinturas de los hermosos salones que hice casi corriendo!
tres
tomas de la audiencia con el Santo Padre el 27 de marzo, 2006
El
cardenal Franc Rode y el cardenal Stanislaw Dziwisz (se estaban
saludando y yo con mi camara en mano ...no me podía perder
la foto ;)
Y el miercoles 29 estuve presente en la audiencia pública
en la Plaza por supuesto, pero allí me "falló"
mi "experiencia" fotográfica. Tambien me hice
una escapada a los Museos Vaticanos (casi me da verguënza
pero hice uso de la viveza criolla ;) y me "colé"
como quien diigia olimpicamente. Junto a los familiares hicimos
también algunos paseos. Este viaje totalmente inesperado,
fué muy breve Buenos Aires-Roma-Buenos Aires, pero tan
lleno, tan pleno que es dificil expresarlo en palabras. Quien
quiera y pueda, seguramente entenderá. Y soy consciente
que debo más detalles de este viaje "consistorial".
"y todo lo demás se os dará por añadidura...."
Le siguió otro viaje en mayo, que ya estaba planeado
con dos amigas polacas y una alemana en Roma para festejar juntas
allí el cumpleaños de Juan Pablo II. Un viaje
distinto, pues de Roma me fuí a Polonia para esperar
a Benedicto XVI allí y palpar in situ la atmosfera de
un papa aleman en tierra de Juan Pablo II. No podia creerlo,
esta parte del viaje se me dió en absoluta "coincidencia"
con la visita del papa. Como dijo Juan Pablo II las casualidades
no existen y yo no puedo dejar de agradecer todo lo ocurrido
estos dos ultimos años (2005 y 2006). Que puedo esperar
para el 2007? No hay incógnitas y la respuesta es sencilla
: la beatificación (o todo completo con canonización
incluida) de Juan Pablo II. Y allí estaremos, pues simplemente
no podemos faltar
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