La Indulgencia,
Expresión De Conversión.

DOCTRINA

La fe de la Iglesia en la necesidad de purificar en la vida eterna algunas de nuestras faltas tiene su sustento por un lado en la Sagrada Escritura y por otro en la condición humana.

Basados en esta doctrina, es que la Iglesia ha encontrado en las Indulgencias la expresión perfecta de la misericordia de Dios. El Papa nos dice en su documento sobre el Jubileo: "En efecto, la reconciliación con Dios no excluye la permanencia de algunas consecuencias del pecado, de las cuales es necesario purificarse. Es precisamente en este ámbito donde adquiere relieve la Indulgencia, con la que se expresa el « don total de la misericordia de Dios » (No. 9)".

Así, podemos decir que buscar las Indulgencias, sin buscar cada día una conversión más perfecta no tiene sentido. Estas no son, "pases al cielo" que se puedan "adquirir" por unas cuantas prácticas rituales. Las Indulgencias son una expresión del cristiano de su búsqueda continua por una más perfecta unión con Dios.

Basados en nuestra fe de que todos los cristianos (los de esta vida y los de la eterna) formamos el Cuerpo Místico de Cristo", la Iglesia permite que una Indulgencia se pueda aplicar por algún otro fiel ya difunto.

Las Indulgencias pueden ser parciales o plenarias según libere parcial o totalmente de las penas del pecado.(CC. 993)

 

REQUISITOS:

Para ganar indulgencias parciales: estar en estado de gracia; tener intención de ganarla; realizar la acción estipulada (véase más adelante) y tener un corazón arrepentido.

Para ganar indulgencias plenarias: Además de los requisitos de las parciales, confesarse, comulgar y orar por las intenciones del Papa (Padre nuestro, Ave María, Gloria); desear el total desapego del pecado.

 

INDULGENCIAS PLENARIAS:

Media hora o más de Adoración al Santísimo – Rezo del Santo Rosario en un templo o en comunidad – Lectura de la Sagrada Escritura durante media hora o más – Jueves Santo al estar media hora frente al monumento – Viernes Santo asistiendo a la Adoración de la Cruz – Sábado Santo renovando las promesas bautismales en la Vigilia Pascual – Pascua, recibiendo la bendición Papal Urbi et Orbi aunque sea por televisión – Noviembre 2, visitando un templo o cementerio y orando por los difuntos (sólo aplicable a ellos) – Ejercicios Espirituales, por lo menos tres días – Fiesta Patronal, visitando la Iglesia y rezando un Padre Nuestro y un Credo – En el momento de la muerte, rezando alguna de la oraciones habituales durante la vida.

 

INDULGENCIAS PARCIALES.

Ofrecer a Dios los deberes y las dificultades diarias – entregarse a sí mismo o algún bien propio por los más necesitados – realizar alguna abstinencia voluntaria con espíritu de penitencia – rezando las siguientes oraciones: Bajo tu amparo, comunión espiritual, credo, Dios te salve, Magnificat, Te damos gracias, Ven Espíritu Santo – realizando las siguientes acciones: visita al Santísimo, enseñar la doctrina cristiana, leer la Sagrada Escritura, hacer una oración mental.

No olvidemos que la búsqueda de indulgencias, sin una actitud de conversión no tiene sentido dentro de nuestra fe y si confunde mucho a otros.