GUERRILLAS EN LATINOAMERICA

LISTA DE NOTICIAS

amanecer95@yahoo.com

 

 

LAS MADRES DE PLAZA DE MAYO

              

 DECLARACION DE PRINCIPIOS. “Contra el hambre y la desocupación, Resistencia y Combate”.

 

Nuestras Consignas:

 

Reivindicamos la lucha revolucionaria de nuestros hijos

 

Las Madres de Plaza de Mayo reivindicamos a nuestros 30.000 hijos desaparecidos sin hacer distinciones. Las Madres de Plaza de Mayo reivindicamos el compromiso revolucionario de nuestros hijos y levantamos esas mismas banderas de lucha.

 

Creemos que sólo la revolución traerá una verdadera democracia con justicia social y dignidad para nuestros pueblos.

 

 

Nuestros hijos viven

 

Las Madres de Plaza de Mayo sabemos que nuestros hijos no están muertos, ellos viven en la lucha, los sueños y el compromiso revolucionarios de otros jóvenes. Las Madres de Plaza de Mayo encontramos a nuestros hijos en cada hombre o mujer que se levanta para liberar a sus pueblos. Los 30.000 desaparecidos viven en cada uno que entrega su vida para que otros vivan.

 

 

Cárcel a los genocidas

 

Los pueblos tenemos el derecho a rebelarnos contra toda injusticia. No puede existir democracia y libertad sin justicia. Las Madres de Plaza de Mayo luchamos contra la impunidad y exigimos "Cárcel para los Genocidas". Sabemos que estos jueces corruptos que tenemos jamás harán justicia. Pero las Madres creemos que alguna vez el pueblo condenará a los asesinos.

 

 

Libertad a los Presos Políticos

 

Los prisioneros políticos son la conciencia de la lucha revolucionaria.

Ningún gobierno puede proclamarse democrático mientras mantiene en sus cárceles prisioneros por razones políticas. Las rejas y los muros de las cárceles jamás podrán encerrar las ideas de libertad y justicia por las cuales luchan millones de hombres y mujeres en el mundo. Las Madres de Plaza de Mayo exigimos la libertad de todos los prisioneros políticos. Pero una libertad con dignidad y sin claudicaciones. Una libertad que no los iguale con los represores.

 

 

Rechazamos las exhumaciones

 

Las Madres de Plaza de Mayo rechazamos las exhumaciones porque nuestros hijos no son cadáveres. Nuestros hijos están físicamente desaparecidos pero viven en la lucha, los ideales y el compromiso de todos los que luchan por la justicia y la libertad de sus pueblos. Los restos de nuestros hijos deben quedar allí donde cayeron. No hay tumba que encierre a un revolucionario. Un puñado de huesos no los identifica porque ellos son sueños, esperanzas y un ejemplo para las generaciones que vendrán.

 

 

No aceptamos que se le ponga precio a la vida.

 

Nuestros hijos nos enseñaron el valor que tiene la vida. Ellos la pusieron al servicio de todos los oprimidos, de los que sufren injusticias.

 

Las Madres de Plaza de Mayo rechazamos la reparación económica y decimos que la vida sólo vale vida. Que la vida sólo vale algo cuando la ponemos al servicio del otro. La vida de un ser humano no puede valer dinero y, mucho menos, la vida de un revolucionario. Lo que hay que reparar con justicia no se puede reparar con dinero. Los radicales y menemistas que perdonaron a los asesinos, ahora quieren tapar sus crímenes con dinero. Nadie le va a poner precio a la vida de nuestros hijos. Las Madres de Plaza de Mayo seguiremos afirmando que los que cobran las reparaciones económicas se prostituyen.

 

 

Rechazamos los homenajes póstumos.

 

Rechazamos las placas y los monumentos porque eso significa enterrar a los muertos. El único homenaje posible, es levantar sus banderas de lucha y continuar su camino. Los homenajes póstumos sólo sirven para que los que garantizaron la impunidad hoy laven sus culpas. El único monumento que podemos levantar es un inquebrantable compromiso con sus ideales.

 

 

La falta de trabajo es un crimen

 

La falta de trabajo es un crimen. Son criminales los empresarios que dejan sin trabajo a millones de hombres y mujeres. El terrorismo de Estado siempre está organizado por funcionarios al servicio de los grupos económicos. Ellos nos quieren convertir en esclavos. Las Madres de Plaza de Mayo creemos que los desocupados son los nuevos desaparecidos del sistema. El trabajo digno es un derecho que nadie nos puede quitar y por el que debemos luchar hasta las últimas consecuencias.

 

 

Las Madres de Plaza de Mayo no votamos ni aceptamos candidaturas.

 

Creemos que la política es la mejor acción del hombre, la más hermosa y la única capaz de transformar la realidad. Las Madres de Plaza de Mayo convocamos a los jóvenes a militar y comprometerse políticamente. Los instamos a estudiar, a formarse en buenos cuadros políticos. Pero política no es igual a partidos políticos burgueses. Las Madres de Plaza de Mayo

sabemos que es posible hacer política con ética, con principios, sin claudicaciones. Estamos convencidas que la única democracia posible, es revolucionaria. Las Madres de Plaza de Mayo no votamos porque no creemos en esta dirigencia política arrastrada y corrupta. Los pueblos no resuelven sus problemas únicamente en las urnas, ni en los tribunales ni en los parlamentos. Los pueblos resolvemos también nuestros problemas en las calles y en las plazas, movilizados y luchando por nuestros derechos.

 

Las Madres de Plaza de Mayo no aceptamos cargos políticos porque nuestra mejor candidatura nos la dieron nuestros hijos: ser Madres de Revolucionarios.

 

 

La lucha de los pueblos del mundo es nuestra propia lucha

 

Las Madres de Plaza de Mayo nos hicimos internacionalistas y apoyamos la lucha revolucionaria de todos los pueblos que buscan la liberación. Sabemos que estamos en el camino correcto y que aunque ninguna de nosotras llegue a ver el resultado, estamos sembrando ideales para que otros cosechen sueños y esperanzas en un mundo más justo y solidario.

 

 

 

 

 

Carta a Juan Pablo II

 

Señor Juan Pablo IIº

 

Varios días nos costó asimilar el pedido de perdón que Usted, Señor Juan Pablo reclamó para

Nos dirigimos a Usted como a un ciudadano común porque nos parece aberrante que desde su sillón de Papa en el Vaticano, sin conocer ni haber sufrido en su cuerpo la picana, las mutilaciones, la violación, se anime en nombre de Jesucristo a pedir clemencia para el asesino.

 

Jesús fue crucificado y sus carnes fueron laceradas por los judas que como Usted hoy, defienden asesinos.

 

Señor Juan Pablo, ninguna madre del tercer mundo que dio a luz un hijo que amó, amamantó y cuidó con amor y que después fue mutilado por la dictadura de Pinochet, Videla, Banzer o Stroessner, va a aceptar resignadamente su pedido de clemencia.

 

Nosotras lo entrevistamos a Usted en tres oportunidades,  pero Usted no impidió la masacre, no alzó su voz por nuestros miles de hijos en aquellos años de horror.

 

Ahora no nos quedan dudas de qué lado está Usted. Pero sepa, que aunque su poder sea inmenso, no va a llegar hasta Dios y hasta Jesús.

 

Muchos de nuestros hijos se inspiraron en Jesucristo en su entrega al pueblo.

 

Nosotras, la Asociación Madres de Plaza de Mayo, le rogamos, le pedimos a Dios en un rezo inmenso que se extenderá por el mundo, que no lo perdone a usted Señor Juan Pablo, porque denigra a la Iglesia del pueblo que sufre.

 

Las Madres de Plaza de Mayo, en nombre de millones de seres humanos que murieron y siguen muriendo hoy en el mundo en manos de los genocidas que usted defiende y sostiene, levantamos nuestra voz y decimos: "no lo perdones Señor a Juan Pablo IIº"

 

Asociación Madres de Plaza de Mayo

 

 

Carta suscripta por la totalidad de los 25 miembros de la Comisión Directiva de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, en representación de las más de 2.000 Madres que integran la Asociación.

 

 

 

El Día de la Mujer

 

Al pensar en el Día de la Mujer, dos preguntas me vienen a la mente: ¿Cuál es el día de la mujer? y ¿De qué mujer estamos hablando?

 

Hay quienes dicen que celebramos el 8 de mayo el día de la mujer, porque recordamos a las obreras asesinadas.

 

Las Madres de Plaza de Mayo creemos que tenemos que comenzar a pensar cada día como el día de la mujer.

 

Pero tenemos que comenzar a pensar que nuestro homenaje no puede limitarse a recordar una tragedia. Debemos entender que el mejor homenaje es continuar la lucha.

 

Tenemos que reivindicar, imitar, amar y sostener la lucha de toda las mujeres que luchan por su libertad, por las reivindicaciones salariales, por trabajo y, sobre todo, las mujeres que están en las prisiones de todo el mundo.

 

Tenemos que recordar cada día, a las mujeres que están encerradas en las cárceles y que con su ejemplo revolucionario enfrentan al represor dentro de los penales.

 

Tenemos que recordar cada día a todas nuestras queridas y amadas guerrilleras que combaten en los diferentes países entregando sus vidas para que otros vivan.

 

Tenemos que recordar a nuestras hijas desaparecidas por las dictaduras del tercer mundo, que comprendieron que la liberación femenina no es sólo una cuestión de género sino, fundamentalmente, una cuestión de clase.

 

Y si queremos que aún se celebre el 8 de mayo el Día de la Mujer, por lo menos atrevámonos a designar ese día como el Día de la Mujer Revolucionaria,

 

Hebe de Bonafini

Presidenta

 

 

 

Asociación Madres de Plaza de Mayo - Hipólito Yrigoyen 1442 (1089) Buenos

Aires Argentina.

Tel.(54-1) 383-0377 / 6430 Fax 954-0381 E-mail:madres@satlink.com

 http://www.madres.org

Buenos Aires, 23 de febrero de 1999

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