EJERCITO DE LIBERACION NACIONAL
MAYO DE 1998

 

MENSAJE DE AGRADECIMIENTO A NUESTROS AMIGOS EN EL CIBERESPACIO

 

A todos los amigos y amigas que desde cualquier rincon del mundo, nos hicieron llegar sus condolencias por la partida de nuestro comandante en jefe Manuel Perez Martinez, a todos los que quisieron comunicarse en  ese momento  con nosotros y no  lo pudieron hacer, a los que  nos acompanaron con su corazon en este duro momento, a todos estos hermanos y hermanas va nuestra expresion de gratitud y
aprecio  por  su solidaridad.

 

Quiza porque vimos la luz y nos hicimos luchadores en una tierra hermosa, donde a pesar de ello, los desposeidos viven en los limites que puede soportar un ser humano, producto de la terrible represion oficial. Somos sensibles y nos estremecieron sus expresiones y  condolencias, como se estremecen las palmeras de nuestras costas cuando los vientos que vienen del mar y las
montanas las saludan.

 

Somos sensibles porque hace mas de cinco siglos, los enemigos de los pueblos truncaron el curso normal de nuestra historia para condenarnos a la dependencia, la expoliacion y la injusticia.

 

Cuando Manuel Perez, el joven sacerdote Aragones conocio que en estas tierras luchaba y combatia contra los enemigos de su pueblo, otro sacerdote, tan sensible ante la injusticia como el mismo y como los que lo acompanaban en la lucha, extendio sus sentimientos y volo cruzando los mares hasta llegar a America con los
sacerdotes Domingo Lain y Jose Antonio Jimenez.

 

LLegaron una tarde del ano 69 para hacerse soldados de una patria donde los niños mueren de desnutricion y donde es delito reclamar el pan luego de agotadoras jornadas de trabajo; donde la historia recuerda que en 1781 fue decapitado y descuartizado un luchador y los pedazos sangrantes de su cuerpo fueron exhibidos al publico para que sus seguidores presas del terror dejaran de luchar por la
justicia.

 

Y conocio Manuel y sus dos companeros, que en esta tierra llamada Colombia, un Coronel del ejercito de apellidos Cortez Vargas, disparo contra una multitud y masacro a mas de tres mil personas por el delito de reclamar sus derechos a una multinacional norteamericana a comienzos del siglo.

 

Un dia Manuel y Domingo, sentados a la orilla de un rio llamado El Cimitarra, afluente del gran Rio Magdalena, conversaron largamente con varios de nosotros, indagando sobre la vida en la guerrilla del Padre Camilo Torres, les hablamos bastante de su vida y de las circunstancias de su caida en combate.

 

Hoy a casi 30 anos de aquellos momentos, Domingo ,Jose Antonio y Manuel, se han marchado, pero no se han muerto, con sus ejemplos, se sigue fortaleciendo nuestra sensibilidad de luchadores por la justicia y la libertad, porque las causas por las que ellos y muchos otros companeros han dado su vida, siguen presentes en esta patria de un millon trecientos cuarenta kilometros cuadrados y casi
cuarenta millones de habitantes.

 

Jose Antonio murió tempranamente por un grave quebranto de salud y no alcanzamos a conocerlo suficientemente. Domingo se hizo extraordinario combatiente, su miopía no le impedía ni en las marchas ni para la puntería, en varias oportunidades recorrío las montanas de la Serranía de San Lucas entre los departamentos de Antioquia y Bolivar en medio de los operativos militares, su recia
personalidad no afectaba su espíritu fraternal y de jovialidad en los momentos precisos, era fiel defensor de las posiciones auténticas, no admitía deslices en este campo; fue profundamente respetuoso de los demás y su disciplina de trabajo fue siempre admirable.

 

Recién llego a la guerrilla, estuvo cerca del Estado Mayor, colaborando en asuntos de secretaria y comunicaciones y en repetidas oportunidades estuvo al frente del estudio de los compañeros. Su caída en combate se produjo en el ano de 1972 cuando aun nuestros enemigos, nos señalaban con el mote de bandoleros y aun no se nos reconocía por parte de nuestros enemigos, la condición de luchadores revolucionarios.

 

De estos tres hermanos sacerdotes internacionalistas, el comandante Manuel, fue el mas afortunado porque pudo darle a la historia de la revolución colombiana, 30 anos de su preciosa vida, 20 de los cuales en su condición de insigne conductor, por lo que su profunda huella es fuerza presente en nuestro caminar insurgente.

 

A todos los cristianos consecuentes como ellos, a todos los internacionalistas autenticos como ellos, a todos los revolucionarios del mundo, a los democratas y amantes de la paz, les decimos con la autoridad moral que nos asiste, que las banderas por las que ellos dieron su vida, seran siempre las nuestras hasta
que la obra que hombro a hombro con ellos forjamos, alcance los anhelos por los que se hicieron Martires y en cuya briega nos hicimos sus hermanos y compañeros de lucha.

 

A los amigos y companeros que viven mas alla de las llamadas fronteras territoriales les decimos con plena seguridad, que la partida de nuestro Comandante en jefe, nos compromete mucho mas en esta lucha por la defensa de los intereses populares; que queremos y necesitamos que los pueblos y gobiernos del mundo, respalden y se comprometan en la busqueda de una autentica paz con justicia social, porque los enemigos del pueblo lo que ofrecen es la represión, la injusticia y entienden la paz como la claudicación a nuestros sueños de libertad y por ese camino, solo queda la posibilidad  de seguir la lucha porque este pueblo ha decidido que es preferible sacrificar la vida con dignidad, que vivir de rodillas frente a los duenos del poder.

 

Se despide de Ustedes, su servidor, NICOLAS RODRIGUEZ BAUTISTA Montañas de Colombia


Mayo de 1998.

 

DESDE LAS MONTAÑAS COLOMBIANAS...

COMANDO CENTRAL DEL EJERCITO DE LIBERACION NACIONAL