Al respecto de unas acertadas declaraciones de Rosa Díez sobre Arzallus, que no tuvo valor de decir hasta después del asesinato de un policía militante del PSOE en Andoaín, y de las que se informa aquí, envié esta carta a distintos medios. Que yo sepa, fue publicada (parcialmente en algunos casos) en hispanidad.com, ABC de Sevilla y Diario de Sevilla.

 

Sr. Director:

Quisiera con estas líneas hacer llegar mi felicitación y mi apoyo a la Sra. Rosa Díez por sus declaraciones en las que tilda de cobarde a Javier Arzallus, al que afirma que corresponde una parte de responsabilidad, como presidente del PNV, cada vez que alguien coge una pistola o se produce un atentado.

Las palabras de la Sra. Díez no hacen mas que reflejar la realidad que se vive en la comunidad autónoma vasca, propiciada por la complicidad del PNV con el entorno del terrorismo. Sin duda, sin PNV no existiría ETA, y a poco que el PNV quisiera, los batasunos tendrían alguna dificultad para gozar de la impunidad que poseen.

Como decía al principio, quiero felicitar a la Sra. Díez y expresarle mi apoyo. Pero también quiero celebrar, con gran alegría, el que por fin la Sra. Díez se haya caído del guindo en el que ella, su partido, el PP, y tanta gente se han tirado 30 años colgados.

Quiero recordar como el partido de la Sra. Díez gobernó en coalición en la comunidad vasca con el PNV. Quiero recordar como el PSOE agradeció el apoyo del PNV en su última legislatura al mando del gobierno de la Nación. Quiero recordar como el PP contaba como un aliado político al PNV en su primera legislatura, antes de la mayoría absoluta. Quiero recordar que el PNV era entonces el mismo partido que ahora, con el mismo ideario que ahora, el que un loco racista inventó de la nada a finales del XIX. Quiero recordar que entonces el fin del PNV era el mismo que ahora, la ruptura del estado y la secesión. Quiero recordar como entonces, cuando eran aliados políticos, los objetivos del PNV eran los mismos que los de ETA, como ahora. Quiero recordar como el PNV sembró de odio hacia España cada escuela vasca, cada pueblo vasco, como lavó el cerebro de cada niño vasco con historias inventadas y con racismo salvaje mientras para la prensa nacional el PNV era el "nacionalismo moderado y democrático" y como gozaba del respeto de todos los partidos españoles mientras en los textos que aprobaba para que los niños estudiaran todo eran mentiras, insultos y planes de secesión.

Igualmente recuerdo asesinatos de guardias civiles que pasaban casi desapercibidos. Recuerdo concentraciones de condena a las que íbamos unas pocas decenas de personas. Recuerdo familias de militares enterrando a sus muertos casi clandestinamente, con las palabras de rigor del ministro de turno, pero sin llamamientos sociales, sin movilizaciones ciudadanas, sin artistas ni intelectuales sosteniendo pancartas...

Ignoro si es la memoria que me falla, pero esos recuerdos aparecen claros, demasiado claros.

Sinceramente, Sra. Díez, celebro recibirla en estas posiciones en las que algunos llevamos 30 años. Nunca es tarde.

Atentamente,

Gonzalo García Yangüela.

 

Agradezco todo tipo de comentarios, no tienes mas que escribirme:

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