El lunes 21 de julio de 2003, el pleno del Excelentísimo Ayuntamiento de Sevilla aprobaba por unanimidad una moción en la que manifestaba su apoyo a los homosexuales y decía respaldar sus peticiones -particularizando en la gratuidad de las operaciones de cambio de sexo- de "este colectivo" en una supuesta defensa de la justicia y la igualdad. Escribí esta carta al día siguiente, siendo publicada en la edición sevillana del diario gratuíto 20 minutos y en la edición de Andalucía de El País.

 

Sr. director:

Parece que el Excmo. Ayuntamiento de la Muy Noble, Muy Leal, Heroica y Mariana Ciudad de Sevilla ha aprobado una moción de apoyo a los homosexuales. Hasta aquí, nada nuevo bajo el sol. Corrección política obliga. Pero el pleno del Ayuntamiento, que es quien aprueba la moción con
el voto unánime de todos los grupos -PSOE, PP, PA e IU-, no sólo quiere dejar claro su apoyo. Además dice comprometerse para asumir como suyas las peticiones de "este colectivo", haciendo hincapié en la gratuidad de las operaciones de cambio de sexo, que, por otra parte, ya son gratuitas en el SAS. Para apoyar estas medidas, veo aparecer en prensa una serie de personas de diferentes asociaciones, todas ellas otorgándose la legitimidad y representatividad de todos los homosexuales de Sevilla. Para rematar la faena, todos ellos dicen que esta moción impulsa a los colectivos de homosexuales 'a continuar en su compromiso con la igualdad, la justicia y
los derechos humanos y cívicos'.

Yo, que debo ser un reaccionario, un trasnochado y una mala persona, no lo entiendo, mire usted. Y le voy a explicar. Por hablar de cosas recientes, le puedo contar que en mi familia, este mismo año, hemos pasado por el dentista, por necesidad, tanto mi mujer como yo. Igualmente, mi mujer y yo, miopes empedernidos, no hemos tenido mejor ocurrencia que necesitar gafas nuevas. Y no queda ahí nuestra desfachatez. Somos tan insolidarios, que no se nos ocurre otra cosa que traer, de momento, dos hijas al mundo, para las cuales tenemos la absurda idea de ponerles la vacuna contra el neumococo, recomendada por todos los pediatras que hemos visto, pero no "pasada" por el SAS, a 13.000 pesetas la dosis. Conviene decir que la pequeña necesitaría 4 dosis y la grande, 2. Multiplique usted, haga el favor.

No quiero seguir con otras cosas menores, porque ya, con lo contado, el cuarto de millón de pesetas está sobrepasado. Y eso es muchísimo menos de lo que vale una sola operación de cambio de sexo. La aportación de la sanidad pública a estos gastos de mi familia asciende exactamente al 0%. Sí, no hay error, cero por ciento. Evidentemente, lo relacionado deben ser asuntos baladíes y superfluos, que pueden ser ignorados para las cuentas del SAS, que a lo que deben dirigirse es a lograr 'la igualdad, la justicia y los derechos humanos y cívicos'. Esto es, a mandarme a mí a hacer puñetas y a ponerle dos domingas y darle un tajo en donde está usted pensando al homosexual que lo solicite.

Pues le repito, no lo entiendo.


Agradezco todo tipo de comentarios, no tienes mas que escribirme:

 

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