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MARTIN FIERRO |
 
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I
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Aquí me pongo a cantar | 1
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Al compás de la vigüela,
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Que el hombre que lo desvela
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Una pena estrordinaria,
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Como la ave solitaria | 5
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Con el cantar se consuela.
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Pido a los santos del cielo
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Que ayuden mi pensamiento:
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Les pido en este momento
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Que voy a cantar mi historia | 10
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Me refresquen la memoria
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Y aclaren mi entendimiento.
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Vengan santos milagrosos,
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Vengan todos en mi ayuda,
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Que la lengua se me añuda | 15
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Y se me turba la vista;
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Pido a mi Dios que me asista
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En una ocasión tan ruda.
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Yo he visto muchos cantores,
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Con famas bien otenidas, | 20
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Y que después de alquiridas
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No las quieren sustentar:
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Parece que sin largar
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Se cansaron en partidas.
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Mas ande otro criollo pasa | 25
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Martín Fierro ha de pasar;
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Nada lo hace recular
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Ni las fantasmas lo espantan,
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Y dende que todos cantan
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Yo también quiero cantar. | 30
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Cantando me he de morir,
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Cantando me han de enterrar,
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Y cantando he de llegar
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Al pie del Eterno Padre:
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Dende el vientre de mi madre | 35
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Vine a este mundo a cantar.
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Que no se trabe mi lengua
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Ni me falte la palabra:
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El cantar mi gloria labra
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Y poniéndome a cantar, | 40
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Cantando me han de encontrar
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Aunque la tierra se abra.
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Me siento en el plan de un bajo
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A cantar un argumento;
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Como si soplara el viento | 45
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Hago tiritar los pastos.
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Con oros, copas y bastos
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Juega allí mi pensamiento.
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Yo no soy cantor letrao,
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Mas si me pongo a cantar | 50
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No tengo cuando acabar
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Y me envejezco cantando:
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Las coplas me van brotando
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Como agua de manantial.
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Con la guitarra en la mano | 55
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Ni las moscas se me arriman,
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Naides me pone el pié encima,
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Y cuando el pecho se entona,
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Hago gemir a la prima
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Y llorar a la bordona. | 60
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Yo soy toro en mi rodeo
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Y torazo en rodeo ajeno;
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Siempre me tuve por güeno
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Y si me quieren probar,
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Salgan otros a cantar | 65
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Y veremos quién es menos.
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No me hago al lao de la güeya
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Aunque vengan degollando;
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Con los blandos yo soy blando
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Y soy duro con los duros, | 70
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Y ninguno, en un apuro,
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Me ha visto andar tutubiando.
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En el peligro, ¡qué Cristos!
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El corazón se me enancha
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Pues toda la tierra es cancha, | 75
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Y de esto naides se asombre
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El que se tiene por hombre
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Donde quiera hace pata ancha.
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Soy gaucho, y entiendanló
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Como mi lengua lo esplica: | 80
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Para mí la tierra es chica
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Y pudiera ser mayor;
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Ni la víbora me pica
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Ni quema mi frente el sol.
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Nací como nace el peje, | 85
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En el fondo de la mar;
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Naides me puede quitar
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Aquello que Dios me dio:
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Lo que al mundo truje yo
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Del mundo lo he de llevar. | 90
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Mi gloria es vivir tan libre
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Como el pájaro del cielo;
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No hago nido en este suelo
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Ande hay tanto que sufrir;
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Y naides me ha de seguir | 95
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Cuando yo remuento el vuelo.
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Yo no tengo en el amor
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Quien me venga con querellas;
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Como esas aves tan bellas
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Que saltan de rama en rama, | 100
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Yo hago en el trébol mi cama,
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Y me cubren las estrellas.
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Y sepan cuantos escuchan
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De mis penas el relato,
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Que nunca peleo ni mato | 105
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Sinó por necesidá,
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Y que a tanta alversidá
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Solo me arrojó el mal trato.
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Y atiendan la relación
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Que hace un gaucho perseguido, | 110
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Que padre y marido ha sido
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Empeñoso y diligente;
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Y sin embargo la gente
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Lo tiene por un bandido.
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II
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Ninguno me hable de penas, | 115
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Porque yo penando vivo,
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Y naides se muestre altivo
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Aunque en el estribo esté,
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Que suele quedarse a pié
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El gaucho más alvertido. | 120
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Junta esperiencia en la vida
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Hasta pa dar y prestar
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Quien la tiene que pasar
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Entre sufrimiento y llanto;
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Porque nada enseña tanto | 125
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Como el sufrir y el llorar.
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Viene el hombre ciego al mundo,
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Cuartiándolo la esperanza,
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Y a poco andar ya lo alcanzan
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Las desgracias a empujones, | 130
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¡La pucha, que trae liciones
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El tiempo con sus mudanzas!
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Yo he conocido esta tierra
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En que el paisano vivía
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Y su ranchito tenía | 135
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Y sus hijos y mujer...
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Era una delicia el ver
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Cómo pasaba sus días.
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Entonces... cuando el lucero
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Brillaba en el cielo santo, | 140
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Y los gallos con su canto
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Nos decían que el día llegaba,
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A la cocina rumbiaba
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El gaucho... que era un encanto.
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Y sentao junto al jogón | 145
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A esperar que venga el día,
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Al cimarrón le prendía
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Hasta ponerse rechoncho;
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Mientras su china dormía
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Tapadita con su poncho. | 150
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Y apenas la madrugada
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Empezaba a coloriar,
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Los pájaros a cantar,
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Y las gallinas a apiarse,
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Era cosa de largarse | 155
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Cada cual a trabajar.
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Este se ata las espuelas,
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Se sale el otro cantando,
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Uno busca un pellón blando,
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Este un lazo, otro un rebenque, | 160
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Y los pingos, relinchando,
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Los llaman dende el palenque.
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El que era pion domador
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Enderezaba al corral,
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Ande estaba el animal | 165
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Bufidos que se las pela...
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Y, más malo que su agüela,
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Se hacía astillas el bagual.
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Y allí el gaucho inteligente,
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En cuanto el potro enriendó, | 170
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Los cueros le acomodó
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Y se le sentó en seguida:
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Que el hombre muestra en la vida
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La astucia que Dios le dio.
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Y en las playas corcoviando | 175
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Pedazos se hacía el sotreta
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Mientras él por las paletas
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Le jugaba las lloronas
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Y al ruido de las caronas
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Salía haciendo gambetas. | 180
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¡Ah, tiempos...! Si era un orgullo
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Ver jinetear un paisano!
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Cuando era gaucho vaquiano,
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Aunque el potro se boliase,
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No había uno que no parase | 185
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Con el cabresto en la mano.
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Y mientras domaban unos,
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Otros al campo salían,
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Y la hacienda recogían,
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Las manadas repuntaban, | 190
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Y ansí sin sentir pasaban
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Entretenidos el día.
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Y verlos al cair la tarde
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En la cocina riunidos,
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Con el juego bien prendido | 195
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Y mil cosas que contar,
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Platicar muy divertidos
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Hasta después de cenar.
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Y con el buche bien lleno
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Era cosa superior | 200
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Irse en brazos del amor
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A dormir como la gente,
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Pa empezar al día siguiente
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Las fainas del día anterior.
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Ricuerdo... ¡Qué maravilla! | 205
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Cómo andaba la gauchada,
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Siempre alegre y bien montada
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Y dispuesta pa el trabajo...
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Pero hoy en el día...¡barajo!
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No se la ve de aporriada. | 210
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El gaucho más infeliz
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Tenía tropilla de un pelo;
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No le faltaba un consuelo
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Y andaba la gente lista...
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Tendiendo al campo la vista, | 215
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Sólo vía hacienda y cielo.
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Cuando llegaban las yerras,
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¡Cosa que daba calor!
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Tanto gaucho pialador
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Y tironiador sin yel. | 220
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¡Ah, tiempos... pero si en él
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Se ha visto tanto primor!
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Aquello no era trabajo,
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Mas bien era una junción,
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Y después de un güen tirón | 225
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En que uno se daba maña,
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Pa darle un trago de caña
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Solía llamarlo el patrón.
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Pues vivía la mamajuana
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Siempre bajo la carreta, | 230
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Y aquel que no era chancleta,
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En cuanto el goyete vía,
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Sin miedo se le prendía
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Como güérfano a la teta.
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¡Y qué jugadas se armaban | 235
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Cuando estábamos riunidos!
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Siempre íbamos prevenidos,
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Pues en tales ocasiones
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A ayudarles a los piones
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Caiban muchos comedidos. | 240
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Eran los días del apuro
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Y alboroto pa el hembraje,
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Pa preparar los potajes
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Y osequiar bien a la gente;
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Y ansí, pues, muy grandemente, | 245
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Pasaba siempre el gauchaje.
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Venía la carne con cuero,
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La sabrosa carbonada,
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Mazamorra bien pisada,
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Los pasteles y el güen vino... | 250
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Pero ha querido el destino
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Que todo aquello acabara!
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Estaba el gaucho en su pago
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Con toda siguridá;
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Pero aura... ¡barbaridá! | 255
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La cosa anda tan fruncida,
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Que gasta el pobre la vida
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En juir de la autoridá.
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Pues si usté pisa en su rancho
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Y si el alcalde lo sabe, | 260
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Lo caza lo mesmo que ave,
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Aunque su mujer aborte...
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¡No hay tiempo que no se acabe
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Ni tiento que no se corte!
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Y al punto dése por muerto | 265
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Si el alcalde lo bolea,
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Pues ai no más se le apea
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Con una felpa de palos.
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Y después dicen que es malo
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El gaucho si los pelea. | 270
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Y el lomo le hinchan a golpes,
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Y le rompen la cabeza,
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Y luego con ligereza,
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Ansí lastimao y todo,
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Lo amarran codo con codo | 275
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Y pa el cepo lo enderiezan.
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Ai comienzan sus desgracias,
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Ai principia el pericón,
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Porque ya no hay salvación,
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Y que usté quiera o no quiera, | 280
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Lo mandan a la frontera
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O lo echan a un batallón.
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Ansí empezaron mis males
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Lo mesmo que los de tantos,
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Si gustan... en otros cantos | 285
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Les diré lo que he sufrido:
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Después que uno está... perdido
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No lo salvan ni los santos.
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III
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Tuve en mi pago en un tiempo
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Hijos, hacienda y mujer; | 290
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Pero empecé a padecer,
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Me echaron a la frontera,
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¡Y qué iba a hallar al volver!
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Tan solo hallé la tapera.
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Sosegao vivía en mi rancho | 295
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Como el pájaro en su nido.
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Allí mis hijos queridos
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Iban creciendo a mi lao...
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Solo queda al desgraciao
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Lamentar el bien perdido. | 300
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Mi gala en las pulperías
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Era, en habiendo más gente,
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Ponerme medio caliente,
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Pues cuando puntiao me encuentro
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Me salen coplas de adentro | 305
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Como agua de la virtiente.
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Cantando estaba una vez
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En una gran diversión,
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Y aprovechó la ocasión
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Como quiso el Juez de Paz... | 310
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Se presentó, y ahí no más
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Hizo una arriada en montón.
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Juyeron los más matreros
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Y lograron escapar.
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Yo no quise disparar, | 315
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Soy manso y no había porqué;
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Muy tranquilo me quedé
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Y ansí me dejé agarrar.
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Allí un gringo con un órgano
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Y una mona que bailaba, | 320
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Haciéndonos rair estaba
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Cuando le tocó el arreo,
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¡Tan grande el gringo y tan feo,
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Lo viera cómo lloraba!
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Hasta un inglés sanjiador | 325
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Que decía en la última guerra
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Que él era de la Inca-la-perra
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Y que no quería servir,
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También tuvo que juír
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A guarecerse en la sierra. | 330
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Ni los mirones salvaron
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De esa arriada de mi flor;
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Fue acoyarao el cantor
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Con el gringo de la mona;
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A uno solo, por favor, | 335
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Logró salvar la patrona.
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Formaron un contingente
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Con los que del baile arriaron,
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Con otros nos mesturaron,
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Que habían agarrao también: | 340
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Las cosas que aquí se ven
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Ni los diablos las pensaron.
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A mi el Juez me tomó entre ojos
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En la última votación:
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Me le había hecho el remolón | 345
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Y no me arrimé ese día,
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Y él dijo que yo servía
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A los de la esposición.
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Y ansí sufrí ese castigo
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Tal vez por culpas ajenas; | 350
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Que sean malas o sean güenas
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Las listas, siempre me escondo:
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Yo soy un gaucho redondo
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Y esas cosas no me enllenan.
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Al mandarnos nos hicieron | 355
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Más promesas que a un altar,
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El Juez nos jué a proclamar
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Y nos dijo muchas veces:
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"Muchachos, a los seis meses
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Los van a ir a revelar". | 360
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Yo llevé un moro de número
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¡Sobresaliente el matucho!
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Con él gané en Ayacucho
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Más plata que agua bendita:
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Siempre el gaucho necesita | 365
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Un pingo pa fiarle un pucho.
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Y cargué sin dar más güeltas
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Con las prendas que tenía:
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Jergas, poncho, cuanto había
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En casa, tuito lo alcé: | 370
|
A mi china la dejé
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Medio desnuda ese día.
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No me faltaba una guasca;
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Esa ocasión eché el resto:
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Bozal, maniador, cabresto, | 375
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Lazo, bolas y manea...
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¡El que hoy tan pobre me vea
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Tal vez no crerá todo esto!
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Ansí en mi moro, escarciando,
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Enderecé a la frontera. | 380
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¡Aparcero, si usté viera
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Lo que se llama cantón!...
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Ni envidia tengo al ratón
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En aquella ratonera.
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De los pobres que allí había | 385
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A ninguno lo largaron;
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Los más viejos rezongaron,
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Pero a uno que se quejó
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En seguida lo estaquiaron,
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Y la cosa se acabó. | 390
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En la lista de la tarde
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El jefe nos cantó el punto,
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Diciendo: "Quinientos juntos
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Llevará el que se resierte;
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Lo haremos pitar del juerte, | 395
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Más bien dése por dijunto."
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A naides le dieron armas,
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Pues toditas las que había
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El Coronel las tenía,
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Según dijo esa ocasión, | 400
|
Pa repartirlas el día
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En que hubiera una invasión.
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Al principio nos dejaron
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De haraganes criando sebo;
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Pero después... no me atrevo | 405
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A decir lo que pasaba...
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¡Barajo!... si nos trataban
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como se trata a malevos.
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Porque todo era jugarle
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Por los lomos con la espada, | 410
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Y aunque usté no hiciera nada,
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Lo mesmito que en Palermo,
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Le daban cada cepiada
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Que lo dejaban enfermo.
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¡Y qué indios, ni qué servicio; | 415
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Si allí no había ni cuartel!
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Nos mandaba el Coronel
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A trabajar en sus chacras,
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Y dejábamos las vacas
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Que las llevára el infiel. | 420
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Yo primero sembré trigo
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Y después hice un corral,
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Corté adobe pa un tapial,
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Hice un quincho, corté paja...
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La pucha, que se trabaja | 425
|
Sin que le larguen ni un rial!
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Y es lo pior de aquel enriedo
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Que si uno anda hinchando el lomo
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Ya se le apean como un plomo...
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¡Quién aguanta aquel infierno! | 430
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Si eso es servir al Gobierno,
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A mí no me gusta el cómo.
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Más de un año nos tuvieron
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En esos trabajos duros;
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Y los indios, le asiguro, | 435
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Dentraban cuando querían:
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Como no los perseguían,
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Siempre andaban sin apuro.
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A veces decía al volver
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Del campo la descubierta | 440
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Que estuviéramos alerta,
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Que andaba dentro la indiada,
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Porque había una rastrillada
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O estaba una yegua muerta.
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Recién entonces salía | 445
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La orden de hacer la riunión,
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Y cáibamos al cantón
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En pelos y hasta enancaos,
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Sin armas, cuatro pelaos
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Que íbamos a hacer jabón. | 450
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Ai empezaba el afán,
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Se entiende, de puro vicio,
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De enseñarle el ejercicio
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A tanto gaucho recluta,
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Con un estrutor...¡qué... bruta! | 455
|
Que nunca sabía su oficio.
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Daban entonces las armas
|
Pa defender los cantones,
|
Que eran lanzas y latones
|
Con ataduras de tiento... | 460
|
Las de juego no las cuento
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Porque no había municiones.
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Y chamuscao un sargento
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Me contó que las tenían
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Pero que ellos las vendían | 465
|
Para cazar avestruces;
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Y ansí andaban noche y día
|
Déle bala a los ñanduses.
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Y cuando se iban los indios
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Con lo que habían manotiao, | 470
|
Salíamos muy apuraos
|
A perseguirlos de atrás;
|
Si no se llevaban más
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Es porque no habían hallao.
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Allí, sí, se ven desgracias | 475
|
Y lágrimas y afliciones;
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Naides le pida perdones
|
Al indio: pues donde dentra
|
Roba y mata cuanto encuentra
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Y quema las poblaciones. | 480
|
 
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No salvan de su juror
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Ni los pobres angelitos;
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Viejos, mozos y chiquitos
|
Los mata del mesmo modo:
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Que el indio la arregla todo | 485
|
Con la lanza y con los gritos.
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Tiemblan las carnes al verlo
|
Volando al viento la cerda,
|
La rienda en la mano izquierda
|
Y la lanza en la derecha; | 490
|
Ande enderiesa abre brecha,
|
Pues no hay lanzazo que pierda.
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Hace trotiadas tremendas
|
Dende el fondo del desierto;
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Ansi llega medio muerto | 495
|
De hambre, de sé y de fatiga;
|
Pero el indio es una hormiga
|
Que día y noche está dispierto.
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Sabe manejar las bolas
|
Como naides las maneja; | 500
|
Cuanto el contrario se aleja,
|
Manda una bola perdida,
|
Y si lo alcanza, sin vida
|
Es siguro que lo deja.
|
 
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Y el indio es como tortuga | 505
|
De duro para espichar;
|
Si lo llega a destripar
|
Ni siquiera se le encoge;
|
Luego sus tripas recoge,
|
Y se agacha a disparar. | 510
|
 
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Hacían el robo a su gusto
|
Y después se iban de arriba;
|
Se llevaban las cautivas,
|
Y nos contaban que a veces
|
Les descarnaban los pieses, | 515
|
A las pobrecitas, vivas.
|
 
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¡Ah, si partía el corazón
|
Ver tantos males, canejo!
|
Los perseguíamos de lejos
|
Sin poder ni galopiar; | 520
|
¡Y qué habíamos de alcanzar
|
En unos bichocos viejos!
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Nos volvíamos al cantón
|
A las dos o tres jornadas,
|
Sembrando las caballadas; | 525
|
Y pa que alguno la venda,
|
Rejuntábamos la hacienda
|
Que habían dejao rezagada.
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Una vez entre otras muchas,
|
Tanto salir al botón | 530
|
Nos pegaron un malón
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Los indios y una lanciada,
|
Que la gente acobardada
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Quedó dende esa ocasión.
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Habían estao escondidos | 535
|
Aguaitando atrás de un cerro...
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¡Lo viera a su amigo Fierro
|
aflojar como un blandito!
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Salieron como máiz frito
|
En cuanto sonó un cencerro. | 540
|
 
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Al punto nos dispusimos
|
Aunque ellos eran bastantes;
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La formamos al istante
|
Nuestra gente, que era poca,
|
Y golpiandosé en la boca | 545
|
Hicieron fila adelante.
|
 
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Se vinieron en tropel
|
Haciendo temblar la tierra;
|
No soy manco pa la guerra
|
Pero tuve mi jabón, | 550
|
Pues iba en un redomón
|
Que había boleao en la sierra.
|
 
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¡Qué vocerío, qué barullo!
|
¡Qué apurar esa carrera!
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La indiada todita entera | 555
|
Dando alaridos cargó,
|
¡Jué pucha!... y ya nos sacó
|
Como yeguada matrera.
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¡Qué fletes traiban los bárbaros!
|
¡Cómo una luz de ligeros! | 560
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Hicieron el entrevero
|
Y en aquella mezcolanza,
|
Este quiero, éste no quiero,
|
Nos escogían con la lanza.
|
 
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Al que le dan un chuzazo, | 565
|
Dificultoso es que sane.
|
En fin, para no echar panes,
|
Salimos por esas lomas,
|
Lo mesmo que las palomas
|
Al juir de los gavilanes. | 570
|
 
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¡Es de almirar la destreza
|
Con que la lanza manejan!
|
De perseguir nunca dejan,
|
Y nos traiban apretaos.
|
¡Si queríamos, de apurados, | 575
|
Salirnos por las orejas!
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Y pa mejor de la fiesta
|
En esta aflición tan suma,
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Vino un indio echando espuma,
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Y con la lanza en la mano, | 580
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Gritando: "Acabau cristiano
|
Metáu el lanza hasta el pluma."
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Tendido en el costillar,
|
Cimbrando por sobre el brazo
|
Una lanza como un lazo, | 585
|
Me atropelló dando gritos;
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Si me descuido... el maldito
|
Me levanta de un lanzazo.
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Si me atribulo o me encojo,
|
Siguro que no me escapo: | 590
|
Siempre he sido medio guapo,
|
Pero en aquella ocasión
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Me hacía buya el corazón
|
Como la garganta al sapo.
|
 
|
Dios le perdone al salvaje | 595
|
Las ganas que me tenía...
|
Desaté las tres marías
|
Y lo engatusé a cabriolas...
|
¡Pucha...! si no traigo bolas
|
Me achura el indio ese día. | 600
|
 
|
Era el hijo de un cacique,
|
Sigun yo lo avirigüé;
|
La verdá del caso jué
|
Que me tuvo apuradazo
|
Hasta que al fin de un bolazo | 605
|
Del caballo lo bajé.
|
 
|
Ai no más me tiré al suelo
|
Y lo pisé en las paletas;
|
Empezó a hacer morisquetas
|
Y a mezquinar la garganta... | 610
|
Pero yo hice la obra santa
|
De hacerlo estirar la geta.
|
 
|
Allí quedó de mojón
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Y en su caballo salté;
|
De la indiada disparé, | 615
|
Pues si me alcanza me mata,
|
Y al fin me les escapé
|
Con el hilo en una pata.
|
 
|
IV
|
 
|
Seguiré esta relación,
|
Aunque pa chorizo es largo: | 620
|
El que pueda, hágase cargo
|
Cómo andaría de matrero
|
Después de salvar el cuero
|
De aquel trance tan amargo.
|
 
|
Del sueldo nada les cuento, | 625
|
Porque andaba disparando;
|
Nosotros, de cuando en cuando,
|
Solíamos ladrar de pobres:
|
Nunca llegaban los cobres
|
Que se estaban aguardando. | 630
|
 
|
Y andábamos de mugrientos
|
Que el mirarnos daba horror;
|
Le juro que era un dolor
|
Ver esos hombres, ¡por Cristo!
|
En mi perra vida he visto | 635
|
Una miseria mayor.
|
 
|
Yo no tenía ni camisa
|
Ni cosa que se parezca;
|
Mis trapos sólo pa yesca
|
Me podían servir al fin... | 640
|
No hay plaga como un fortín
|
Para que el hombre padezca.
|
 
|
Poncho, jergas, el apero,
|
Las prenditas, los botones,
|
Todo, amigo, en los cantones | 645
|
Jué quedando poco a poco:
|
Ya nos tenían medio loco
|
La pobreza y los ratones.
|
 
|
Sólo una manta peluda
|
Era cuanto me quedaba; | 650
|
La había agenciao a la taba
|
Y ella me tapaba el bulto;
|
Yaguané que allí ganaba
|
No salía... ni con indulto.
|
 
|
Y pa mejor, hasta el moro | 655
|
Se me jué de entre las manos.
|
No soy lerdo... pero, hermano,
|
Vino el comendante un día
|
Diciendo que lo quería
|
'Pa enseñarle a comer grano'. | 660
|
 
|
Afigúrese cualquiera
|
La suerte de este su amigo
|
A pié y mostrando el umbligo,
|
Estropiao, pobre y desnudo;
|
Ni por castigo se pudo | 665
|
Hacerse más mal conmigo.
|
 
|
Ansi pasaron los meses,
|
Y vino el año siguiente,
|
Y las cosas igualmente
|
Siguieron del mesmo modo: | 670
|
Adrede parece todo
|
Para aburrir a la gente.
|
 
|
No teníamos más permiso
|
Ni otro alivio la gauchada
|
Que salir de madrugada, | 675
|
Cuando no había indio ninguno,
|
Campo ajuera, a hacer boliadas,
|
Desbocando los reyunos.
|
 
|
Y cáibamos al cantón
|
Con los fletes aplastaos; | 680
|
Pero, a veces, medio aviaos
|
Con pluma y algunos cueros,
|
Que ai no más, con el pulpero
|
Los teníamos negociaos.
|
 
|
Era un amigo del jefe | 685
|
Que con un boliche estaba;
|
Yerba y tabaco nos daba
|
Por la pluma de avestruz,
|
Y hasta le hacía ver la luz
|
Al que un cuero le llevaba. | 690
|
 
|
Solo tenía cuatro frascos
|
Y unas barricas vacías,
|
Y a la gente le vendía
|
Todo cuanto precisaba...
|
A veces creiba que estaba | 695
|
Allí la proveeduría.
|
 
|
¡Ah pulpero habilidoso!
|
Nada le solía faltar,
|
Aijuna, y para tragar
|
Tenía un buche de ñandú. | 700
|
La gente le dio en llamar
|
'El boliche de virtú'.
|
 
|
Aunque es justo que quien vende
|
Algún poquitito muerda,
|
Tiraba tanto la cuerda | 705
|
Que con sus cuatro limetas
|
El cargaba las carretas
|
De plumas, cueros y cerda.
|
 
|
Nos tenía apuntaos a todos
|
Con más cuentas que un rosario, | 710
|
Cuando se anunció un salario
|
Que iban a dar, o un socorro;
|
Pero sabe Dios qué zorro
|
Se lo comió al comisario.
|
 
|
Pues nunca lo vi llegar, | 715
|
Y al cabo de muchos días,
|
En la mesma pulpería
|
Dieron una buena cuenta,
|
Que la gente, muy contenta,
|
De tan pobre recibía. | 720
|
 
|
Sacaron unos sus prendas
|
Que las tenían empeñadas;
|
Por sus deudas atrasadas;
|
Dieron otros el dinero;
|
Al fin de fiesta el pulpero | 725
|
Se quedó con la mascada.
|
 
|
Yo me arrecosté a un horcón
|
Dando tiempo a que pagaran,
|
Y poniendo güena cara
|
Estuve haciéndome el poyo, | 730
|
A esperar que me llamaran
|
Para recibir mi boyo.
|
 
|
Pero ai me pude quedar
|
Pegao pa siempre al horcón:
|
Ya era casi la oración | 735
|
Y ninguno me llamaba,
|
La cosa se me nublaba,
|
Y me dentró comezón.
|
 
|
Pa sacarme el entripao
|
Vi al mayor, y lo fui a hablar: | 740
|
Yo me le empecé a atracar,
|
Y como con poca gana
|
Le dije: 'tal vez mañana
|
Acabarán de pagar.'
|
 
|
'Qué mañana ni otro día— | 745
|
Al punto me contestó—
|
La paga ya se acabó,
|
Siempre has de ser animal!'
|
Me rai y le dije: 'Yo...
|
No he recibido ni un rial.' | 750
|
 
|
Se le pusieron los ojos
|
Que se le querían salir,
|
Y ai no más volvió a decir,
|
Comiendomé con la vista:
|
'Y qué querés recibir | 755
|
Si no has dentrao en la lista?'
|
 
|
'Este sí que es amolar—
|
Dije yo pa mis adentros—
|
Van dos años que me encuentro,
|
Y hasta aura he visto ni un grullo; | 760
|
Dentro en todos los barullos,
|
Pero en las listas no dentro.'
|
 
|
Vide el plaito mal parao
|
Y no quise aguardar más...
|
Es güeno vivir en paz | 765
|
Con quien nos ha de mandar;
|
Y reculando pa tras
|
Me le empecé a retirar.
|
 
|
Supo todo el comendante
|
Y me llamó al otro día, | 770
|
Diciéndome que quería
|
Aviriguar bien las cosas,
|
Que no era el tiempo de Rosas
|
Que aura a naides se debía.
|
 
|
Llamó al cabo y al sargento | 775
|
Y empezó la indagación:
|
Si había venido al cantón
|
En tal tiempo o en tal otro...
|
Y si había venido en potro,
|
En reyuno o redomón. | 780
|
 
|
Y todo era alborotar
|
Al ñudo, y hacer papel;
|
Conocí que era pastel
|
Pa engordar con mi guayaca;
|
Mas si voy al coronel | 785
|
Me hacen bramar en la estaca.
|
 
|
Ah! Hijos de una...! la codicia
|
Ojala les ruempa el saco!
|
Ni un pedazo de tabaco
|
Le dan al pobre soldao | 790
|
Y lo tienen de delgao
|
Más ligero que un guanaco.
|
 
|
Pero qué iba a hacerles yo,
|
Charavón en el desierto;
|
Más bien me daba por muerto | 795
|
Pa no verme más fundido;
|
Y me les hacía el dormido,
|
Aunque soy medio dispierto.
|
 
|
V
|
 
|
Ya andaba desesperao,
|
Aguardando una ocasión | 800
|
Que los indios un malón
|
Nos dieran, y entre el estrago
|
Hacérmeles cimarrón
|
Y volverme pa mi pago.
|
 
|
Aquello no era servicio | 805
|
Ni defender la frontera:
|
Aquello era ratonera
|
En que solo gana el juerte;
|
Era jugar a la suerte
|
Con una taba culera. | 810
|
 
|
Allí tuito va al revés:
|
Los milicos se hacen piones
|
Y andan por las poblaciones
|
Enprestaos pa trabajar;
|
Los rejuntan pa peliar | 815
|
Cuando entran indios ladrones.
|
 
|
Yo he visto en esa milonga
|
Muchos jefes con estancia,
|
Y piones en abundancia,
|
Y majadas y rodeos; | 820
|
He visto negocios feos,
|
A pesar de mi inorancia.
|
 
|
Y colijo que no quieren
|
La barunda componer;
|
Para esto no ha de tener | 825
|
El jefe, aunque esté de estable,
|
Más que su poncho y su sable,
|
Su caballo y su deber.
|
 
|
Ansina, pues, conociendo
|
Que aquel mal no tiene cura, | 830
|
Que tal vez mi sepultura
|
Si me quedo iba a encontrar,
|
Pensé en mandarme mudar
|
Como cosa más sigura.
|
 
|
Y pa mejor, una noche, | 835
|
Qué estaquiada me pegaron!
|
Casi me descoyuntaron
|
Por motivo de una gresca;
|
¡Aijuna, si me estiraron
|
Lo mesmo que guasca fresca! | 840
|
 
|
Jamás me puedo olvidar
|
Lo que esa vez me pasó:
|
Dentrando una noche yo
|
Al fortín, un enganchao
|
Que estaba medio mamao | 845
|
Allí me desconoció.
|
 
|
Era un gringo tan bozal,
|
Que nada se le entendía;
|
Quién sabe de ande sería!
|
Tal vez no juera cristiano, | 850
|
Pues lo único que decía
|
Es que era pa po-litano.
|
 
|
Estaba de centinela,
|
Y por causa del peludo
|
Verme más claro no pudo | 855
|
Y esa jué la culpa toda:
|
El bruto se asustó al ñudo
|
Y fui el pavo de la boda.
|
 
|
Cuando me vido acercar:
|
'Quén vívore' preguntó; | 860
|
'Qué víboras', dije yo;
|
'Ha garto!' me pegó el grito,
|
Y yo dije despacito:
|
'Más lagarto serás vos.'
|
 
|
Ai no más, ¡Cristo me valga! | 865
|
Rastrillar el jusil siento;
|
Me agaché, y en el momento
|
El bruto me largó un chumbo:
|
Mamao, me tiró sin rumbo,
|
Que sinó, no cuento el cuento. | 870
|
 
|
Por de contao, con el tiro
|
Se alborotó el avispero;
|
Los oficiales salieron
|
Y se empezó la junción:
|
Quedó en su puesto el nación, | 875
|
Y yo fui al estaquiadero.
|
 
|
Entre cuatro bayonetas
|
Me tendieron en el suelo;
|
Vino el mayor medio en pedo,
|
Y allí se puso a gritar: | 880
|
'Pícaro, te he de enseñar
|
A andar declamando sueldos.'
|
 
|
De las manos y las patas
|
Me ataron cuatro cinchones;
|
Les aguanté los tirones | 885
|
Sin que ni un ay! se me oyera,
|
Y al gringo la noche entera
|
Lo harté con mis maldiciones.
|
 
|
Yo no sé por qué el Gobierno
|
Nos manda aquí a la frontera | 890
|
Gringada que ni siquiera
|
Se sabe atracar a un pingo.
|
¡Si crerá al mandar un gringo
|
Que nos manda alguna fiera!
|
 
|
No hacen más que dar trabajo, | 895
|
Pues no saben ni ensillar,
|
No sirven ni pa carniar,
|
Y yo he visto muchas veces
|
Que ni voltiadas las reces
|
Se les querían arrimar. | 900
|
 
|
Y lo pasaban sus mercedes
|
Lengüetiando pico a pico,
|
Hasta que viene un milico
|
A servirles el asao;
|
Y, eso sí, en lo delicaos | 905
|
Parecen hijos de rico.
|
 
|
Si hay calor, ya no son gente;
|
Si yela, todos tiritan;
|
Si usté no les da, no pitan
|
Por no gastar en tabaco, | 910
|
Y cuando pescan un naco
|
Unos a otros se lo quitan.
|
 
|
Cuando llueve se acoquinan
|
Como el perro que oye truenos,
|
¡Qué diablos! Solo son güenos | 915
|
Pa vivir entre maricas;
|
Y nunca se andan con chicas
|
Para alzar ponchos ajenos.
|
 
|
Pa vichar son como ciegos:
|
Ni hay ejemplo de que entiendan; | 920
|
No hay uno solo que aprienda;
|
Al ver un bulto que cruza,
|
A saber si es avestruza
|
O si es jinete, o hacienda.
|
 
|
Si salen a perseguir, | 925
|
Después de mucho aparato
|
Tuitos se pelan al rato
|
Y va quedando el tendal:
|
Esto es como en un nidal
|
Echarle güevos a un gato. | 930
|
 
|
VI
|
 
|
Vamos dentrando recién
|
A la parte más sentida,
|
Aunque es todita mi vida
|
De males una cadena:
|
A cada alma dolorida | 935
|
Le gusta cantar sus penas.
|
 
|
Se empezó en aquel entonces
|
A rejuntar caballada,
|
Y riunir la milicada
|
Teniéndola en el cantón, | 940
|
Para una despedición
|
A sorprender a la indiada.
|
 
|
Nos anunciaban que iríamos
|
Sin carretas ni bagajes
|
A golpiar a los salvajes | 945
|
En sus mesmas tolderías;
|
Que a la güelta pagarían,
|
Lincenciándolo al gauchaje.
|
 
|
Que en esta despedición
|
Tuviéramos la esperanza, | 950
|
Que iba a venir sin tardanza,
|
Sigun el jefe contó,
|
Un menistro, o qué sé yo,
|
Que le llamaban Don Ganza.
|
 
|
Que iba a riunir el ejército | 955
|
Y tuitos los batallones,
|
Y que traiba unos cañones
|
Con más rayas que un cotín.
|
Pucha!... las conversaciones
|
Por allá no tenían fin. | 960
|
 
|
Pero esas trampas no enriedan
|
A los zorros de mi laya;
|
Que el menistro venga o vaya,
|
Poco le importa a un matrero:
|
Yo también dejé las rayas... | 965
|
En los libros del pulpero.
|
 
|
Nunca fui gaucho dormido,
|
Siempre pronto, siempre listo.
|
Yo soy un hombre, ¡qué Cristo!
|
Que nada me ha acobardao, | 970
|
Y siempre salí parao
|
En los trances que me he visto.
|
 
|
Dende chiquito gané
|
La vida con mi trabajo,
|
Y aunque siempre estuve abajo | 975
|
Y no sé lo que es subir,
|
También el mucho sufrir
|
Suele cansarnos, ¡barajo!
|
 
|
En medio de mi inorancia
|
Conozco que nada valgo; | 980
|
Soy la liebre o soy el galgo
|
Asigun los tiempos andan;
|
Pero también los que mandan
|
Debieran cuidarnos algo.
|
 
|
Una noche que riunidos | 985
|
Estaban en la carpeta
|
Empinando una limeta
|
El jefe y el juez de paz,
|
Yo no quise aguardar más,
|
Y me hice humo en un sotreta. | 990
|
 
|
Para mí el campo son flores
|
Dende que libre me veo;
|
Donde me lleva el deseo
|
Allí mis pasos dirijo,
|
Y hasta en las sombras, de fijo | 995
|
Que adonde quiera rumbeo.
|
 
|
Entro y salgo del peligro
|
Sin que me espante el estrago;
|
No aflojo al primer amago;
|
Ni jamás fui gaucho lerdo; | 1000
|
Soy pa rumbiar como el cerdo,
|
Y pronto caí a mi pago.
|
 
|
Volvía al cabo de tres años
|
De tanto sufrir al ñudo,
|
Resertor, pobre y desnudo, | 1005
|
A procurar suerte nueva;
|
Y lo mesmo que el peludo
|
Enderesé pa mi cueva.
|
 
|
No hallé ni rastro del rancho;
|
Solo estaba la tapera! | 1010
|
Por Cristo, si aquello era
|
Pa enlutar el corazón:
|
Yo juré en esa ocasión
|
Ser más malo que una fiera!
|
 
|
¡Quién no sentirá lo mesmo | 1015
|
Cuando ansí padece tanto!
|
Puedo asigurar que el llanto
|
Como una mujer largué.
|
¡Ay mi Dios! Si me quedé
|
Más triste que Jueves Santo. | 1020
|
 
|
Solo se oiban los aullidos
|
De un gato que se salvó;
|
El pobre se guareció
|
Cerca, en una vizcachera;
|
Venía como si supiera | 1025
|
Que estaba de güelta yo.
|
 
|
Al dirme dejé la hacienda,
|
Que era todito mi haber;
|
Pronto debíamos volver,
|
Según el Juez prometía, | 1030
|
Y hasta entonces cuidaría
|
De los bienes la mujer.
|
 
|
...............................................
|
 
|
Después me contó un vecino
|
Que el campo se lo pidieron,
|
La hacienda se la vendieron | 1035
|
Pa pagar arrendamientos,
|
Y qué sé yo cuántos cuentos;
|
Pero todo lo fundieron.
|
 
|
Los pobrecitos muchachos,
|
Entre tantas afliciones | 1040
|
Se conchavaron de piones;
|
Mas, ¡qué iban a trabajar,
|
Si eran como los pichones
|
Sin acabar de emplumar!
|
 
|
Por ai andarán sufriendo | 1045
|
De nuestra suerte el rigor:
|
Me han contado que el mayor
|
Nunca dejaba a su hermano.
|
Puede ser que algún cristiano
|
Los recoja por favor. | 1050
|
 
|
Y la pobre mi mujer,
|
Dios sabe cuánto sufrió!
|
Me dicen que se voló
|
Con no sé que gavilán:
|
Sin duda a buscar el pan | 1055
|
Que no podía darle yo.
|
 
|
No es raro que a uno le falte
|
Lo que algún otro le sobre:
|
Si no le quedó ni un cobre,
|
Sinó de hijos un enjambre, | 1060
|
Qué más iba a hacer la pobre
|
Para no morirse de hambre?
|
 
|
¡Tal vez no te vuelva a ver,
|
Prenda de mi corazón!
|
Dios te dé su proteción, | 1065
|
Ya que no me la dio a mí;
|
Y a mis hijos, dende aquí
|
Les hecho mi bendición.
|
 
|
Como hijitos de la cuna
|
Andarán por ai sin madre | 1070
|
Ya se quedaron sin padre,
|
Y ansí la suerte los deja
|
Sin naides que los proteja
|
Y sin perro que los ladre.
|
 
|
Los pobrecitos tal vez | 1075
|
No tengan ande abrigarse,
|
Ni ramada ande ganarse,
|
Ni un rincón ande meterse,
|
Ni camisa que ponerse,
|
Ni poncho con que taparse. | 1080
|
 
|
Tal vez los verán sufrir
|
Sin tenerles compasión;
|
Puede que alguna ocasión,
|
Aunque los vean titirando,
|
Los echen de algún jogón | 1085
|
Pa que no estén estorbando.
|
 
|
Y al verse ansina espantaos
|
Como se espanta a los perros,
|
Irán los hijos de Fierro,
|
Con la cola entre las piernas, | 1090
|
A buscar almas más tiernas
|
O esconderse en algún cerro.
|
 
|
Mas también en este juego
|
Voy a pedir mi bolada:
|
A naides le debo nada, | 1095
|
Ni pido cuartel ni doy,
|
Y ninguno dende hoy
|
Ha de llevarme en la armada.
|
 
|
Yo he sido manso, primero,
|
Y seré gaucho matrero | 1100
|
En mi triste circunstancia,
|
Aunque es mi mal tan projundo;
|
Nací y me he criao en estancia,
|
Pero ya conozco el mundo.
|
 
|
Ya le conozco sus mañas, | 1105
|
Le conozco sus cucañas,
|
Sé cómo hacen la partida,
|
La enriedan, y la manejan:
|
Desaceré la madeja,
|
Aunque me cueste la vida. | 1110
|
 
|
Y aguante el que no se anime
|
A meterse en tanto engorro,
|
O si no aprestesé el gorro
|
O para otra tierra emigre;
|
Pero ya ando como el tigre | 1115
|
Que le roban los cachorros.
|
 
|
Aunque muchos creen que el gaucho
|
Tiene una alma de reyuno,
|
No se encontrará ninguno
|
Que no lo dueblen las penas; | 1120
|
Mas no debe aflojar uno
|
Mientras hay sangre en las venas.
|
 
|
VII
|
 
|
De carta de más me vía
|
Sin saber a donde dirme;
|
Mas dijieron que era vago | 1125
|
Y entraron a perseguirme.
|
 
|
Nunca se achican los males,
|
Van poco a poco creciendo,
|
Y ansina me vide pronto
|
Obligao a andar juyendo. | 1130
|
 
|
No tenía mujer ni rancho,
|
Y a más, era resertor;
|
No tenía una prenda güena
|
Ni un peso en el tirador.
|
 
|
A mis hijos infelices, | 1135
|
Pensé volverlos a hallar,
|
Y andaba de un lao al otro
|
Sin tener ni qué pitar.
|
 
|
Supe una vez, por desgracia,
|
Que había un baile por allí, | 1140
|
Y medio desesperao
|
A ver la milonga fui.
|
 
|
Riunidos al pericón
|
Tantos amigos hallé,
|
Que alegre de verme entre ellos | 1145
|
Esa noche me apedé.
|
 
|
Como nunca, en la ocasión
|
Por peliar me dio la tranca,
|
Y la emprendí con un negro
|
Que trujo una negra en ancas. | 1150
|
 
|
Al ver llegar la morena
|
Que no hacía caso de naides,
|
Le dije con la mamúa:
|
'Va...ca...yendo gente al baile.'
|
 
|
La negra entendió la cosa | 1155
|
Y no tardó en contestarme,
|
Mirandomé como a perro:
|
'Más vaca será tu madre.'
|
 
|
Y dentró al baile muy tiesa,
|
Con más cola que una zorra, | 1160
|
Haciendo blanquiar los dientes
|
Lo mesmo que mazamorra.
|
 
|
'Negra linda...—dije yo—
|
Me gusta pa la carona',
|
Y me puse a talariar | 1165
|
Esta coplita fregona:
|
 
|
'A los blancos hizo Dios;
|
A los mulatos San Pedro;
|
A los negros hizo el diablo
|
Para tizón del infierno.' | 1170
|
 
|
Había estao juntando rabia
|
El moreno dende ajuera:
|
En lo escuro le brillaban
|
Los ojos como linterna.
|
 
|
Lo conocí retoba; | 1175
|
Me acerqué y le dije presto:
|
'Po...r...rudo que un hombre sea,
|
Nunca se enoja por esto.'
|
 
|
Corcobió el de los tamangos,
|
Y creyendosé muy fijo: | 1180
|
'Más porrudo serás vos,
|
Gaucho rotoso', me dijo.
|
 
|
Y ya se me vino al humo,
|
Como a buscarme la hebra,
|
Y un golpe le acomodé | 1185
|
Con el porrón de ginebra.
|
 
|
Ai no más pegó el de hollín
|
Más gruñidos que un chanchito,
|
Y pelando el envenao
|
Me atropelló dando gritos. | 1190
|
 
|
Pegué un brinco y abrí cancha
|
Diciendolés: 'Caballeros,
|
Dejen venir a ese toro;
|
Solo nací... solo muero.'
|
 
|
El negro después del golpe, | 1195
|
Se había el poncho refalao
|
Y dijo: 'Vas a saber
|
Si es solo o acompañao.'
|
 
|
Y mientras se arremangó,
|
Yo me saqué las espuelas, | 1200
|
Pues malicié que aquel tío
|
No era de arriar con las riendas.
|
 
|
No hay cosa como el peligro
|
Pa refrescar un mamao:
|
Hasta la vista se aclara | 1205
|
Por mucho que haiga chupao.
|
 
|
El negro me atropelló
|
Como pa quererme comer;
|
Me hizo dos tiros seguidos
|
Y los dos le abarajé. | 1210
|
 
|
Yo tenía un facón con S
|
Que era de lima de acero;
|
Le hice un tiro, lo quitó
|
Y vino ciego el moreno.
|
 
|
Y en el medio de las aspas | 1215
|
Un planaso le asenté
|
Que le largué culebriando
|
Lo mesmo que buscapié.
|
 
|
Le coloriaron las motas
|
Con la sangre de la herida, | 1220
|
Y volvió a venir furioso
|
Como una tigra parida.
|
 
|
Y ya me hizo relumbrar
|
Por los ojos el cuchillo,
|
Alcansando con la punta | 1225
|
A cortarme en un carrillo.
|
 
|
Me hirvió la sangre en las venas
|
Y me le afirmé al moreno,
|
Dandolé de punta y hacha
|
Pa dejar un diablo menos. | 1230
|
 
|
Por fin en una topada
|
En el cuchillo lo alcé,
|
Y como un saco de güesos
|
Contra el cerco lo largué.
|
 
|
Tiró unas cuantas patadas | 1235
|
Y ya cantó pa el carnero:
|
Nunca me puedo olvidar
|
De la agonía de aquel negro.
|
 
|
En esto la negra vino,
|
Con los ojos como ají, | 1240
|
Y empezó la pobre allí
|
A bramar como una loba;
|
Yo quise darle una soba
|
 
|
A ver si la hacía callar;
|
Mas pude reflesionar | 1245
|
Que era malo en aquel punto,
|
Y por respeto al dijunto
|
No la quise castigar.
|
 
|
Limpié el facón en los pastos,
|
Desaté mi redomón, | 1250
|
Monté despacio y salí
|
Al tranco pa el cañadon.
|
 
|
Después supe que al finao
|
Ni siquiera lo velaron,
|
Y retobao en un cuero | 1255
|
Sin rezarle lo enterraron.
|
 
|
Y dicen que dende entonces,
|
Cuando es la noche serena,
|
Suele verse una luz mala
|
Como de alma que anda en pena. | 1260
|
 
|
Yo tengo intención, a veces,
|
Para que no pene tanto,
|
De sacar de allí los güesos
|
Y echarlos al campo santo.
|
 
|
VIII
|
 
|
Otra vez, en un boliche | 1265
|
Estaba haciendo la tarde;
|
Cayó un gaucho que hacía alarde
|
De guapo y de peliador.
|
 
|
A la llegada metió
|
El pingo hasta la ramada, | 1270
|
Y yo sin decirle nada
|
Me quedé en el mostrador.
|
 
|
Era un terne de aquel pago
|
Que naides lo reprendía,
|
Que sus enriedos tenía | 1275
|
Con el señor comendante;
|
 
|
Y como era protegido,
|
Andaba muy entonao,
|
Y a cualquier desgraciao
|
Lo llevaba por delante. | 1280
|
 
|
Ah, pobre! si él mismo craiba
|
Que la vida le sobraba!
|
Ninguno diría que andaba
|
Aguaitandoló la muerte.
|
 
|
Pero ansí pasa en el mundo, | 1285
|
Es ansí la triste vida:
|
Pa todos está escondida
|
La güena o la mala suerte.
|
 
|
Se tiró al suelo; al dentrar
|
Le dio un empeyón a un vasco, | 1290
|
Y me alargó un medio frasco
|
Diciendo: 'Beba, cuñao.'
|
'Por su hermana—contesté—
|
Que por la mía no hay cuidao.'
|
 
|
'Ah gaucho!—me respondió— | 1295
|
De qué pago será criollo?
|
Lo andará buscando el hoyo,
|
Deberá tener güen cuero,
|
Pero ande bala este toro
|
No bala ningún ternero.' | 1300
|
 
|
Y ya salimos trenzaos,
|
Porque el hombre no era lerdo;
|
Mas como el tino no pierdo
|
Y soy medio ligerón
|
Lo dejé mostrando el sebo | 1305
|
De un revés con el facón.
|
 
|
Y como con la justicia
|
No andaba bien por allí,
|
Cuanto pataliar lo vi
|
Y el pulpero pegó el grito, | 1310
|
Ya pa el palenque salí,
|
Como haciendomé el chiquito.
|
 
|
Monté y me encomendé a Dios,
|
Rumbiando para otro pago;
|
Que el guacho que llaman vago | 1315
|
No puede tener querencia
|
Y ansí, de estrago en estrago,
|
Vive yorando la ausencia.
|
 
|
Él anda siempre juyendo,
|
Siempre pobre y perseguido; | 1320
|
No tiene cueva ni nido,
|
Como si juera maldito;
|
Porque el ser gaucho...¡barajo!
|
El ser gaucho es un delito.
|
 
|
Es como el patrio de posta: | 1325
|
Lo larga éste, aquel lo toma,
|
Nunca se acaba la broma;
|
Dende chico se parece
|
Al arbolito que crece
|
Desamparao en la loma. | 1330
|
 
|
Le echan la agua del bautismo
|
Aquel que nació en la selva;
|
'Busca madre que te envuelva',
|
se dice el flaire y lo larga,
|
Y dentra a cruzar el mundo | 1335
|
Como burro con la carga.
|
 
|
Y se cría viviendo al viento
|
Como oveja sin trasquila,
|
Mientras su padre en las filas
|
Anda sirviendo al gobierno; | 1340
|
Aunque tirite en invierno,
|
Naides lo ampara ni asila.
|
 
|
Le llaman 'gaucho mamao'
|
Si lo pillan divertido,
|
Y que es malentretenido | 1345
|
Si en un baile lo sorprienden;
|
Hace mal si se defiende
|
Y si no, se ve... fundido.
|
 
|
No tiene hijos, ni mujer,
|
Ni amigos, ni protetores; | 1350
|
Pues todos son sus señores,
|
Sin que ninguno lo ampare:
|
Tiene la suerte del güey,
|
Y dónde irá el güey que no are?
|
 
|
Su casa es el pajonal, | 1355
|
Su guarida es el desierto;
|
Y si hambre medio muerto
|
Le echa el lazo a algún mamón,
|
Lo persiguen como a plaito
|
Porque es un 'gaucho ladrón.' | 1360
|
 
|
Y si de un golpe por ai
|
Lo dan vuelta panza arriba,
|
No hay una alma compasiva
|
Que le rece una oración;
|
Tal vez como cimarrón | 1365
|
En una cueva lo tiran.
|
 
|
El nada gana en la paz
|
Y es el primero en la guerra;
|
No le perdonan si yerra:
|
Que no saben perdonar; | 1370
|
Porque el gaucho es esta tierra
|
Solo sirve pa votar.
|
 
|
Para él son los calabozos,
|
Para él las duras prisiones,
|
En su boca no hay razones | 1375
|
Aunque la razón le sobre;
|
Que son campanas de palo
|
Las razones de los pobres.
|
 
|
Si uno aguanta, es gaucho bruto;
|
Si no aguanta, es gaucho malo; | 1380
|
Déle azote; déle palo,
|
Porque es lo que él necesita!
|
De todo el que nació gaucho
|
Esta es la suerte maldita.
|
 
|
Vamos, suerte, vamos juntos, | 1385
|
Dende que juntos nacimos;
|
Y ya que juntos vivimos
|
Sin podernos dividir,
|
Yo abriré con mi cuchillo
|
El camino pa seguir. | 1390
|
 
|
IX
|
 
|
Matreriando lo pasaba
|
Y a las casas no venía.
|
Solía arrimarme de día;
|
Mas, lo mesmo que el carancho,
|
Siempre estaba sobre el rancho | 1395
|
Espiando a la polecía.
|
 
|
Viva el gaucho que ande mal
|
Como zorro perseguido,
|
Hasta que al menor descuido
|
Se lo atarazquen los perros, | 1400
|
Pues nunca le falta un yerro
|
Al hombre más alvertido.
|
 
|
Y en esa hora de la tarde
|
En que tuito se adormece,
|
Que el mundo dentrar parece | 1405
|
A vivir en pura calma,
|
Con la tristezas de su alma
|
Al pajonal enderiese.
|
 
|
Bala el tierno corderito
|
Al lao de la blanca oveja | 1410
|
Y a la vaca que se aleja
|
Llama el ternero amarrao;
|
Pero el gaucho desgraciao
|
No tiene a quien dar su queja.
|
 
|
Ansí es que al venir la noche | 1415
|
Iba a buscar mi guarida,
|
Pues ande el tigre se anida
|
También el hombre lo pasa,
|
Y no quería que en las casas
|
Me rodiara la partida. | 1420
|
 
|
Pues aun cuando vengan ellos
|
Cumpliendo con sus deberes,
|
Yo tengo otros pareceres,
|
Y en esa conducta vivo;
|
Que no debe un gaucho altivo | 1425
|
Peliar entre las mujeres.
|
 
|
Y al campo me iba solito,
|
Más matrero que el venao,
|
Como perro abandonao,
|
A buscar una tapera, | 1430
|
O en alguna vizcachera
|
Pasar la noche tirao.
|
 
|
Sin punto ni rumbo fijo
|
En aquella inmensidá,
|
Entre tanta escurrida | 1435
|
Anda el gaucho como duende;
|
Allí jamás lo sorpriende
|
Dormido, la autoridá.
|
 
|
Su esperanza es el coraje,
|
Su guardia es la precaución, | 1440
|
Su pingo es la salvación,
|
Y pasa uno en su desvelo
|
Sin más amparo que el cielo
|
Ni otro amigo que el facón.
|
 
|
...........................................
|
 
|
Ansí me hallaba una noche | 1445
|
Contemplando las estrellas,
|
Que le parecen más bellas
|
Cuanto uno es más desgraciao,
|
Y que Dios las haiga criao
|
Para consolarse en ellas. | 1450
|
 
|
Les tiene el hombre cariño,
|
Y siempre con alegría
|
Ve salir las tres marías;
|
Que si llueve, cuanto escampa,
|
Las estrellas son la guía | 1455
|
Que el gaucho tiene en la pampa.
|
 
|
Aquí no valen dotores,
|
Solo vale la esperiencia;
|
Aquí verían su inocencia
|
Esos que todo lo saben; | 1460
|
Porque esto tiene otra llave
|
Y el gaucho tiene su cencia.
|
 
|
Es triste en medio del campo
|
Pasarse noches enteras
|
Contemplando en sus carreras | 1465
|
Las estrellas que Dios cría,
|
Sin tener más compañía
|
Que su soledá y las fieras.
|
 
|
Me encontraba como digo,
|
En aquella soledá, | 1470
|
Entre tanta escuridá,
|
Echando al viento mis quejas,
|
Cuando el grito del chajá
|
Me hizo parar las orejas.
|
 
|
Como lumbriz me pegué | 1475
|
Al suelo para escuchar;
|
Pronto sentí retumbar
|
Las pisadas de los fletes,
|
Y que eran muchos jinetes
|
Conocí sin vacilar. | 1480
|
 
|
Cuando el hombre está en peligro
|
No debe tener confianza;
|
Ansí, tendido de panza,
|
Puse toda mi atención,
|
Y ya escuché sin tardanza | 1485
|
Como el ruido de un latón.
|
 
|
Se venían tan calladitos
|
Que yo me puse en cuidao:
|
Tal vez me hubieran bombiao
|
Y me venían a buscar; | 1490
|
Mas no quise disparar,
|
Que eso es de gaucho morao.
|
 
|
Al punto me santigüé
|
Y eché de ginebra un taco;
|
Lo mesmito que el mataco | 1495
|
Me arroyé con el porrón:
|
'Si han de darme pa tabaco,
|
Dije, ésta es güena ocasión.'
|
 
|
Me refalé las espuelas,
|
Para no peliar con grillos; | 1500
|
Me arremangué el calzoncillo
|
Y me ajusté bien la faja,
|
Y en una mata de paja
|
Probé el filo del cuchillo.
|
 
|
Para tenerlo a la mano | 1505
|
El flete en el pasto até,
|
La cincha le acomodé,
|
Y en un trance como aquel,
|
Haciendo espaldas en él
|
Quietito los aguardé. | 1510
|
 
|
Cuanto cerca los sentí
|
Y que ai no más se pararon,
|
Los pelos se me erizaron,
|
Y aunque nada vían mis ojos,
|
'No se han de morir de antojo' | 1515
|
Les dije, cuanto llegaron.
|
 
|
Yo quise hacerles saber
|
Que allí se hallaba un varón;
|
Les conocí la intención,
|
Y solamente por eso | 1520
|
Es que les gané el tirón,
|
Sin aguardar voz de preso.
|
 
|
'Vos sos un gaucho matrero—
|
Dijo uno, haciendosé el güeno—
|
Vos matastes un moreno | 1525
|
Y otro en una pulpería,
|
Y aquí está la polecía,
|
Que viene a justar tus cuentas;
|
Te va a alzar por las cuarenta
|
Si te resistís hoy día.' | 1530
|
 
|
'No me vengan —contesté—
|
Con relación de dijuntos;
|
Esos son otros asuntos;
|
Vean si me pueden llevar,
|
Que yo no me he de entregar | 1535
|
Aunque vengan todos juntos.'
|
 
|
Pero no aguardaron más,
|
Y se apiaron en montón;
|
Como a perro cimarrón
|
Me rodiaron entre tantos; | 1540
|
Yo me encomendé a los santos,
|
Y eché mano a mi facón.
|
 
|
Y ya vide el fogonazo
|
De un tiro de garabina;
|
Mas quiso la suerte indina | 1545
|
De aquel maula, que me errase,
|
Y ai no más lo levantase
|
Lo mesmo que una sardina,
|
 
|
A otro que estaba apurao
|
Acomodando una bola, | 1550
|
Le hice una dentrada sola
|
Y le hice sentir el fierro,
|
Y ya salió como el perro
|
Cuando le pisan la cola.
|
 
|
Era tanta la aflición | 1555
|
Y la angurria que tenían,
|
Que tuitos se me venían
|
Donde yo los esperaba:
|
Uno al otro se estorbaba
|
Y con las ganas no vían. | 1560
|
 
|
Dos de ellos, que traiban sables,
|
Más garifos y resueltos,
|
En las hilachas envueltos
|
Enfrente se me pararon,
|
Y a un tiempo me atropellaron | 1565
|
Lo mesmo que perros sueltos.
|
 
|
Me fui reculando en falso
|
Y el poncho adelante eché,
|
Y en cuanto le puso el pié
|
Uno medio chapetón | 1570
|
De pronto le di el tirón
|
Y de espaldas lo largué,
|
 
|
Al verse sin compañero;
|
El otro se sofrenó;
|
Entonces le dentré yo, | 1575
|
Sin dejarlo resollar,
|
Pero ya empezó a aflojar
|
Y a la pun...ta disparó.
|
 
|
Uno que en una tacuara
|
Había atao una tijera, | 1580
|
Se vino como si fuera
|
Palenque de atar terneros;
|
Pero en dos tiros certeros
|
Salió aullando campo a juera.
|
 
|
Por suerte en aquel momento | 1585
|
Venía coloriando el alba,
|
Y yo dije; 'Si me salva
|
La Virgen en este apuro,
|
En adelante le juro
|
Ser más güeno que una malba.' | 1590
|
 
|
Pegué un brinco y entre todos
|
Sin miedo me entreveré;
|
Hecho ovillo me quedé
|
Y ya me cargó una yunta,
|
Y por el suelo la punta | 1595
|
De mi facón les jugué.
|
 
|
El más engolosinao
|
Se me apió con un hachazo;
|
Se lo quité con el brazo,
|
De no, me mata los piojos; | 1600
|
Y antes de que diera un paso
|
Le eché tierra en los ojos.
|
 
|
Y mientras se sacudía
|
Refregándose la vista,
|
Yo me le fui como lista, | 1605
|
Y ai no más me le afirmé
|
Diciéndole: 'Dios te asista.'
|
Y de un revés lo voltié.
|
 
|
Pero en ese punto mesmo
|
Sentí que por las costillas, | 1610
|
Un sable me hacía cosquillas,
|
Y la sangre se me heló:
|
Dende ese momento yo
|
Me salí de mis casillas.
|
 
|
Di para atrás unos pasos | 1615
|
Hasta que pude hacer pié;
|
Por delante me lo eché
|
De punta y tajos a un criollo,
|
Metió la pata en un oyo,
|
Y yo al oyo lo mandé. | 1620
|
 
|
Tal vez en el corazón
|
Lo tocó un santo bendito
|
A un gaucho, que pegó el grito
|
Y dijo:'Cruz no consiente
|
Que se cometa el delito | 1625
|
De matar ansí un valiente.'
|
 
|
Y ai no más se me aparió,
|
Dentrandolé a la partida:
|
Yo les hice otra embestida,
|
Pues entre dos era robo; | 1630
|
Y el Cruz era como lobo
|
Que defiende su guarida.
|
 
|
Uno despachó al infierno
|
De dos que lo atropellaron;
|
Los demás remoliniaron, | 1635
|
Pues íbamos a la fija,
|
Y a poco andar dispararon
|
Lo mesmo que sabandija.
|
 
|
Ai quedaban largo a largo
|
Los que estiraron la geta; | 1640
|
Otro iba como maleta,
|
Y Cruz, de atrás, les decía:
|
'Que venga otra polecía
|
A llevarlos en carreta.'
|
 
|
Yo junté las osamentas, | 1645
|
Me hinqué y les recé un bendito;
|
Hice una cruz de un palito
|
Y pedí a mi Dios clemente
|
Me perdonara el delito
|
De haber muerto tanta gente. | 1650
|
 
|
Dejamos amontonaos
|
A los pobres que murieron;
|
No sé si los recogieron,
|
Porque nos fuimos a un rancho,
|
O si tal vez los caranchos | 1655
|
Ai no más se los comieron.
|
 
|
Lo agarramos mano a mano
|
Entre los dos al porrón;
|
En semejante ocasión
|
Un trago a cualquiera encanta, | 1660
|
Y Cruz no era remolón
|
Ni pijotiaba garganta.
|
 
|
Calentamos los gargueros
|
Y nos largamos muy tiesos,
|
Siguiendo siempre los besos | 1665
|
Al pichel y, por más señas,
|
Íbamos como cigüeñas,
|
Estirando los pescuezos.
|
 
|
'Yo me voy —le dije— amigo,
|
Donde la suerte me lleve, | 1670
|
Y si es que alguno se atreve
|
A ponerse en mi camino,
|
Yo seguiré mi destino,
|
Que el hombre hace lo que debe.'
|
 
|
'Soy un gaucho desgraciado, | 1675
|
No tengo donde ampararme,
|
Ni un palo donde rascarme,
|
Ni un árbol que me cubije;
|
Pero ni aun esto me aflige,
|
Porque yo sé manejarme.' | 1680
|
 
|
'Antes de cair al servicio
|
Tenía familia y hacienda;
|
Cuando volví, ni la prenda
|
Me la habían dejao ya:
|
Dios sabe en lo que vendrá | 1685
|
A parar esta contienda.'
|
 
|
X
|
 
|
CRUZ
|
 
|
Amigazo, pa sufrir
|
Han nacido los varones,
|
Estas son las ocasiones
|
De mostrarse un hombre juerte, | 1690
|
Hasta que venga la muerte
|
Y lo agarre a coscorrones.
|
 
|
El andar tan despilchao
|
Ningún mérito me quita;
|
Sin ser una alma bendita, | 1695
|
Me duelo del mal ajeno:
|
Soy un pastel con relleno
|
Que parece torta frita.
|
 
|
Tampoco me faltan males
|
Y desgracias, le prevengo; | 1700
|
También mis desdichas tengo,
|
Aunque esto poco me aflige;
|
Yo sé hacerme el chancho rengo
|
Cuando la cosa lo esige.
|
 
|
Y con algunos ardiles | 1705
|
Voy viviendo, aunque rotoso;
|
A veces me hago el sarnoso
|
Y no tengo ni un granito,
|
Pero al chifle voy ganoso
|
Como panzón al máiz frito. | 1710
|
 
|
A mi no me matan penas
|
Mientras tenga el cuero sano;
|
Venga el sol en verano
|
Y la escarcha en el invierno:
|
Si este mundo es un infierno | 1715
|
¿Por qué afligirse el cristiano?
|
 
|
Hagámosle cara fiera
|
A los males, compañero,
|
Porque el zorro más matrero
|
Suele cair como un chorlito: | 1720
|
Viene por un corderito
|
Y en la estaca deja el cuero.
|
 
|
Hoy tenemos que sufrir
|
Males que no tienen nombre;
|
Pero esto a naides lo asombre | 1725
|
Porque ansina es el pastel;
|
Y tiene que dar el hombre
|
Más vueltas que un carretel.
|
 
|
Yo nunca me he de entregar
|
A los brazos de la muerte, | 1730
|
Arrastro mi triste suerte
|
Paso a paso y como pueda,
|
Que donde el débil se queda
|
Se suele escapar el juerte.
|
 
|
Y ricuerde cada cual | 1735
|
Lo que cada cual sufrió,
|
Que lo que es, amigo, yo
|
Hago ansí la cuenta mía:
|
Ya lo pasado pasó,
|
Mañana será otro día. | 1740
|
 
|
Yo también tuve una pilcha
|
Que me enllenó el corazón,
|
Y si en aquella ocasión
|
Alguien me hubiera buscao,
|
Siguro que me había hallao | 1745
|
Más prendido que un botón.
|
 
|
En la güella del querer
|
No hay animal que se pierda:
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Las mujeres no son lerdas,
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Y todo gaucho es dotor | 1750
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Si pa cantarle al amor
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Tiene que templar las cuerdas.
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Quién es de una alma tan dura
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Que no quiera a una mujer!
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Lo alivia en su padecer; | 1755
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Si no sale calavera,
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Es la mejor compañera
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Que el hombre puede tener.
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Si es güena, no lo abandona
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Cuando lo ve desgraciao, | 1760
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Lo asiste con su cuidao
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Y con afán cariñoso;
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Y usté tal vez ni un rebozo
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Ni una pollera le ha dao.
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Grandemente lo pasaba | 1765
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Con aquella prenda mía,
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Viviendo con alegría
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Como la mosca en la miel.
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¡Amigo, que tiempo aquél!
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¡La pucha, que la quería! | 1770
|
 
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Era el águila que a un árbol
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Dende las nubes bajó;
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Era más linda que el alba
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Cuando va rayando el sol;
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Era la flor deliciosa | 1775
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Que entre el trebolar creció.
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Pero amigo, el comendante
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Que mandaba la milicia,
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Como que no desperdicia
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Se jué refalando a casa: | 1780
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Yo le conocí en la traza
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Que el hombre traiba malicia.
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El me daba voz de amigo,
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Pero no le tenía fe;
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Era el jefe y, ya se ve, | 1785
|
No podía competir yo:
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En mi rancho se pegó
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Lo mesmo que saguaipé.
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|
A poco andar, conocí
|
Que ya me había desbancao, | 1790
|
Y él siempre muy entonao,
|
Aunque sin darme ni un cobre:
|
Me tenía de lao a lao
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Como encomienda de pobre.
|
 
|
A cada rato, de chasque | 1795
|
Me hacía dir a gran distancia;
|
Ya me mandaba a una estancia;
|
Ya al pueblo, ya a la frontera;
|
Pero él en la comendancia
|
No ponía los pies siquiera. | 1800
|
 
|
Es triste a no poder más
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El hombre en su padecer
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Si no tiene una mujer
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Que lo ampare y lo consuele;
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Mas pa que otro se la pele | 1805
|
Lo mejor es no tener.
|
 
|
No me gusta que otro gallo
|
Le cacaree a mi gallina;
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Yo andaba ya con la espina,
|
Hasta que en una ocasión | 1810
|
Lo solprendí en el jogón
|
Abrazandomé a la china.
|
 
|
Tenía el viejito una cara
|
De ternero mal lamido,
|
Y al verlo tan atrevido | 1815
|
Le dije: —'Que le aproveche;
|
Que había sido pa el amor
|
Como gaucho pa la leche.'
|
 
|
Peló la espada y se vino
|
Como a quererme ensartar; | 1820
|
Pero yo, sin tutubiar,
|
Le volví al punto a decir:
|
'Cuidao, no te vas a pér...tigo
|
Poné cuarta pa salir.'
|
 
|
Un puntazo me largó, | 1825
|
Pero el cuerpo le saqué,
|
Y en cuanto se lo quité,
|
Para no matar un viejo,
|
Con cuidao, medio de lejo,
|
Un planaso le asenté. | 1830
|
 
|
Y como nunca al que manda
|
Le falta algún adulón,
|
Uno que en esa ocasión
|
Se encontraba allí presente,
|
Vino apretando los dientes | 1835
|
Como perrito mamón.
|
 
|
Me hizo un tiro de revuelver
|
Que el hombre creyó siguro:
|
Era confiao, y le juro
|
Que cerquita se arrimaba; | 1840
|
Pero siempre en un apuro
|
Se desentumen mis tabas.
|
 
|
Él me siguió menudiando,
|
Mas sin poderme acertar;
|
Y yo, déle culebriar, | 1845
|
Hasta que al fin le dentré
|
Y ai no más lo despaché
|
Sin dejarlo resollar.
|
 
|
Dentré a campiar en seguida
|
Al viejito enamorao: | 1850
|
El pobre se había ganao
|
En un noque de lejía.
|
¡Quién sabe cómo estaría
|
Del susto que había llevao!
|
 
|
¡Es sonso el cristiano macho | 1855
|
cuando el amor lo domina!
|
Él la miraba a la indina,
|
Y una cosa tan jedionda
|
Sentí yo, que ni en la fonda
|
He visto tal jedina. | 1860
|
 
|
Y le dije: 'Pa su agüela
|
Han de ser esas perdices.'
|
Yo me tapé las narices
|
Y me salí estornudando
|
Y el viejo quedó olfatiando | 1865
|
Como chico con lumbrices.
|
 
|
Cuando la mula recula,
|
Señal que quiere cosiar;
|
Ansí se suele portar,
|
Aunque ella lo disimula: | 1870
|
Recula como la mula
|
La mujer, para olvidar.
|
 
|
Alcé mi poncho y mis prendas
|
Y me largué a padecer
|
Por culpa de una mujer | 1875
|
Que quiso engañar a dos:
|
Al rancho le dije adiós,
|
Para nunca más volver.
|
 
|
Las mujeres, dende entonces,
|
Conocí a todas en una; | 1880
|
Ya no he de probar fortuna
|
Con carta tan conocida:
|
Mujer y perra parida,
|
No se me acerca ninguna.
|
 
|
XI
|
 
|
A otros les brotan las coplas | 1885
|
Como agua de manantial;
|
Pues a mí me pasa igual,
|
Aunque las mías nada valen,
|
De la boca se me salen
|
Como ovejas del corral. | 1890
|
 
|
Que en puertiando la primera
|
Ya la siguen las demás,
|
Y en montones las de atrás
|
Contra los palos se estrellan,
|
Y saltan y se atropellan, | 1895
|
Sin que se corten jamás.
|
 
|
Y aunque yo por mi inorancia
|
Con gran trabajo me esplico,
|
Cuando llego a abrir el pico,
|
Tenganló por cosa cierta: | 1900
|
Sale un verso y en la puerta
|
Ya asoma el otro el hocico.
|
 
|
Y emprestemé su atención,
|
Me oirá relatar las penas
|
De que traigo la alma llena, | 1905
|
Porque en toda circunstancia
|
Paga el gaucho su inorancia
|
Con la sangre de las venas.
|
 
|
Después de aquella desgracia
|
Me guarecí en los pajales; | 1910
|
Anduve entre los cardales
|
Como bicho sin guarida;
|
Pero, amigo, es esa vida
|
Como vida de animales.
|
 
|
Y son tantas las miserias | 1915
|
En que me he sabido ver,
|
Que con tanto padecer
|
Y sufrir tanta aflición
|
Malicio que he de tener
|
Un caballo en el corazón. | 1920
|
 
|
Ansí andaba como gaucho
|
Cuando pasa el temporal;
|
Supe una vez, pa mi mal,
|
De una milonga que había,
|
Y ya pa la pulpería | 1925
|
Enderecé mi bagual.
|
 
|
Era la casa del baile
|
Un rancho de mala muerte,
|
Y se enllenó de tal suerte
|
Que andábamos a empujones: | 1930
|
Nunca faltan encontrones
|
Cuando el pobre se divierte.
|
 
|
Yo tenía unas medias botas
|
Con tamaños verdugones;
|
Me pusieron lo talones | 1935
|
Con crestas como los gallos;
|
¡Si viera mis afliciones
|
Pensando yo que eran callos!
|
 
|
Con gato y con fandanguillo
|
Había empezao el changango, | 1940
|
Y para ver el fandango
|
Me colé haciendome bola;
|
Mas metió el diablo la cola
|
Y todo se volvió pango.
|
 
|
Había sido el guitarrero | 1945
|
Un gaucho duro de boca;
|
Yo tengo pacencia poca
|
Pa aguantar cuando no debo;
|
A ninguno me le atrevo,
|
Pero me halla el que me toca. | 1950
|
 
|
A bailar un pericón
|
Con una moza salí,
|
Y cuanto me vido allí,
|
Sin duda me conoció,
|
Y estas coplitas cantó, | 1955
|
Como por rairse de mi:
|
 
|
'Las mujeres son todas
|
Como las mulas;
|
Yo no digo que todas,
|
Pero hay algunas | 1960
|
Que a las aves que vuelan
|
Les sacan plumas.'
|
 
|
'Hay gauchos que presumen
|
De tener damas;
|
No digo que presumen, | 1965
|
Pero se alaban,
|
Y a lo mejor los dejan
|
Tocando tablas.'
|
 
|
Se secretiaron las hembras,
|
Y yo ya me encocoré; | 1970
|
Volié la anca y le grité:
|
'Dejá de cantar...chicharra'
|
Y de un tajo a la guitarra
|
Tuitas las cuerdas corté.
|
 
|
Al grito salió de adentro | 1975
|
Un gringo con un jusil;
|
Pero nunca he sido vil,
|
Poco el peligro me espanta:
|
Ya me refalé la manta
|
Y la eché sobre el candil. | 1980
|
 
|
Gané en seguida la puerta
|
Gritando: —'Naides me ataje',
|
Y alborotao el hembraje
|
Lo que todo quedó escuro,
|
Empezó a verse en apuro | 1985
|
Mesturao con el gauchaje.
|
 
|
El primero que salió
|
Fue el cantor, y se me vino;
|
Pero yo no pierdo el tino
|
Aunque haiga tomao un trago, | 1990
|
Y hay algunos por mi pago
|
Que me tienen por ladino.
|
 
|
No ha de haber achocao otro;
|
Le salió cara la broma;
|
A su amigo, cuando toma, | 1995
|
Se le despeja el sentido,
|
Y el pobrecito había sido
|
Como carne de paloma.
|
 
|
Para prestar sus socorros
|
Las mujeres no son lerdas: | 2000
|
Antes que la sangre pierda
|
Lo arrimaron a unas pipas;
|
Ai lo dejé con las tripas
|
Como pa que hicieran cuerdas.
|
 
|
Monté y me largué a los campos | 2005
|
Más libre que el pensamiento,
|
Como las nubes al viento,
|
A vivir sin paradero;
|
Que no tiene el que es matrero
|
Nido, ni rancho, ni asiento. | 2010
|
 
|
No hay fuerza contra el destino
|
Que le ha señalao el cielo;
|
Y aunque no tenga consuelo,
|
Aguante el que está en trabajo:
|
¡Naides se rasca pa abajo | 2015
|
Ni se lonjea contra el pelo!
|
 
|
Con el gaucho desgraciao
|
No hay uno que no se entone;
|
La mesma falta lo espone
|
A andar con los avestruces: | 2020
|
Faltan otros con más luces
|
Y siempre hay quien los perdone.
|
 
|
XII
|
 
|
Yo no sé qué tantos meses
|
Esta vida me duró;
|
A veces nos obligó | 2025
|
La miseria a comer potro:
|
Me había acompañao con otros
|
Tan desgraciaos como yo.
|
 
|
Mas ¿para qué platicar
|
Sobre esos males, canejo? | 2030
|
Nace el gaucho y se hace viejo
|
Sin que mejore su suerte
|
Hasta que por ai la muerte
|
Sale a cobrarle el pellejo.
|
 
|
Pero como no hay desgracia | 2035
|
Que no acabe alguna vez,
|
Me aconteció que después
|
De sufrir tanto rigor,
|
Un amigo, por favor,
|
Me compuso con el juez. | 2040
|
 
|
Le alvertiré que en mi pago
|
Ya no va quedando un criollo;
|
Se los ha tragao el hoyo,
|
O juido, o muerto en la guerra,
|
Porque, amigo, en esta tierra | 2045
|
Nunca se acaba el embrollo.
|
 
|
Colijo que jué para eso
|
Que me llamó el juez un día
|
Y me dijo que quería
|
Hacerme a su lao venir, | 2050
|
Pa que dentrase a servir
|
De soldao de polecía.
|
 
|
Y me largó una ploclama
|
Tratandome de valiente,
|
Que yo era un hombre decente | 2055
|
Y que, dende aquel momento,
|
Me nombraba de sargento
|
Pa que mandara la gente.
|
 
|
Ansí estuve en la partida,
|
Pero, ¡qué había de mandar! | 2060
|
Anoche al irlo a tomar
|
Vide güena coyontura,
|
Y a mí no me gusta andar
|
Con la lata a la cintura.
|
 
|
.........................................
|
 
|
Ya conoce, pues, quien soy; | 2065
|
Tenga confianza conmigo;
|
Cruz le dio mano de amigo
|
Y no lo ha de abandonar;
|
Juntos podemos buscar
|
Pa los dos un mesmo abrigo. | 2070
|
 
|
Andaremos de matreros
|
Si es preciso pa salvar;
|
Nunca nos ha de faltar
|
Ni un güen pingo para juir,
|
Ni un pajal ande dormir, | 2075
|
Ni un matambre que ensartar.
|
 
|
Y cuando sin trapo alguno
|
Nos haiga el tiempo dejao,
|
Yo le pediré emprestao
|
El cuero a cualquier lobo, | 2080
|
Y hago un poncho, si lo sobo,
|
Mejor que poncho engomao.
|
 
|
Para mí la cola es pecho
|
Y el espinazo es cadera:
|
Hago mi nido ande quiera | 2085
|
Y de lo que encuentre como;
|
Me echo tierra sobre el lomo
|
Y me apeo en cualquier tranquera.
|
 
|
Y deje rodar la bola,
|
Que algún día se ha'e parar | 2090
|
Tiene el gaucho que aguantar
|
Hasta que lo trague el oyo
|
O hasta que venga algún criollo
|
En esta tierra a mandar.
|
 
|
Lo miran al pobre gaucho | 2095
|
Como carne de cogote;
|
Lo tratan al estricote;
|
Y si ansí las cosas andan
|
Porque quieren los que mandan,
|
Aguantemos azotes. | 2100
|
 
|
¡Pucha, si usté los oyera
|
Como yo, en una ocasión,
|
Tuita la conversación
|
Que con otro juez!
|
Le asiguro que esa vez | 2105
|
Se me achicó el corazón.
|
 
|
Hablaban de hacerse ricos
|
Con campos en la frontera;
|
De sacarla más ajuera
|
Donde había campos baldidos, | 2110
|
Y llevar de los partidos
|
Gente que la defendiera.
|
 
|
Todo se güelven proyectos
|
De colonias y carriles,
|
Y tirar .la plata a miles | 2115
|
En los gringos enganchaos,
|
Mientras al pobre soldao
|
Le pelan la chaucha, ¡ah viles!
|
 
|
Pero si siguen las cosas
|
Como van hasta el presente, | 2120
|
Puede ser que redepente
|
Veámos el campo disierto
|
Y blanquiando solamente
|
Los huesos de los que han muerto.
|
 
|
Hace mucho que sufrimos | 2125
|
La suerte reculativa;
|
Trabaja el gaucho y no arriba,
|
Pues a lo mejor del caso
|
Lo levantan de un sogaso
|
Sin dejarle ni saliva. | 2130
|
 
|
De los males que sufrimos
|
Hablan mucho los puebleros;
|
Pero hacen como los teros
|
Para esconder sus niditos:
|
En un lao pegan los gritos | 2135
|
Y en otro tienen los huevos.
|
 
|
Y se hacen los que no aciertan
|
A dar con la coyontura;
|
Mientras al gaucho lo apura
|
Con rigor la autoridá; | 2140
|
Ellos a la enfermedá,
|
Le están errando la cura.
|
 
|
XIII
|
 
|
MARTÍN FIERRO
|
 
|
Ya veo que somos los dos
|
Astilla del mesmo palo:
|
Yo paso por gaucho malo | 2145
|
Y usté anda del mesmo modo,
|
Y yo, pa acabarlo todo,
|
A los indios me refalo.
|
 
|
Pido perdón a mi Dios,
|
Que tantos bienes me hizo; | 2150
|
Pero dende que es preciso
|
Que viva entre los infieles,
|
Yo seré cruel con los crueles:
|
Ansí mi suerte lo quiso.
|
 
|
Dios formó lindas las flores, | 2155
|
Delicadas como son;
|
Les dio toda perfeción
|
Y cuanto él era capaz;
|
Pero al hombre le dio más
|
Cuando le dio el corazón. | 2160
|
 
|
Le dio claridá a la luz,
|
Juerza en su carrera al viento,
|
Le dio vida y movimiento
|
Dende el águila al gusano;
|
Pero más le dio al cristiano | 2165
|
Al darle el entendimiento.
|
 
|
Y aunque a las aves les dio,
|
Con otras cosas que inoro,
|
Esos piquitos como oro
|
Y un plumaje como tabla, | 2170
|
Le dio el hombre más tesoro
|
Al darle una lengua que habla.
|
 
|
Y dende que dio a las fieras
|
Esa juria tan inmensa,
|
Que no hay poder que las venza | 2175
|
Ni nada que las asombre,
|
¿Qué menos le daría al hombre
|
Que el valor pa su defensa?
|
 
|
Pero tantos bienes juntos
|
Al darle, malicio yo | 2180
|
Que en sus adentros pensó
|
Que el hombre los precisaba,
|
Que los bienes igualaban
|
Con las penas que le dio.
|
 
|
Y yo, empujao por las mías, | 2185
|
Quiero salir de este infierno;
|
Ya no soy pichón muy tierno
|
Y sé manejar la lanza,
|
Y hasta los indios no alcanza
|
La facultá del Gobierno. | 2190
|
 
|
Yo sé que allá los caciques
|
Amparan a los cristianos,
|
Y que los tratan de 'hermanos'
|
Cuando se van por su gusto.
|
¿A qué andar pasando susto...? | 2195
|
Alcemos el poncho y vamos.
|
 
|
En la cruzada hay peligros,
|
Pero ni aun esto me aterra:
|
Yo ruedo sobre la tierra
|
Arrastrao por mi destino, | 2200
|
Y si erramos el camino...
|
No es el primero que lo erra.
|
 
|
Si hemos de salvar o no,
|
De esto naides nos responde;
|
Derecho ande el sol se esconde | 2205
|
Tierra adentro hay que tirar;
|
Algún día hemos de llegar,
|
Después sabremos adonde.
|
 
|
No hemos de perder el rumbo,
|
Los dos somos güena yunta; | 2210
|
El que es gaucho va ande apunta,
|
Aunque inore ande se encuentra;
|
Pa el lao en que el sol se dentra
|
Dueblan los pastos la punta.
|
 
|
De hambre no pereceremos, | 2215
|
Pues, según otros me han dicho,
|
En los campos se hallan bichos
|
De lo que uno necesita...
|
Gamas, matacos, mulitas,
|
Avestruces y quirquinchos. | 2220
|
 
|
Cuando se anda en el disierto,
|
Se come uno hasta las colas;
|
Lo han cruzao mujeres solas,
|
Llegando al fin con salú;
|
Y ha de ser gaucho el ñandú | 2225
|
Que se escape de mis bolas.
|
 
|
Tampoco a la sé le temo,
|
Yo la aguanto muy contento:
|
Busco agua olfatiando al viento,
|
Y, dende que no soy manco, | 2230
|
Ande hay duraznillo blanco
|
Cabo y la saco al momento.
|
 
|
Allá habrá siguridá,
|
Ya que aquí no la tenemos;
|
Menos males pasaremos | 2235
|
Y ha de haber grande alegría
|
El día que nos descolguemos
|
En alguna toldería.
|
 
|
Fabricaremos un toldo,
|
Como lo hacen tantos otros, | 2240
|
Con unos cueros de potro,
|
Que sea sala y sea cocina.
|
¡Tal vez no falte una china
|
Que se apiade de nosotros!
|
 
|
Allá no hay que trabajar, | 2245
|
Vive uno como un señor;
|
De cuando en cuando, un malón,
|
Y si de él sale con vida,
|
Lo pasa echao panza arriba
|
Mirando dar güelta el sol. | 2250
|
 
|
Y ya que a juerza de golpes
|
La suerte nos dejó aflus,
|
Puede que allá veamos luz
|
Y se acaben nuestras penas:
|
Todas las tierras son güenas, | 2255
|
Vamosnós, amigo Cruz.
|
 
|
El que maneja las bolas,
|
Y que sabe echar un pial
|
O sentarse en un bagual
|
Sin miedo de que lo baje, | 2260
|
Entre los mesmos salvajes
|
No puede pasarlo mal.
|
 
|
El amor, como la guerra,
|
Lo hace el criollo con canciones;
|
A más de eso, en los malones; | 2265
|
Podemos aviarnos de algo;
|
En fin, amigo, yo salgo
|
De estas pelegrinaciones.
|
 
|
...........................................
|
 
|
En este punto el cantor
|
Buscó un porrón pa consuelo, | 2270
|
Echó un trago como un cielo,
|
Dando fin a su argumento,
|
Y de un golpe al istrumento
|
Lo hizo astillas contra el suelo.
|
 
|
'Ruempo—dijo—la guitarra | 2275
|
Pa no volverla a templar;
|
Ninguno la ha de tocar,
|
Por siguro ténganló,
|
Pues naides ha de cantar
|
Cuando este gaucho cantó.' | 2280
|
 
|
Y daré fin a mis coplas
|
Con aire de relación;
|
Nunca falta un preguntón
|
Más curioso que mujer,
|
Y tal vez quiera saber | 2285
|
Como fue la conclusión.
|
 
|
Cruz y Fierro, de una estancia
|
Una tropilla se arriaron;
|
Por delante se la echaron,
|
Como criollos entendidos, | 2290
|
Y pronto, sin ser sentidos,
|
Por la frontera cruzaron.
|
 
|
Y cuando la habían pasao,
|
Una madrugada clara
|
Le dijo Cruz que mirara | 2295
|
Las últimas poblaciones;
|
Y a Fierro dos lagrimones
|
Le rodaron por la cara.
|
 
|
Y siguiendo el fiel del rumbo
|
Se entraron en el desierto; | 2300
|
No sé si los habrán muerto
|
En alguna correría,
|
Pero espero que algún día
|
Sabré de ellos algo cierto.
|
 
|
Y ya con estas noticias | 2305
|
Mi relación acabé;
|
Por ser ciertas las conté
|
Todas las desgracias dichas:
|
Es un telar de desdichas
|
Cada gaucho que usté ve. | 2310
|
 
|
Pero ponga su esperanza
|
En el Dios que lo formó;
|
Y aquí me despido yo,
|
Que referí ansí a mi modo,
|
Males que conocen todos, | 2315
|
Pero que naides contó.
|
 
|
 
|