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Gary Cooper, nació en un rancho de Montana, el
7 de mayo de 1901, su verdadero nombre era Frank James Cooper,
su familia procedía de inmigrantes ingleses y su padre llegó
a ser un prestigioso juez de la Corte Suprema.
Durante su juventud realizó diversos trabajos entre los que destacan
el de guardabosques del parque Yellowstone, vendedor a domicilio y dibujante
del diario The Independent, ya iba para dibujante caricaturista cuando
por pura casualidad entró en el mundo del cine. Hizo unas pruebas
y logró conseguir pequeños papeles de extra en westerns.
No alcanzaría un personaje de importancia hasta su aparición
en "The Winning of Barbara Worth" (1926), un film de
Henry King que protagonizo Ronald Colman.
A Cooper le faltaba experiencia interpretativa, siempre tuvo problemas
para memorizar sus diálogos y su gestualidad era la mínima
imprescindible, por esa razón los directores con los que rodaba
por primera vez se alarmaban al comenzar el rodaje.
Este defecto pronto quedaba superado ampliamente por su magia, Gary Cooper
había nacido para aquello, lo que a otros actores les costaba realizar
con gran esfuerzo, él lo hacía de una manera instintiva,
haciendo fácil lo difícil, con una extraña manera
de hacerse con el espectador, incluso hoy día, si vemos una película
de Gary Cooper lo primero que pensaremos al ver aparecer cualquiera de
sus personajes es: " Este tipo me cae bien". Pocos actores han
conseguido esa reacción del público en toda la historia
del cine.
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