Gardel sin Medellín

Dos imágenes que dicen mucho: la última foto de su vida, tomada dentro del avión F-31 de la compañía SACO (Sociedad Aérea Colombiana). Y el mencionado avión, que truncó su destino y puso fin a una carrera maravillosa, que hubiera tenido su esplendor en Hollywood.

 

 

Mucho se ha hablado, escrito e inventado, respecto a qué hubiera sido de Gardel sino hubiese ocurrido la tragedia de Medellín.

 

Este sitio, sin ser dueño de la verdad, opinará según versiones de quienes estuvieron junto al cantante en la última época, inmediatamente anterior a la catástrofe aérea donde perdió su vida, pues en ese momento se estaba definiendo su futuro como artista.

 

Primeramente hay que dejar bien en claro que Gardel no volvía a Buenos Aires de no haber sucedido el accidente.

Luego de Colombia, restaban visitar Panamá, Cuba y México, y el artista debía volver a Nueva York, pues tenía contrato para filmar dos películas más, una en dicha ciudad y la otra en Hollywood. La gira fue un intermedio propuesto por Paramount Pictures, para ver hasta dónde llegaba la fama del cantante dentro del público hispano, teniendo en cuenta que Gardel estaba realizando su producción desde Estados Unidos.

 

Ya Paramount había dado muestras de su interés por el alcance internacional del "Rey del Tango", al incluirlo en la película-revista "Los grandes de la radio de 1936" ("Cazadores de Estrellas"), junto a actores famosos de la época.

 

Se afirmó durante mucho tiempo que Gardel iba a filmar una película en Buenos Aires, llamada "El caballo del pueblo", dada su afición por el turf, que finalmente se hizo en 1935, pero sin su actuación. Trabajaron en ella Juan Carlos Thorry, Olinda Bozán, Irma Córdoba, Pedro Quartucci y Enrique Serrano. La dirigió Manuel Romero, para los estudios Lumiton.

 

El propio Thorry se encargó de desmentir ese rumor, que duró años, argumentando que la película estaba planeada para él desde antes de morir Gardel. Además, se filmó en Argentina, y quedó claro que el cantante no iba a volver en lo inmediato a su tierra adoptiva.

 

Lo que sí está claro, pues lo narra Terig Tucci (director de la orquesta que acompañó a Gardel en Estados Unidos) en su libro "Gardel en Nueva York", (1969) es que el "Zorzal" tenía proyectado filmar en "la ciudad de los rascacielos" la película "El camino de nuestra casa", basada en el cuento homónimo del escritor argentino Evaristo Carriego, a quien Gardel y Le Pera admiraban. Pero sólo era un proyecto, aunque con posibilidades ciertas de llevarse a cabo.

 

En cuanto a las dos películas concretas que restaban rodarse, como expresábamos, una era en Nueva York (de la cual no se sabe el título), y la segunda en Hollywood, titulada "Rumba" (que igual se hizo sin Gardel, en 1935), de Paramount Pictures, dirigida por Marion Gering, con dos actores que ya eran famosos y luego lo serían más aún: George Raft y Carole Lombard (esposa de Clark Gable), junto a Jane Wyman. Todas estrellas de la empresa Paramount.

 

En esa etapa Gardel ya hubiera estado filmando en inglés, para lo cual se había estado preparando desde hacía dos años; aunque siempre destacaba que las canciones quería interpretarlas en español. Seguramente intercalaría temas en ambos idiomas, para los diversos públicos.

 

Por pertenecer al sello Paramount, Gardel hubiera tenido tenía chance de trabajar con Gary Cooper, Bing Crosby (luego admirador y coleccionista del "Mago"), Ethel Merman y varios artistas más, que luego formarían parte de la época dorada de Hollywood, en los años '40 y '50.

 

Además, no olvidemos que Gardel ya era empresario y productor de sus propias películas, financiadas y distribuidas en co-producción con Paramount Pictures. 

Tenía su propia compañía, llamada (se la conoció por tres nombres): "Exito's Productions", "Exito's Spanish Pictures" o "Exito's Corporation", con la cual planeaba construir sus futuro cinematográfico.

 

Resumiendo, todo parece indicar que, de no haber mediado Medellín, estaríamos hablando de un cantante de formación latina (más allá de nuestra convicción de su origen francés, su formación fue en Latinoamérica, evidentemente), que hubiera llegado a lo más alto de popularidad en Hollywood. Hecho más que meritorio, si tenemos en cuenta, precisamente, que procedía de una región de habla hispana, el Río de la Plata (más precisamente de Argentina), con cultura tan diferente a la norteamericana.

 

Es muy probable que hubiera ampliado sus horizontes musicales, incursionando en el género melódico norteamericano (en inglés, lógicamente), tan clásico en los musicales de Broadway y Hollywood, y hubiera estado a la altura de Bing Crosby y Frank Sinatra.

 

Son pocos los casos de latinos (en este caso latino artísticamente), sobre todo del sur de América, que han triunfado en Estados Unidos. Podemos recordar al uruguayo Alberto Vila, que llegó a filmar a principios de los años '40 con Maureen O'hara, en un fugaz pasaje por el cine norteamericano; y al argentino Fernando Lamas, quien se radicó en Los Ángeles y protagonizó varias películas, entre ellas, "La viuda alegre", junto a Lana Turner.

 

No quedan dudas de que Medellín truncó una carrera brillante, que prometía mucho todavía.

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