LUCHO BERMÚDEZ

“Vi todo yo en tí, mas nunca pensé que fueras así con nuestro querer,
por eso me fuí con mi desventura, quise olvidar las penas y no volverte a ver."

Luis Eduardo Bermúdez Acosta, nació en Carmen de Bolívar el 25 de enero de 1912

Músico por instinto, a los cinco años tocaba perfectamente el flautín a puro oído, porque sólo a los siete años empezó a aprender algo de música con su tío José María Montes quien por esa época se desempeñaba como director de la banda de música de su pueblo y quien, a esa edad, ya lo incorporó a la misma.

A los diez años ya tocaba la flauta, clarinete, trombón, y trompeta.

A los quince años era arreglista y director de “banda papayera”, se iniciaba ya como compositor con una bellísima canción, “Lágrimas de una Madre”, dedicada a su mamá.

A los 21 años organiza en Aracataca su primera orquesta: Santa Cecilia. Dos años más tarde forma en Cartagena la famosa “Orquesta del Caribe” con el cantante Cosme Leal, la que tuvo una existencia de aproximadamente tres años.

Aquí empezó una nueva etapa para Lucho, pues se dedicó a estudiar el folclor costeño, siendo el primero que transcribió para orquesta los ritmos de porro, gaita, mapalé, cumbia etc..

En 1946 viajó a Buenos Aires grabando para la RCA Victor y a su regreso fundó la “Orquesta de Lucho Bermúdez” con nueve músicos entre los que estaban grandes maestros como Alex Tovar, Luis Uribe Bueno, Gabriel Uribe, Gerardo Sansón, El Negro Viroli, Bobby Ruiz y Matilde Díaz, su esposa y cantante del grupo.

La pequeña y recién creada orquesta fué adquiriendo enorme prestigio y complementando su conformación con base en nuevos instrumentos, hasta convertirse desde esa época en la más reconocida y aplaudida orquesta bailable del país.

Fué orquesta de planta del Club San Fernando de Cali, del Hotel Granada de Bogotá, del Club Campestre de Medellín por más de 10 años, del Hotel Nutibara de la misma ciudad, y finalmente del Hotel Tequendama de Bogotá. Siempre alternaba sus funciones de director de la orquesta con las de solista del clarinete, instrumento que interpretaba magistralmente.

En uno de sus viajes a La Habana tuvo el Honor de dirigir la Orquesta del maestro compositor Ernesto Lecuona, quien fue uno de los máximos admiradores del Maestro Lucho.

No obstante ser conocido el maestro Lucho principalmente por su música “costeña” bailable: gaitas, porros, cumbias, jalaitos y tumbasones (ritmo de su creación), fué también autor y compositor de hermosos temas de nuestro folclore andino, tales como los pasillos “Pasión” y “Dos almas unidas”, compuestas a su compañera sentimental y musical de muchos años Matilde Díaz, “Tus recuerdos”, “Huracán”, “Plenilunio”, “Espíritu colombiano”, “Despedida”, “Besos olvidados” y otros, además de danzas, torbellinos, valses y otros.

En música tropical son muchísimas sus composiciones de gran éxito, dentro de las cuales podemos citar “San Fernando”, “Carmen de Bolívar”, “Salsipuedes”, “Prende la vela”, “Danza negra”, “Calamarí”, “Marbella”, “Gloria María”, “Caprichito” y muchísimas otras que a pesar del paso de los años siguen apareciendo como éxitos de todas las orquestas nacionales en cada festividad regional así como en las temporadas navideñas.

Por su gran calidad como intérprete de practicamente todos los instrumentos de viento, su permanente labor de difusión internacional de nuestra música, por la excelente orquesta de baile que durante muchísimos años mantuvo bajo su batuta, por la versatilidad de su obra como compositor y arreglista, Lucho Bermúdez es sin lugar a dudas uno de los más grandes músicos que ha producido Colombia.


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