El Sistema de Posicionamiento Global

(Global Positional System, GPS)

El GPS es un sistema espacial de radio navegación compuesto por: a) 24 satélites que circunvalan la tierra a una altura aproximada de 17,600 kilómetros y  b) una red de estaciones terrestres de recepción-transmisión.  El sistema es capaz de proporcionar información precisa acerca de la posición, intervalos de tiempo transcurridos y velocidad de una estación móvil receptora, en cualquier lugar del mundo y en cualesquiera condiciones climáticas.

Conocido en sus inicios en 1973 como NAVSTAR Global Positioning System, se hizo atractivo a una amplia gama de usuarios al superar las limitaciones de otros sistemas similares.  Se utiliza actualmente con transmisores comerciales cada vez mas pequeños y baratos (menos de 100 USD) accesibles a cualquier persona, similar en tamaño al de un teléfono móvil. 

En algunas ciudades ya se utiliza en aplicaciones muy cotidianas, como, por ejemplo,  para escribir en una pizarra electrónica colocada en la parada del autobús el tiempo que falta para que llegue el próximo vehículo. O para conocer la posición exacta de los camiones de una determinada empresa en cada instante.  También existen cursos de orientación y navegación terrestre por GPS.

Tanto Rusia como los Estados Unidos permiten el uso gratuito de sus satélites a la comunidad internacional. La organización internacional de aviación civil, así como otros grupos internacionales de usuarios han adoptado GPS y GLONASS (versión europea del GPS) como la base para un sistema civil de navegación satelital  el cual se conoce como "Global Navigation Satellite System (GNSS)".

El servicio Básico de GPS proporciona un error no mayor de 100 metros en la determinación de la posición, y puede reducirse en determinados casos hasta un mínimo de 10-15 metros.

Para lograr esto, cada uno de los 24 satélites emite una señal a los receptores en tierra. El sistema determina la localización al computar la diferencia entre el tiempo que tarda la señal desde su emisión hasta su recepción. Los satélites GPS llevan consigo relojes atómicos que proveen información precisa en cuanto al tiempo transcurrido. Una "señal de tiempo" (esto es, una marca del instante en que se envió el mensaje desde orbita) es incluida en los mensajes de GPS para que los receptores sepan cuando se envió la señal.

La señal también contiene datos que permiten a los receptores conocer la localización de los satélites y  hacer los ajustes necesarios para una mejor precisión. El receptor usa la diferencia del tiempo transcurrido entre la recepción y la emisión para computar la distancia receptor - satélite. El receptor también toma en cuenta los retrasos por propagación o por el retardo de la señal causada por la ionosfera y la troposfera.

Con la información de la distribución de tres de los satélites y la  posición de un satélite cuando la señal fue enviada, el receptor puede computar su propia posición tridimensional. Un reloj atómico sincronizado al GPS permite calcular las distancias recorridas por las tres señales. Sin embargo, al tomar esta medida de tiempo desde un cuarto satélite, el receptor se evita la necesidad de un reloj atómico. Así que el receptor utiliza cuatro satélites para computar latitud, longitud, altura y tiempo. 

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