Asociación Argentina de Filosofía Práctica

 

Boletín de septiembre del 2002

Asociación Argentina de Filosofía Práctica

 

 

Nuestra asociación busca recuperar el antiguo ideal socrático de aplicar la filosofía a la vida, promoviendo la investigación y estableciendo canales entre el conocimiento filosófico y el espacio público, de modo de contribuir de diversas maneras al bienestar social y personal.

 

Indice

 

-Cooperativas, trueque y cárceles para bebés

-Filosofía práctica en el colegio de un barrio carenciado del Gran Buenos Aires

-¿Para qué sirve la filosofía?

--Actividades de la Asociación

 

Cooperativas, trueque y cárceles para bebés

Por Roxana Kreimer

Hace diez días una planta que había quebrado en enero pasado y que producía insumos para el 75% de las heladerías y confiterías de la Argentina reabrió sus puertas dirigida por sus trabajadores. Los operarios realizan el trabajo que hicieron durante años, pero ahora se dirigen a sí mismos y conforman una cooperativa.

Cuando la fábrica cerró, los trabajadores acamparon más de dos meses en la puerta para evitar su vaciamiento. Mientras tanto, formaron la Cooperativa Vieytes Ltda. y empezaron a trabajar en un plan propio para reabrirla y retomar la producción ellos mismos.

En junio el juez que entiende en la quiebra los autorizó a que la reabran durante seis meses a cambio de un alquiler mensual. La decisión les da derecho a utilizar las instalaciones, las maquinarias y la marca Ghelco. Por tratarse de una cooperativa, el emprendimiento no admite tiempos de trabajo no remunerados (tal la definición del concepto de plus-valía). Todos cobran lo mismo y si deciden trabajar más es en beneficio de todos.

La crisis que vive la Argentina produce algunos fenómenos singulares. Ya son varias las fábricas que reabren sus puertas convertidas en cooperativas, y con frecuencia gozan sin cargo del asesoramiento de profesionales de diversas disciplinas. Encontramos que la Consultoría Filosófica tiene un lugar mucho más adecuado en experiencias de este tipo que en una de sus vertientes, la llamada "ética de la empresa", un emprendimiento que se propone resignificar a la empresa como una institución "cultural" en la que el empresario y el asalariado compartirían valores y trabajarían de manera armoniosa y creativa en un proyecto común, perspectiva a partir de la cual caerían de desuso conceptos tales como el de dominación, explotación y lucha política.

Otro fenómeno singular producido por la crisis Argentina es el Club del Trueque, una valiosa práctica que sorprendentemente muchos interpretan como un "retroceso" en los mecanismos de "evolución" del intercambio económico. Gracias al Club del Trueque un creciente número de personas se alimentan, se visten y gozan de diversos servicios. Lejos de representar un "retroceso", El Club del Trueque recupera formas de intercambio más equitativas que fueron propias del mundo premoderno. Uno de los ejes fundamentales que diferencia a la modernidad de períodos históricos anteriores es que todo lo que se consume debe ser comprado y vendido en el mercado a través de un valor universal de cambio llamado dinero. En períodos premodernos, es decir, precapitalistas, la generación de valores de uso (las verduras cultivadas en la propia huerta, la ropa o los muebles hechos en casa) convivía con la necesidad de obtener dinero (valor de cambio) para comprar aquellas cosas que no eran producidas en la esfera doméstica. La generación de valores de uso permitía además trocar los productos manufacturados en el mercado, y comprar tan sólo parte de los bienes necesarios para la subsistencia. La procesos de acumulación desmedida de capital sólo son posibles con la universalización del dinero como valor universal de cambio y mediante un proceso que expropia al trabajador moderno de sus medios de producción. La posibilidad de alternar el trueque con la necesidad de comprar productos en el mercado mediante dinero (valor de cambio) no representa una involución sino la posibilidad de una distribución más equitativa de los bienes en un proceso que impide la acumulación desmedida de capital. La ciudadanía argentina en crisis produce estas dos experiencias dignas de ser imitadas -la conformación de cooperativas y la recuperación del intercambio mediante el trueque- mientras el gobierno estudia la posibilidad de contruir nuevas cárceles, lugares que, tal como indican las estadísticas, están habitados por un ochenta por ciento de personas que han atentado contra la propiedad privada (es decir, por un ochenta por ciento de pobres), y mientras pretenden persuadirnos en nombre de la genética que la llamada "delincuencia" sería innata, una nueva vuelta de tuerca a las ideas de Lombroso, que pretendió demostrar que por la forma de la nariz o del mentón era posible saber quién se transformaría tarde o temprano en un delincuente. A este paso tal vez ya no se conciban corralitos sino modernas cárceles para bebés llamados a ser "delincuentes". Dado que el 80% de los "delincuentes" que conforman la población carcelaria atentó contra la propiedad privada, las cárceles contribuirían cada vez más a la seguridad de unos pocos en perjuicio de la seguridad de la mayoría. La multiplicación de cooperativas y el desarrollo de recursos más equitativos de intercambio económico serían dos de los numerosos antídotos necesarios para protegernos de tamaño improperio.

 

Filosofía práctica en el colegio

de un barrio carenciado del Gran Buenos Aires

 

La semana pasada un integrante de la Asociación Argentina de Filosofía Práctica fue invitado a dar una charla a un colegio secundario de un barrio carenciado del Gran Buenos Aires. La iniciativa provino del entusiasmo y la buena voluntad de la profesora de literatura, que pone toda su dedicación en ampliar el horizonte de los alumnos hacia temas que no necesariamente están incluidos en los programas escolares.

Cuando nos invita a la charla, la profesora nos cuenta que los pibes oyen canciones que promueven el robo, nos pide que "les hablemos de otro tipo de filosofía que no sea la de salir a afanar", y propone titular la charla en relación a este tema. Le respondemos que a nuestro entender ellos son las principales víctimas del robo, un robo -claro está- legal e institucionalizado. Proponemos en cambio otras consignas para la charla: "¿Por qué hay pobres?", "¿Cómo acabar con la pobreza?", "¿Para qué sirve la filosofía?" Otra profesora nos cuenta que no es infrecuente oír de boca de sus alumnos: "Disculpe que no le traje la tarea. Es que anoche tuve que salir a robar".

Cuando les preguntamos a los chicos por qué creían que existía la pobreza, estas fueron algunas de sus respuestas: "Porque los políticos roban", "Por las diferencias culturales", "Porque hay ricos", "Por los inmigrantes", "Porque siempre hubo pobres". Criticamos algunos de estos presupuestos: no siempre hubo pobres; la pobreza obedece a razones que van mucho más allá de la corrupción de los políticos; las diferencias culturales no generan pobreza, es la pobreza la que genera diferencias culturales.

Hablamos sobre el capitalismo, sobre la falsa idea liberal de que si cada uno busca su propio interés, automáticamente el conjunto se verá beneficiado. No dudamos en legitimar el asalto a un supermercado si no hay trabajo ni comida para alimentar a la familia, pero sugerimos que, fuera de esta situación, robar en forma individual es seguir el juego del sistema, utilizando su mismo mecanismo, el del "sálvese quien pueda". Salir de ese juego supone participar en la política para no ser cómplice de la mediocridad, o también, por ejemplo, generar proyectos autogestionarios como el de las cooperativas.

La experiencia fue también una buena manera de comprobar de qué modo la filosofía práctica puede ser de gran utilidad para reflexionar sobre los problemas que preocupan a los alumnos.

Nuestro propósito fue que vieran por sí mismos que estudiar filosofía no implica necesariamente estudiar la cronología de la historia filosófica. Aquí no tenemos espacio como para contar en detalle de qué modo trabajamos en la segunda parte de la charla en base a los problemas concretos que preocupan a los alumnos. Sin embargo, no queremos dejar de escribir esta crónica y pasar lista muy someramente a los temas que surgieron, y a algunos de sus posibles abordajes filosóficos.

En el viaje de ida la directora del colegio nos comenta que un problema constante en el colegio es el de las patotas de alumnos que se van a los puños cuando alguno de sus integrantes no ha sido invitado a una fiesta. A propósito de este tema hablamos del surgimiento de la filosofía en coincidencia con el orígen de la idea de democracia en la antigua Grecia: ambos presuponen la valoración de los argumentos por sobre la fuerza física, el poder del dinero o del linaje.

La profesora de historia, que es quien tiene a su cargo la clase de filosofía, tuvo la buena idea de sugerirles el día anterior que anotaran en un papelito, en forma anónima, los temas que los preocupaban.Un alumno escribió que sentía culpa por hacer decidido ir a bailar una semana después que murió su madre. Dijimos que la distracción no equivale necesariamente al olvido, que sería imposible seguir viviendo si a cada minuto tuvieramos presentes nuestras desdichas y las del mundo que nos rodea. Otros manifestaron su miedo de volver a convertirse en adictos. Dijimos que todas las culturas han tenido sustancias alucinógenas, mientras que lo característico de la nuestra es que muchas de ellas pueden provocar la muerte. A propósito de este tema, hablamos de una virtud caída en desuso, de vital importancia para la juventud, que paga con lágrimas de sangre la dificultad de ponerle límite a la omnipotencia de su deseo: la templanza o temperancia, que es la inteligente administración de los placeres, la posibilidad de apuntar a un goce pleno no comprando placeres al precio de dolores. Un alumno escribió que estaba enamorado de la profesora y que no se animaba a decírselo por miedo al rechazo. Hablamos del la idealización propia del enamoramiento y de cómo aparece planteado este tema en El banquete de Platón.Un alumno escribió que, si no corresponde a los requerimientos amorosos de una chica, ella lo considera un engreído, y si muestra interés, el deseo de estar con ella desaparece en el segundo o tercer encuentro sexual. Hablamos sobre el orgullo y sobre el tipo de amor que suele ser más frecuente en cada etapa de la vida, sobre el carácter intenso y necesariamente finito de la pasión y sobre la posibilidad de que el amor la trascienda, sin que por ello desaparezca el deseo sexual. Un alumno escribió que sentía bronca porque su madre tomaba pastillas para "sacarse" a sus futuros hermanos de la panza. Hablamos sobre la planificación familiar y sobre el significado diverso que tiene la procreación según la clase social de que se trate (en las clases populares con frecuencia la mujer siente que su identidad pasa por la maternidad). Un alumno planteó su dificultad para afrontar situaciones problemáticas sin ponerse nervioso. Hablamos sobre las objeciones que plantea Séneca en relación a la ira. Varios alumnos escribieron sobre su miedo al fracaso. Hablamos sobre la engañosa imagen de felicidad que difunden los medios, sobre la necesidad de aprender de nuestros errores y sobre cómo los problemas y las situaciones dolorosas nos abren nuevos objetos de amor y nuevas posibilidades de vida. Una adolescente escribió sobre el miedo que siente ante la posibilidad de que su madre se entere de que ya no es vírgen. Hablamos sobre la virtud de la sinceridad y sobre su inconveniencia cuando otra virtud (la justicia, la capacidad de preservar la privacidad, la autonomía) se vuelve más imperiosa. Dijimos que si bien la ética no puede carecer de principios generales, debe medirlos con la riqueza de cada situación en particular, por lo cual parecía bueno evaluar según las circunstancias concretas si se lo diría o no a su madre.

Uno de los objetivos de esta apurada crónica es el de invitar a los docentes a trabajar con los problemas de los alumnos desde la perspectiva de la filosofía práctica. Educar para la vida y no sólo para formar especialistas, tal la propuesta de la que invitamos a todos a participar.

 

¿Para qué sirve la filosofía?

 

-Para aprender a vivir, y si es posible antes de que sea demasiado tarde. Séneca criticó a la filosofía entendida como disciplina exclusivamente abstracta al escribir: "¿De qué me sirve saber dividir el campo si no sé compartirlo con mi hermano?"

-Para desconfiar de las apariencias ("No todo lo que reluce es oro" dice en este sentido un refrán popular) Para dudar hasta llegar a verdades que serán provisorias y serán reemplazadas por otras verdades. Esta práctica nos previene contra el fanatismo y nos vuelve más tolerantes. La filosofía sirve así para desarrollar la humildad y reconocer los límites de nuestro conocimiento.

-Para reconocer que en la vida todo está sujeto a cambios y que no hay nada que podamos poseer por completo.

-Para reflexionar en torno a cuestiones de valor (éticas) y para desarrollar las virtudes, que son el edificio de la ética. Por ejemplo, para aprender a ser valientes (que es capacidad de vencer el miedo y de soportar las frustraciones y circunstancias dolorosas), a ser justos, temperantes (y educar nuestro deseo).

-Para crear y clarificar conceptos. Saber, por ejemplo, que la consternación suma el dolor a la sorpresa, y que cuando cede la sorpresa suele ceder también el dolor.

-Para sacar provecho de las circunstancias adversas.

-Para reírse de uno mismo y no dramatizar las cosas en exceso (Los españoles dicen "Tomarse las cosas con filosofía")

-Para acrecentar nuestra capacidad de resolver problemas.

-Para desarrollar nuestra capacidad de organizar ideas y principios. Para encontrar diferencias no evidentes entre diversas perspectivas y elementos comunes entre perspectivas aparentemente opuestas, desarrollando la habilidad de clarificarlos comunicándolos mediante el lenguaje.

-Para reconocer que primero somos sujetos sociales, y tan sólo luego somos individuos. Nuestros problemas reconocen una matriz común. Podemos filosofar juntos y reconocernos en nuestra fragilidad y en nuestra fortaleza.

 

Actividades de la Asociación Argentina de Filosofía Práctica

 

-Nuestro boletín de agosto ha sido traducido al italiano por Salvatore Pace, un argentino que vive hace muchos años en Italia y que desarrolla diversas actividades vinculadas con la Filosofía Práctica en ese país. Queremos agradecerle a Salvatore la posibilidad de extender via Internet los lazos de comunicación con los italianos interesados en la Consultoría Filosófica.

-Estamos terminando de armar un Diccionario Bibliográfico Básico de Filosofía Práctica que en breve pondremos en nuestra página en Internet. Allí usted podrá buscar una palabra de su interés, por ejemplo, sufrimiento, y saber qué libros de filosofía contienen desarrollos que a nuestro entender vale la pena leer sobre ese tema.

- En nuestra sede, en el barrio de Belgrano (Buenos Aires, Argentina) están funcionando diversos Cafés Filosóficos.

El Café Filosófico es otra de las vertientes de la Filosofía Práctica que promueve la riqueza de la oralidad filosófica fuera de las instituciones tradicionales consagradasa la filosofía. En 1992 los llamados Cafés-Philos fueron creados en París por Marc Sautet, y desde entonces se han vuelto muy comunes en gran cantidad de países. En el Café Filosófico el coordinador pregunta a los asistentes qué tópico (o qué tópicos) desean discutir, y con una semana de antelación se decide entre todos qué tema se abordará. El coordinador es Licenciado en Filosofía, ofrece una breve presentación teórica de cada tema y contribuye a la discusión formulando preguntas.Su función es principalmente la de facilitar el diálogo y la de dar a todos la posibilidad de intervenir. En las discusiones que surgen en el Café Filosófico no se pretende arribar a una verdad única, sino reencontrar en la antigua práctica de filosofar un instrumento creativo para ampliar nuestra perspectiva sobre diversos temas. El Café Filosófico presencial se lleva a cabo semanalmente y cada encuentro dura una hora y media. Si usted está interesado escríbanos a indicando su viabilidad horaria, con la mayor amplitud posible (ejemplo: de lunes a viernes a partir de las 18hs y hasta las 23hs).

El arancel del Café Filosófico es de $50 mensuales.

 

MENÚ DEL CAFÉ FILOSÓFICO (Algunos temas sugeridos)

Las relaciones personales. La ética.

Amistad

Etica

Virtudes

Amor/ Pareja · (ver aparte)

Perdón

Sinceridad

Envidia

Sentido del humor

Sufrimiento

Resolución de problemas

Culpa

Felicidad. Alegría

Soledad

Traición

Dignidad

Avaricia

Serenidad

El carácter

Muerte

Eutanasia

Gratitud

Promesas

La conversación. Tipos de argumento. Estilos conversacionales.

El silencio.

Malentendidos

Miedo

Esperanza

Negligencia

Los plantones

Decepción

El cambio

Libertad

Edades de la vida: niñez, adolescencia, vida adulta, vejez.

Familia/hijos

La timidez. El ridículo

Responsabilidad

Compasión

Perseverancia

Autonomía

Sentido de la oportunidad

El placer

Posesión

Escándalo

Entusiasmo

La sociedad

Trabajo

Vocación/Mérito/genio

Globalización

Pobreza

Posmodernismo

Modernidad y tecnología

La idea de progreso

La democracia

La igualdad

Las utopías

La violencia

Filosofía Política

El tema de las necesidades. La sociedad de consumo.

El poder

Burocracia/Razón instrumental

Cultura de masas

La competencia

El individualismo

Filosofía de la historia

Las prisiones

El heroísmo

La fama, la idolatría

La metafísica

Dios. La religión. Las religiones (perspectivas filosóficas)

El yo (la consciencia, yo y los otros)

El azar

Cuerpo y alma

La vida

El tiempo (tiempo subjetivo, objetivo, organización del tiempo)

El arte

Filosofía y cine

Filosofía y literatura

El baile. La música

La belleza

La salud

La enfermedad

Nutrición/Actividad física/Medicina preventiva/

Iatrogenia (enfermedades producidas por la mala praxis médica)

Enfermedades producidas por el desarrollo de la civilización.

El cuidado personal

El culto al cuerpo

La locura

Filosofía de la mente

Memoria

Sueños

Emociones

Intencionalidad-Responsabilidad

Hábitos

Lenguaje

Adicciones

Aburrimiento

Melancolía

Inteligencia

Filosofía de la vida cotidiana

Mascotas

La comida

La ciudad contemporánea

El automóvil. Los medios de transporte.

El dinero

La lectura

La casa

El ocio

La diversión

Pereza

Las vacaciones. Los viajes.

El conocimiento

La verdad

Conocimiento, sabiduría, ignorancia

Las preguntas

Los prejuicios

Dudas y certezas

El sentido común

La razón

La ciencia

Amor/pareja

Buscar una relación amorosa

La seducción

Mantener una relación amorosa

El fin de la relación amorosa

Masculinidad/femineidad

Familias ensambladas

La pasión, el enamoramiento, el amor

Los celos

Vivir sin pareja

Los desacuerdos. Las discusiones.

- Nuestra asociación ofrece además servicios de Consultoría Filosófica, individual y grupal. El asesor filosófico es un profesional entrenado para acompañar al consultante en la reflexión sobre diversos tópicos que pueden abarcar desde problemas personales hasta inquietudes vinculadas con el devenir social y cultural, algunos de las cuales fueron enumerados como tópicos del Café Filosófico. Informes en filpractica@yahoo.com.ar