Cine

Otro remake, otro fiasco

Ni siquiera un buen potaje, unas patas de chivo ni un conjuro de Harry Potter logran rescatar esta cinta (la enésima) basada en una serie de televisión. Y con la talentosa Nicole Kidman en el elenco eso tiene una definición: desperdicio de dinero y de recursos.

Hechizada
(Bewitched)
Nicole Kidman, Will Farrell, Shirley McLaine, Michael Caine
Dirigida por Nora Ephron
Paramount, 2005

El cine de comedia romántica en los noventa lleva la marca de Norah Ephron. Esta cineasta neyorquina que comenzó a escribir como forma de desahogarse tras su divorcio, también dirigió joyas del género como Sleepless in Seattle y You've Got Mail, ambas protagonizadas por Tom Hanks y Meg Ryan. Sus películas no llevan más compromiso que el de entretener con un mensaje ligero --el anticorporativismo de You've got Mail, por ejemplo-- y de constituir la elección lógica cuando se va al cine en una cita. 

Una actriz que posee las características de Ryan (la chica inocente, soñadora, de buena posición económica aunque desafortunada en sus relaciones amorosas) sin duda lo es Nicole Kidman; esa había sido la inquietud de la ex del señor Cruise pero no había encontrado guiones adecuados. Finalmente quedó convencida con la que viene a ser la primera llegada en pantalla grande de una comedia que tuvo gran éxito en la televisión de los sesenta (la cual, por cierto, siempre transmitían en tándem con Mi Bella Genio). 

Hasta ahí la buena noticia pues ahora que Hollywood ha recurrido más que nunca al remake de viejas series televisivas, la tendencia es a alejarse un poco del concepto original lo cual, en otras palabras, viene a ser una historia moderna adaptada a unos personajes viejos, cuestión que en el fondo evidencia una drástica sequía de ideas originales en la Casa que Chaplin Construyó.

Quienes vean Hechizada con esperanzas de ver recreada la serie podrían llevarse un chasco. La bruja Samantha (Elizabeth Montgomery) tenía que adaptarse a la vida clasemediera promedio con su esposo Dick (Dick York, de quien, por cierto, Jim Carrey copió muchos de sus gestos) y una suegra mas difícil de erradicar que la corrupción en México. Pero la serie toma otra variante: Will Ferrell personifica a Jack Wyatt, un tipo que busca resucitar la serie y para el efecto en el casting encuentra a Isabel (Kidman). Sólo que esta es una bruja de verdad quien, como la Sabrina en los cuentos de Archie, se avergüenza de serlo y desea seguir una vida normal.

Como parte indispensable en un guión de Epron, ambos terminan enamorándose para disgusto de la suegra (Shirley McLaine) quien ve amenazada la continuidad centenaria de hechiceras en la familia. En sus filmes anteriores, Ephron sabía llevar el ritmo de la trama pese a que sabíamos cómo terminaría (¿alguien tuvo dudas que en You've Got Mail Hanks y Ryan terminarían besándose en Central Park?); lo suyo es llenar los espacios argumentales, no las maquinaciones inesperadas. 

Pero aquí la fórmula se desbiela; la propuesta es tan corta que a la mitad buena parte de los espectadores nos preguntamos no cómo sino cuándo terminará la cinta. Son muchos los recursos aquí gastados y tan poco aprovechados que debieran servir, en caso que Hollywood actuara con lógica, para dejar en paz a la series televisivas no sólo de los 60 y 70, sino de los ochenta, como lo demuestra The Dukes of Hazzard. (Magnum, Miami Vice, Alf y La Niñera ya no deben estar muy lejos) 

Tanto McClaine como Michael Caine parecen pasarla bien en sus respectivos papeles. Pero si bien Kidman logra ciertos puntos positivos, Ferrell definitivamente queda debajo, muy por debajo, de las expectativas originales. Tal vez Hollywood creyó que con el furor de Harry Potter, Hechizada sería un hit de este verano. Pero ni los hechizos ni el Inombrable (Lord Valdemort, no Carlos Salinas) salvan a Hechizada. Por favor traigan una escoba para recoger los escombros.