La
fruta noble de San Lorenzo
Tiempo
de verano es tiempo de mango, temporada prometedora para los
productores que esperan exportar este año unas 25 mil
toneladas. Pero tienen como amenazas la falta de dinero y apoyo
gubernamental, la intriga minera, la desorganización, y
probablemente El Niño.
Por
Redacción factortierra factortierra@yahoo.es
Estos
mangos verdes serán enviados por barco a los Estados
Unidos. En el camino se pondrán amarillos y rojos,
listos para ser consumidos. Norteamérica es uno de sus
mayores mercados. |
En
Tambogrande hay mango, hay compradores, lo que falta es el
dinero. Dicen los productores que la excusa de los compradores
es la recesión, aunque la verdad podría ser el poco interés
que algunos exportadores han puesto sobre la fruta.
De
la docena de plantas procesadoras del producto, apenas dos están
pagando por una cosecha de baja calidad, debido a que el mango
está presentando manchas en proporción de 30 por cien,
según el ingeniero agrónomo Ángel Gamarra Condori.
“La
calidad es baja porque no hay asistencia por parte del
exportador”, sostiene, explicando que sólo invertir en
fumigar el producto cuesta en promedio 800 dólares americanos
por hectárea. Si la planta es adulta agregue 200 verdes más.
“Antes
los exportadores daban 400 dólares para esto”, explica
Gamarra, “pero ahora están quebradas”.
Los
exportadores son parte mayormente interesada en el proceso,
puesto que la fruta está ingresando a mercados exigentes de los
Estados Unidos, como Miami, Los Ángeles y Nueva York, y con
ciertas restricciones a la Comunidad Europea.
El
problema ahora podría ser un nuevo impuesto que se está
cobrando sobre las cajas de este producto en la Unión
Americana, y que equivale a unos seis centavos de dólar, según Bruno Fossa Villar, presidente de la Junta de
Usuarios de San Lorenzo, quien se queja de que el gravado es el
productor antes que el consumidor, como debiera ser lógico.
El
mango es fuente de trabajo masivo directo (puede mover hasta
unas 20 mil personas en una campaña) e indirecto: las cuatro
grandes proveedoras de cajas de cartón llegan a vender por cada
temporada, un promedio de siete millones. Cada caja lleva en
promedio 4,2 kilos.
Aún
así en la campaña anterior, 2000-2001, el Perú produjo 22 mil
toneladas métricas de mango, de acuerdo a las cifras oficiales,
de las que se supone que el valle frutícola de San Lorenzo
representa el 85 por ciento.
“En
principio, este año es ‘manguero’. Estoy seguro que habrá
mayor producción que la campaña anterior, pero debe aumentar
en un 20 a 25 por ciento”, dice Fossa, también productor de
mango, contradiciendo cifras más optimistas que colocan el
rendimiento de la fruta un 50 por ciento más que en la campaña
2000-2001.
En
su parcela en el sector de Malingas, en pleno valle de San
Lorenzo, Fossa arguye que no se puede pensar en un rendimiento
mayor pues los exportadores podrían pensar que nos enfrentamos
a una sobreproducción, y ello mermaría más el precio de la
fruta.
“Hay
que mirar bien los campos antes de dar una opinión”
–dice— “desde ya se están trayendo abajo el precio del
mango”.
El mango es
fuente de trabajo para familias enteras que lo cultivan,
o que se dirigen a las parcelas para extraerlos. Se
calcula que beneficia directamente a unas 20 mil
personas. |
“Una
planta noble”
El
mango es el primer cultivo frutícola del valle de San Lorenzo,
junto con el limón. La fruta amarilla ocupa unas nueve mil hectáreas,
mientras que el pequeño verde se extiende por más de seis mil
quinientas.
En
su momento, el valle llegó a producir casi 165 mil 400
toneladas, que representaron ganancias del orden de 33 millones
de dólares.
La
baja en la producción se debió en gran medida al periodo de
lluvias producido por El Niño, entre enero y abril de 1998,
cuando mucha fruta se perdió. Según Bruno Fossa, la cantidad
de mango ha ido incrementándose paulatinamente con los años, y
éste ha sido peculiarmente bueno debido a la caída de las
temperaturas a mediados de 2001.
De
hecho, el mango requiere golpes de frío nocturno para asegurar
la floración (que el año pasado comenzó en julio), y
posterior germinación y maduración, momento en que ya puede
procesarse. Abril puede ser el mes clave para saber si el año
que viene será tan bueno como éste.
“Es
una planta extremadamente noble”, dice Fossa, puesto que a
pesar de no recibir una adecuada ración de nutrientes, sigue
produciendo, aunque no en los volúmenes que cualquier productor
desearía. “Es una planta dadivosa”.
El
mango maduro se reconoce porque tiene un color amarillo o
amarillo y rojo característicos, según su especie (se dice que
hay una veintena de ellas, pero se usan más la criolla, mora,
filipina, Irwin, Haden, Kent), y su pulpa, el único insumo
hasta ahora utilizable, es totalmente amarilla.
La
fruta madura y sana con un brix de 13 grados y un pH entre 3,5 a
4,5 es lo que cualquier productor debiera obtener, aunque ello
depende de asistencia técnica, y mucha inversión, que la agricultura actual no posee, bien por desinterés del
Estado, bien por el nulo interés por parte de las grandes
financieras.
Es
más fácil que el mango sudafricano llegue con mejor precio a
Londres, teniendo menor calidad que el nuestro. Sin embargo, el
consumo norteamericano está aumentando, y la campaña debe
dirigirse a un pushing en el centro y centro sur de los
Estados Unidos.
Eso
puede solucionarse con un auto-gravamen, pero el problema es que
el agricultor no tiene dinero. Además se requeriría que las
plantas procesadoras de mango permitan trozar unos 100 a 200
kilos de la fruta, que el agricultor regalaría, con la
finalidad de que sea degustada por ese público que aún no la
conoce.
“Tiene
que entrar el Estado para que llegue a los Estados Unidos y que
los señores diplomáticos ¡se pongan a trabajar!”,
pide Bruno Fossa.
Ya
hubo acercamientos con los Gobiernos desde hace buen tiempo, e
incluso con su relativamente joven Prompex, una agencia dedicada
a la exportación de productos no tradicionales, pero no hizo
nada adecuado por impulsar al mango.
Bruno Fossa,
presidente de la Junta de Usuarios de San Lorenzo,
también es productor de mango. Sostiene que la
organización es la primera clave para mejorar la mala
situación agrícola... pero también es el primer reto. |
Presencia
cantada, rechazo unánime
Los
gremios pueden ser la solución: la Asociación de Productores
de Mango (Adepromango), podría organizarse y liderar la
apertura de mercados de su sector. El problema es que no están
organizados, sino divididos, luego que su presidente David Cruz,
se declarara a favor de la culminación del EIA de
Manhattan Sechura, en vez de realizar una consulta entre la
población para decidir si desean el proyecto minero
Tambogrande.
Factortierra
ha tratado de ubicar a Cruz pero ha sido imposible hasta el
cierre de esta edición. Sus socios lo han criticado duramente.
El
proyecto minero debe iniciarse el año entrante en la misma
ciudad de Tambogrande, y la empresa minera estaría preparando
una serie de medidas tendientes a reingresar a la zona con apoyo
del Gobierno y otras instituciones.
Una
fuente de factortierra dentro de la empresa aseguró que
esta semana dos personas, aparentemente de Canadá, han venido a
ver sus máquinas perforadoras, y se sabe que la empresa está
preparando un video corporativo con las personas que
frecuentemente beneficia para dar la impresión de que sí
cuenta con respaldo popular.
Pero
un trabajo de grupo focal aplicado en Tambogrande la semana
pasada, entre agricultores que también trabajan o cultivan
parcelas de mango, arrojó que el rechazo a Manhattan Sechura es
unánime.
Los
agricultores acusan a la empresa de estar coludida con el Estado
para obstaculizar la campaña de arroz. Bruno Fossa dice que lo
seguro es que la empresa minera sí tendrá camino libre, cuando
vea que los agricultores estén desorganizados.
Sin
el respaldo de los grandes (este año, el mango Edward descendió
de 60 centavos de dólar por kilo a 20 centavos de dólar por
kilo, en Lima, la capital), y con sólo el entusiasmo de los
habitantes, al mango no le espera un prometedor futuro.
Muchas
plantaciones de mango rodean Tambogrande y serán afectadas por
la explotación minera, aunque dos funcionarios del Ministerio
de Energía y Minas que se han paseado esta semana por Piura y
Tambogrande lo han negado, diciendo que se utilizarán productos
(ácidos, no lo dijeron pero lo sabemos) para evitar que ello
suceda.
Si
bien el tema ya está en Internet, los productores aseguran que
autoridades sanitarias en otros lugares, como la FDA
estadounidense, aún no se han pronunciado.
Los
productores creen optimistamente que las pretensiones mineras
encontrarán fin este año (los ministros de Energía y Minas, y
Agricultura, son hermanos), aunque temen que el presidente
Alejandro Toledo no quiera reactivar el agro.
Para
muestra un botón. En Piura, los partidarios de dos bandos del partido gobiernista, Perú Posible, están peleando
en todos los idiomas por colocarse en puestos de mando, dejando
las prioridades regionales en tercer plano, muy a pesar de las
buenas intenciones del actual presidente del gobierno regional
de Piura, Raúl de la Cruz.
Por ahora,
una de las prioridades de los productores es el cuidado
del agua, que se traduce en la repotenciación del valle
de San Lorenzo, que se ha iniciado con reparaciones en
el reservorio del mismo nombre. Si no se moderniza la
casa de válvulas, el sistema de 45 mil hectáreas
colapsará. |
Inversiones
y amenazas
Bruno
Fossa sostiene que las tres claves para reflotar a San Lorenzo
son la organización de los agricultores, la planificación de
las estrategias para mejorar la productividad y la aplicación
de un plan de comercialización que permita el regreso de la
inversión de los agricultores.
El
plan se estrella nada más comenzada la primera fase: los
agricultores han perdido la confianza en sus dirigentes, lo que
les lleva a incumplir compromisos y hace que el plan no quede más
que en un... buen plan.
Por
ahora, se está aplicando un plan de repotenciación al valle,
gracias al aporte de un millón y medio de dólares del Banco
Mundial, que consiste en modernizar la casa de válvulas del
reservorio de San Lorenzo (“son cuarenta años que no se le ha
cambiado un solo perno”, dice Fossa) y reparar la
infraestructura mayor y menor de la colonización, lo que
requiere de algunos cortes de agua para no estropear las
reparaciones.
“Hay
muchas trabas sin sustento técnico, ni de futuro, sino de la
misma desesperación que es producto de la frustración del
agricultor”, apunta Fossa, evitando señalar personas. No
quiere ahondar el problema, insiste: “Se está aplicando la
politiquería, y hay que tener mucho cuidado porque hay que ser
serios”.
Por
ahora la amenaza sobre el mango son los reportes que esta semana
ha liberado la NOAA (Administración Nacional de Aires y Océanos,
de los Estados Unidos), y que anuncian a El Niño para el
siguiente verano. Los productores aún son escépticos y
prefieren esperar.
De
pronto ya se están sintiendo los primeros síntomas:
Huancabamba, en la sierra de Piura, no desciende de los 27ºC de
temperatura promedio en el día (la mayor parte, soleado) y los
20ºC por las noches, lo cual es inusual para una zona que debería
registrar por estas épocas, lluvias diarias, altas de 25ºC y
bajas de 16ºC.
En
Ayabaca, otra ciudad a mayor altura (2.715 m.s.n.m), el reporte del tiempo es
similar. Se avecina un año seco, dicen los lugareños, lo cual
significa lluvias para la costa.
Al
mango no le conviene mucha humedad porque sufrirá de hongos...
pero tampoco le conviene que nadie le preste el apoyo adecuado,
siendo la fruta emblemática de San Lorenzo.
Hasta
ahora el apoyo ha sido el disfraz de quienes quieren imponer un
proyecto que irremediablemente descuenta la vida de esta fruta
noble. Pero también es la promesa olvidada de quienes están
demostrando incapacidad para llevar las riendas de nuestra aún
endeble democracia.
Martha
Meier Miro-Quesada, de ecologiaaldia.com, en Lima, Sandra
Guerrero de NPC Huancabamba, NPC Tambogrande y AETS
contribuyeron con este informe.
©2002
NPC www.oocities.org/NPCcomunicaciones/NewsSupply
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