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Entrevista a Antonio Herrero, en plena ofensiva contra su persona tras un error, debido a una broma de mal gusto sobre la exministra Rosa Conde. Pidió perdón en 24 horas, pero los felipistas se agarraron como a un clavo ardiendo a ese transpiés para lanzar una ofensiva brutal contra Antonio...   (febrero de 1.998)

 

Un desafortunado comentario de Antonio Herrero
desata una nueva ofensiva del PSOE contra la COPE

Un desafortunado comentario de Antonio Herrero provocó la semana pasada las iras del partido socialista, cuyas presiones sobre la Conferencia Episcopal -accionista mayoritario de la Cadena COPE-tenían como objetivo desbancar al periodista de la dirección del segundo programa de mayor audiencia de las mañanas radiofónicas. Herrero había dicho que "Rosa Conde era la Mónica Lewinsky española", una descalificación por la que se apresuró a pedir disculpas a la interesada. Entretanto, los socialistas preguntaban al Gobierno por el dinero que la Iglesia recibe del Estado y su posible uso para financiar la COPE. Tras desaprobar públicamente la actitud de Antonio Herrero, los obispos reprochan al PSOE la utilización partidista de la polémica y denuncian la "frontal y despiada" campaña de los socialistas contra la Iglesia. Hablan de una "segunda oportunidad" para Herrero, alaban su gesto de rectificar y confían en que termine ahí el asunto. ¿Aquí paz y después gloria?

El presidente de la Conferencia Episcopal, Elías Yanes, reconocía el pasado jueves, 26 de febrero, que "no se pueden justificar los insultos en ninguna empresa mediática", si bien añadía que "los insultos aquí están muy repartidos". Según escribía el diario El Mundo en su edición del mismo jueves, "los dirigentes socialistas, tan acostumbrados a difamar a sus oponentes, carecen de autoridad moral para alzar ahora la voz". Lo cierto es que las actas parlamentarias de los últimos veinte años están plagadas de descalificaciones y los políticos, de uno y otro bando, han inundado de dardos dialécticos las hemerotecas de la democracia. Sin ir más lejos, el insultómetro de la última campaña electoral, celebrada en marzo de 1996, recogió lindezas como las que siguen: Leguina llamó a Anguita "gilipollas"; Ramallo dijo de González que parecía "un coche viejo que pierde aceite" y Durán i Lleida calificó a Serra (Narcis) como "el hombre de las cuchilladas". ¿No fue Juan Manuel Eguiagaray quien la semana pasada respondió a Antonio Herrero con epítetos como abyecto, zafio, injurioso o calumniador?

"En La Mañana -dice Antonio Herrero- se denuncian muchas de las tropelías que se están haciendo bajo la aparencia del periodismo y, día a día, se pone en evidencia a una lista de personas que encabezan Polanco, Cebrián y otros, que en estos años han cometido o encubierto todo tipo de fechorías".

-Habla usted de Polanco y Cebrián cuando la ofensiva ha sido liderada por representantes del grupo socialista...

-El partido socialista es una empresa más del multimedia PRISA.

-¿Qué grado de participación otorga al Grupo PRISA en la polémica organizada en torno a usted?

-El 95%. Lo que ha ocurrido estos días respecto a Rosa Conde ha sido un montaje del Grupo PRISA, que aprovechó una frase mía para convertirla en una polémica. Movió a los diputados socialistas y movió a sus periodistas en el Congreso, para organizar un escándalo de manera totalmente artificial. Que le cuenten los periodistas que trabajan para PRISA cómo les dieron órdenes para moverse... No hay que olvidar que Polanco es un personaje socialmente pernicioso, que sólo puede enmarcarse en la época de Mario Conde, Roldán, Javier de la Rosa..., ese tipo de gente. Polanco es el clásico hombre que, envuelto en la aureola del poder, es adorado y temido por todos, y que no ha acabado como algunos a los que he citado porque, en su caso, se trata del propietario de poderosos medios de comunicación.

"Aznar no aceptó
el pacto de Polanco"

-Pero, ¿cree que por parte del señor Polanco hay algo más que motivaciones puramente empresariales para "arremeter" contra usted?

-Eso habría que preguntárselo a Polanco. Yo creo que Polanco ha tenido una implicación directa en tapar y ser cómplice de todo lo ocurrido en el felipismo y lo lleva hasta las últimas consecuencias, al no aceptar Aznar el pacto que le ofreció para llevarse bien y llegar a un acuerdo a espaldas de los ciudadanos.

-¿A qué pacto se refiere?

-Al acuerdo tácito, plasmado en los editoriales de El País o las opiniones de la SER, cuando estaba en el ambiente que lo que Polanco quería era llevarse bien con este Gobierno, después de un primer momento en el que, con los resultados electorales, pensaron en poner a Ruiz Gallardón de Presidente, y dar una especie de golpe de Estado encubierto... Durante mucho tiempo, nosotros hemos venido denunciando la complicidad absoluta del Grupo PRISA, es decir, del diario El País, de la Cadena SER y del propio Polanco con el felipismo y, cuando Polanco se arroja en brazos del felipismo con todas sus consecuencias, los que seguimos denunciando las consecuencias de aquella época nos convertimos también en objetivos a batir.

-¿Cúales son los últimos datos de audiencia que maneja?

-Según el último EGM, la COPE está en segunda posición, con doscientas cincuenta emisoras menos que la SER. En cuanto a programas, La Mañana está igualmente en segunda posición, detrás de Iñaki Gabilondo, pero siendo líder en el periodo informativo de seis a diez de la mañana. O sea que este programa es el líder de informativos de la radio.

-José Bono ha dicho que muchos obispos están escandalizados con usted.

-Entre ellos, el propio Bono.

-Monseñor Sánchez, Secretario General de la Conferencia Episcopal, ha pedido disculpas, ha dicho que los obispos desaprueban la actitud de Antonio Herrero, pero le dan una segunda oportunidad. ¿Se siente arropado por la Conferencia Episcopal?

-No me siento ni arropado ni desarropado. Lo que procuro es hacer bien mi trabajo y me imagino que dentro de la Conferencia Episcopal habrá opiniones para todos los gustos. Las respeto todas, pero tengo mi propio camino profesional y mi propio criterio. En cualquier caso, estoy agradecido a la Conferencia y lo estaré siempre, incluso aunque llegue un día en que me echen... En cuanto a Monseñor Sánchez, es un personaje de una categoría humana que ya la quisieran para sí muchos de los que están en la vida pública. Por mucho que diga el PSOE, creo que la COPE es una emisora inspirada en el humanismo cristiano, que dedica el 30% de su programación a asuntos religiosos, y cuyos presentadores estamos plenamente identificados con los principios de los obispos. Mi opinión del conjunto de la Conferencia, en lo que hace referencia a nuestro trabajo, es que se trata de personas serias, que obedecen a unos ideales y unos principios como no he conocido nunca, gente con un fondo muy bueno. Sólo tengo palabras de afecto y agradecimiento hacia los obispos, incluso hacia aquellos que nos critican y nos denigran, que también los hay; en caso de que no fuera así, créame que lo diría...

-¿Y qué opina, por ejemplo, de Monseñor Setién?

-Creo que es un hombre que actúa rectamente. No comparto su visión sobre el País Vasco y el terrorismo. Las opiniones de los obispos en materia política no tienen que ser tomadas como materia de fe. Pienso que Setién hace esfuerzos para que se llegue a la paz, pero personalmente creo que el camino que ha elegido no es el adecuado.

-En clara referencia a su persona, Monseñor Carles, obispo de Barcelona, ha pedido un cambio en la línea editorial de la COPE...

-La opinión de Carles es la que más me vale. Al ser una opinión crítica y descalificatoria hacia mi programa y hacia mi persona, es la que más me invita a la reflexión. Cada vez que Carles habla, para mí es una cura de humildad.

"La COPE está bien en
manos de los obispos"

-¿Cómo pueden influir en su futuro profesional las presiones que el PSOE está ejerciendo sobre la Conferencia Episcopal?

-A mí esto no me afecta nada. Yo llevo toda la vida trabajando por ser precisamente un periodista muy independiente y muy libre, recibiendo este tipo de ataques por parte de todos aquellos que han tenido poder. He sufrido ataques de Mario Conde, de Polanco, del PSOE, de Roldán, de los implicados en Filesa, de Mariano Rubio... Ningún periodista que se precie trabaja cómodamente, como lo hacen muchos, sino que trabaja con presión, pero la sobrelleva sin ningún problema. Y la Conferencia no se deja engañar por campañas.

-¿Tiene la impresión de que puede suceder algo parecido a lo que ocurrió en 1992 con Antena 3?

-Ese peligro siempre se tiene. Ninguna empresa está libre de la posiblidad de que alguien, desde fuera, intente darle un vuelco, pero ahí está la responsabilidad de los accionistas, de los gestores y de los profesionales, y su compromiso para que eso no ocurra cuando las cosas marchan bien.

-¿Piensa que puede producirse algún movimiento o variación en el accionariado de la COPE?

-Las noticias que tengo son que la Conferencia Episcopal no tiene ningún deseo de deshacerse de la COPE; que en general está contenta con la marcha de la COPE, y que lo único que le preocupa es cuando le organizan campañas de este tipo, en las que se ve obligada a decir algo. Pero sobre la composición y la propiedad, creo que la propiedad está muy bien en manos de quien está y si pudiera darle algún consejo a la Conferencia Episcopal, le diría que no se desprendiera nunca de la COPE. Porque es muy interesante que la Conferencia tenga una cadena de emisoras, estemos o no estemos los profesionales.

-José María Aznar no ha querido realizar declaraciones sobre la conspiración de Anson y Alvárez Cascos tampoco se ha pronunciado sobre su polémica con Rosa Conde. ¿Siente que el PP les está dando la espalda?

-Yo creo que el Gobierno hace bien en ocuparse de las cosas del Gobierno. Los periodistas, de las cosas de los periodistas, y PRISA, de enredar en lo que le conviene. Cada uno en su papel.

-Pero, ¿no esperaban algo de más de apoyo por parte del PP?

-¿Por qué habríamos de esperarlo...?

-Porque se supone que su "pecado" consiste en ser afines al PP...

-Nunca había oído eso de la COPE; yo creía que de lo que se nos acusaba era de rojos. No creo que Pablo Sebastián, José Luis Gutiérrez, José Luis Balbín, Antonio Romero, Paca Sauquillo, Justo Fernández, Nicolás Redondo o Martín Ferrán sean del PP. Aquí sólo hacemos periodismo y contamos las cosas que pasan.

-¿En qué grado cree que están relacionadas las declaraciones de Anson con esta nueva ofensiva contra usted que, curiosamente, es quien dirige una tertulia en la que participan los "presuntos conspiradores"?

-En mi tertulia no hay ni conspiradores ni presuntos conspiradores; en mi tertulia sólo hay periodistas y comentaristas. Ante todos los juicios del GAL y la liquidación ante la Justicia de los crímenes y los abusos de poder que cometieron durante 14 años de felipismo, algunos se han puesto nerviosos y, para intentar distraer la atención de los ciudadanos, han decidido montar escándalos. En este contexto -y no en otro-hay que situar las declaraciones de Anson; su manipulación; la manipulación de mi comentario sobre Rosa Conde, etcétera. Esto no es sino un intento de organizar un escándalo que distraiga la atención y se cree el barullo que ellos necesitan para intentar justificar lo que fue injustificable.

"No todos en el PSOE
funcionan como secta"

-¿Y en qué contexto se produjo su desafortunada comparación de Rosa Conde con Mónica Lewinsky?

-En un contexto absolutamente jocoso. Fue un comentario que, en circunstancias normales, no hubiera tenido mayor trascendencia pero que algunos quisieron convertir en un hecho de gran relevancia y lo consiguieron. Que me perdone doña Rosa.

-¿Cree, como ha dicho la ex secretaria de Estado de Justicia, que rebasó usted el límite de la libertad de expresión?

-Al margen de las disculpas que he pedido, creo que lo que ha rebasado todo límite es la manipulación que desde el partido socialista y el Grupo PRISA han hecho con todo esto. Eso sí que rebasa todos los límites de lo incalificable.

-¿Cómo se explica que a las pocas horas de las declaraciones de Eguiagaray, según las cuales ningún socialista volvería a su programa, usted entrevistara a Antonio Asunción?

-Entre los socialistas no todos funcionan como una secta, sino que hay gente que tiene personalidad suficiente como para saber distinguir el trigo de la paja y saber estar a la altura de las circunstancias.

-¿Tendrá que rectificar Eguiagaray sus declaraciones?

-Creo que es mejor que no lo haga, sobre todo, tratándose de Eguiagaray... Con las burradas que dice, lo mejor es que las diga en los periódicos de sus amigos y, así, siga trabajando para el PP. 

M. ALFAGEME (revista Epoca)

 

 

        No me resisto a transcribiros un artículo bastante esclarecedor escrito por Pablo Sebastián sobre este asunto.

 

El Manantial

PABLO SEBASTIAN

 

'¡Hasta aquí hemos llegado!'

 

 

Tienen varios robos, torturas, un secuestro y 28 cadáveres sobre las mesas de disección de la Audiencia Nacional y del Tribunal Supremo (Gómez de Liaño le tomó declaración a Barrionuevo en el Congreso), y todavía, el núcleo duro felipista del PSOE tiene la poca vergüenza política de seguir armando líos por idioteces -conspiraciones y chismes de prensa impropios de una oposición democrática-.

El portavoz del PSOE Eguiagaray, la mano que mece la silla de Almunia -a ver si se cae de una vez-, ha salido con su estilo de bronquista rasgándose furioso las vestiduras porque Herrero comparó, entre bromas en la Cope, a Rosa Conde con Monica Lewinski, aunque luego le pidió disculpas y retiró la comparación.

Y tronó Eguiagaray: «¡Hasta aquí hemos llegado!». Qué miedo. Ahora sale este pájaro asombrado por los chistes de sexo y política, clamando por la dignidad e intimidad de personas. Se escandaliza escandalizando el mismo Eguiagaray, y el resto de la dirección felipista del PSOE, que hizo toda clase de soeces y repugnantes comentarios sobre el infame vídeo que montaron contra Pedro J. Ramírez. Recuérdese lo dicho por Leguina y Rodríguez Ibarra.

Lo del vídeo les pareció una broma, y eso sí que fue la canallada más grande contra la intimidad y dignidad de las personas, montada desde las mas negras terminales del felipismo, como las del entorno de Vera, personaje cuya fianza paga el partido socialista. ¿Qué dijeron Rosa Conde y Eguiagaray contra Vera y sus muchachos? Nada.

A mí, sin ir mas lejos, el inefable ex ministro de Interior Corcuera me llamó calumniosamente maricón, desde el gobierno de la nación y en el curso de una rueda de prensa oficial («pierde aceite», dijo en referencia al seudónimo de Aurora Pavón, y fue condenado por ello), sin que ni un solo dirigente del PSOE o miembro del gobierno, ni Rosa Conde o Eguiagaray, por ejemplo, salieran a pedir disculpas o denunciar semejante atropello y calumnia oficial.

Pues nada, «¡hasta aquí hemos llegado!», dice, imponiendo la ley del silencio, el bruto de Eguiagaray, miembro de esos gobiernos que espiaban, vía Cesid, la intimidad de media España, incluido el Rey. Así habla el ambicioso jefecillo -¿querrá ser el sucesor?- de un partido que insulta a diario a la prensa libre: «canallas, golpistas, sindicato del crimen, conspiradores», etcétera. Y eso, cuando no hablan de «la querida» del juez Liaño.

El cúmulo de agresiones personales del felipismo, desde la tortura, pasando por el crimen hasta el secuestro, no resiste la menor comparación con cualquier réplica seria o jocosa de la prensa democrática. ¿Que broma es esa de «¡hasta aquí hemos llegado!»? Nada de eso, tenemos que llegar hasta el final de la verdad, para que los delincuentes del felipismo acaben en la cárcel, que es donde tienen que acabar.

 

 

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