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Dormido
Sueño con que en mi se cumpla
aunque sea una vez la ley del embudo
si total ya me siento un gran boludo
al menos me merezco una mina mejor
Siempre los premios siguieron de largo
mientras dormía apoyado en un árbol
y encima parece que me vendieron
un cazador de sueños invertido
Lo mío no es mala suerte ni el destino
soy tan sólo un idiota basante dormido
y demasiado cómodo para reclamar lo mio
a nadie intereso ni como rival ni como amigo
Viví confiando en que algun dia mi suerte
me regalaría un mano a mano con arquero atado
o que con sólo un golpe al rival poder noquear
y mientras tanto seguía durmiendo, ya tenía que llegar.
Siempre soñando mis victorias sin poderlas disfrutar
seguí esperando que mi destino me hiciera ganar
No veía que era imposible que mi suerte hiciera todo
y yo sólo esperando, sin hacer nada por lograrlo.
Sólo esperando, con las mismas quejas del perdedor
Sólo soñando con que mi suerte me vista de triunfador
El mano a mano no me iba a llegar sentado en el banco
ni tampoco el cinturón de campeón sin ponerme los guantes.
Lo mío no era sólo cosa de mala suerte ni el destino
era tan sólo un idiota demasiado dormido y acomodado
como para salir a buscar el centro hasta lograr cabecearlo
ganándome mi mano a mano gambeteando al destino
Una mañana desperté dolorido y mi verdad vi al fin
mis ojos quemaban bajo el sol, mi cabeza bailaba
ahogando mis penas terminé durmiendo en el suelo
Intoxicado y desvariando, comprendí todo por mis sueños.
La buena suerte apenas acaricia al que sólo sueña con ella
pero si los sueños son tu vida no vas a sentir sus dedos
Una caricia tan suave no puede sacar a nadie del sueño
ella es demasiado sutil para acercarse si no la buscan
La suerte no busca a los triunfadores, ellos son los que buscan.
Ella abre sus brazos a los que caen luchando por abrazarla
pero no dejan su rostro hundiéndose en el barro y vuelven a pararse
Levanta tu espada y tu escudo, la vida te va a golpear muy duro
Tu suerte no vendrá a buscarte, pero está deseando abrazarte.
La vida golpea sin cesar sin ser tu enemiga ni la de tu suerte
La vida y la suerte buscan lo mismo, que dejes de soñar dormido
Para que soñando despierto sientas su caricia y sigas luchando.
matias
ariel seoane
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