La
máquina del Tiempo
(o "La
topadora del tiempo no tiene piedad")
Lugar:
un pequeño pueblo escandinavo
Tiempo: siglo IV d.c.
Según la leyenda que
cuentan los ancianos del pueblo el de la izquierda es
Pablo
"siempre quise comerme una
buena torta" Chmielewsky
y quien está a su lado
esgrimiendo su jarro de mead no es otro
que Beowulf, príncipe de Gär-Dene, al regreso de su aventura en las costas de
lo que luego se conocería como
África, sitio donde abatió a numerosos
ogros de la casta bailantera, incluyendo al dragón que criaran como mascota y
al que
entrenaban en el antiguo arte de producir melodías con sólo usar sus garras
y un rallador. Sin embargo, no salió ileso y es posible apreciar a
simple vista el efecto que las llamas del guardián causaron sobre
su piel, que jamás volvió a blanquearse.