El Testimonio de Joan Cetnar

 (la esposa de Bill)

 

Las falsas profecías

Los testigos de Jehová no eran desconocidos para nuestra familia. Mis bisabuelos, Sebastián y Catherine Kresge se hicieron "Estudiantes de la Biblia" en los años 1890 ,después de leer los libros del Pastor Russell. Dos de sus hijas se casaron con dos hermanos de la familia Howell, de los cuales uno llegó a ser mi abuelo. Mis padres son todavía testigos convencidos. En 1914 eran muy jóvenes. Vieron y pasaron a través de las falsas profecías de 1914, 1918 y 1925. Mi madre estuvo muy activa difundiendo el libro, "Millones que ahora viven no morirán jamás" que se publicó en 1920. Esta publicación predecía la resurrección de Abrahán, Isaac , Jacob y los otros grandes patriarcas del Antiguo Testamento para el año 1925. Así empezaría el establecimiento de la fase terrestre del reino en la Tierra. ¿Hasta que punto se acertó ?. El lector puede juzgar por si mismo . Le invitamos a considerar la página 76 del libro "Millones que ahora viven...."

No fue sino hasta DESPUÉS de haber dejado la Organización que me puse al corriente de todas las falsas profecías de la Sociedad.

Una vez le pregunté a mi madre si ella tenía dudas sobre la llegada de los príncipes en 1925, en cuya campaña colaboró tan activamente y ella me dijo que si tuvo dudas y añadió :"Yo no me lo creía". Esta respuesta inesperada me asombró y le dije :" ¡Tú no te lo crees AHORA pero en su momento tú tenías que creértelo!".

Recuerdo muy bien que cuando íbamos de casa en casa , la gente nos decía que nosotros ya habíamos predicho el fin del mundo y les respondíamos : "¡Eso no es cierto!". Yo me creía lo que decía, porque mis padres respondían de la misma manera sobre esta cuestión.

Mi padre fue nombrado superintendente de la congregación en el Salón del Reino de Brodheadsville en Pensylvania, hacia 1930. Crecí entre reuniones, asambleas y congresos. Estaba presente cuando se conducían los estudios bíblicos con las personas que mostraban interés y desde que me fue posible me invitaban a leer los textos y luego más tarde le ayudaba a mis padres a conducir los estudios . Todo el año , no importaba que hiciera viento o nevara , me dedicaba a predicar en las calles , de casa en casa. Quiero dejar constancia de esto para subrayar que mi fé no era pasiva.

Durante mi juventud, tuvimos muchas visitas de los hermanos de la sede central .Venían muchos betelitas y pasaban sus vacaciones en nuestra granja. Nathan Knorr y mis padres eran íntimos amigos desde hacía años . Yo lo conocía como el amigo de la familia además de como presidente de la Sociedad.

En la época en la que el saludo a la bandera era obligatorio, el director de la escuela de Chesternuthill fue muy comprensivo y permitió a los niños de los testigos ejercer su libertad de conciencia. Dos muchachos , hijos de hermanos, que habían sido expulsados de la escuela por no saludar la bandera , vinieron a nuestra escuela y se quedaron a vivir en nuestra casa. Recuerdo muy bien las burlas de los compañeros de clase al ver que yo no participaba en las fiestas , ni en nada relacionado, como los trabajos para Navidad, etc...

Los cumpleaños

En cierto sentido , nuestra familia gozó de privilegios que otros hermanos no tuvieron. Mi padre era superintendente de la congregación y además estaba muy relacionado con Betel. Quizás por eso nuestras costumbres familiares no estaban plenamente de acuerdo con las doctrinas de la Sociedad. Especialmente en el caso de los cumpleaños. Hacía muchos años que la Sociedad había prohibido la celebración de los cumpleaños, pero estaba claro que esta prohibición no aplicaba a todo el mundo. Durante toda mi infancia pude gozar de celebrar mi cumpleaños y además con un pastel. Esto fue así hasta 1949. De todos modos y a pesar de la prohibición, el hermano, Bert Cummings de Betel que nació el mismo día que yo, me siguió enviando una carta de felicitación y Max Larson, supervisor de la fábrica de Betel, me enviaba regalos a menudo por esa fecha. Muchos betelitas celebraban fiestas. Hasta 1964, cuando fui expulsada, mi madre me enviaba algo ese día.

Me bauticé a los 13 años  y serví en Betel desde los 19

Cuando cumplí los 13 años , decidí consagrar mi vida a Jehová para hacer su voluntad el resto de mi vida. En 1948 , durante la asamblea de circuito de Pensylvania mi propio padre me bautizó. Ese fue el símbolo de mi consagración. A los 16 años abandoné el instituto aunque seguí estudiando secretariado durante trece meses más , después de eso trabajé durante un año. Una de mis aspiraciones era formar parte de la familia de Betel. Me enteré por una amiga ,que una hermana de Betel se iba a ir y me dijeron si yo quería ocupar la vacante, ya que mi candidatura tenía muchas posibilidades de ser aceptada por ser mi familia muy conocida. La costumbre de la Sociedad era coger precursoras con dos o tres años de servicio, pero en Junio de 1954 fui a la asamblea de distrito de Toronto y pude asistir a una reunión de personas interesadas en el servicio de Betel. El presidente Knorr estaba allí y me preguntó :"¿De verdad quieres venir a trabajar en Betel?"
Le respondí que si y el añadió:"¿Puedes presentarte el 12 de Agosto?". Le contesté que debía primero hablar con mi jefe del trabajo pero que creía que si podía estar para esa fecha.
Estaba totalmente convencida de que la Sociedad era la Organización de Dios , no tenía ni la menor duda al respecto. Yo quería servir a Jehová de la mejor manera. Si para eso hacía falta que pasara el resto de mi vida en Betel, estaba dispuesta a ello .Incluso estaba dispuesta a renunciar a la posibilidad de casarme y criar una familia, si Dios así lo quería. En caso de casarme sería solo con un siervo de circuito o un precursor especial..


 

Betel visto desde dentro

Durante mis ocho primero meses mi trabajo consistió en la limpieza de Betel. Cada hermana tenía asignadas 20 habitaciones para limpiar y hacer las camas cada día, excepto los domingos.
Un día me dijeron que me presentara ante el hermano Larson para asignarme nuevas responsabilidades . Se me informó que desde ese momento tendría una oficina en el departamento de la correspondencia. Mi tarea consistía en abrir el correo y dirigirla a cada servicio correspondiente. A veces , yo misma debía contestar ciertas cartas y ponerles el sello con un tampón de caucho marcado con "Watchtower Bible and Tract Society'' y las referencias de mi oficina..Estaba muy contenta de servir a Jehová ( según creía) en esta posición de responsabilidad .Al cabo de unos meses me sentó muy mal que me cambiasen al departamento de revistas, porque me parecía que me estaban dejando a un lado. Yo estaba segura de haber sido fiel en la tarea que Jehová me había confiado. Además no podía comprender porque mi supervisor, el hermano Harley Miller, no había venido a darme alguna amable explicación , diciéndome las razones por la que yo no había estado a la altura de las circunstancias. Como conocía muy bien al hermano Larson desde mi juventud y era uno de los supervisores, pensé que podía discutir el tema con él. Él me explicó que mi destitución de ese puesto se debía a que yo , un día , le había puesto mala cara al hermano supervisor y eso demostraba una clara falta de respeto al hermano Miller. Más tarde llegué a saber que lo que pasaba realmente era que este hermano nunca me quiso en su departamento y no sabía como encontrar una excusa para echarme. Esa fue la primera demostración del "amor" en la Organización de Dios . Una demostración que me sacudió profundamente en mi interior.

 

Las peleas

La mayoría de las disputas entre la dirección de la Sociedad y sus subordinados ocurría en el comedor. El presidente Knorr aprovechaba su situación en la mesa para reprender por el micrófono a los que tenían diferencias con él. Una de esas peleas ocurrió entre Knorr y Colin Quakenbush, el editor de la revista "Despertad". Como resultado de esta pelea se producían continuos ataques por parte de Knorr ,que utilizaba el micro del comedor contra él. La pelea terminó removiendo a Colin de su puesto de editor de la "Despertad" y también removiéndolo de la lista de los discursantes de Betel. No conforme con eso , Knorr lo envió a un puesto manual en la fábrica , de los más duros que había , y el pobre hermano terminó por irse de Betel.
Se ha proclamado a los cuatro vientos que todo los miembros de Betel, comprendido el presidente cobraban solo 14 dólares al mes, además de alojamiento y comida. Eso es lo que se decía. Lo que no se decía era como el presidente, se las arreglaba con esos 14 dólares para mantener un Cadillac, recorrer el mundo entero , invitar a la gente a los restaurantes más lujosos y caros, e ir a las representaciones teatrales. Había gente que le daba dinero personalmente y además siempre iba en primera clase.

El apartamento del presidente

Donde más se notaba la enorme diferencia entre el nivel de vida del presidente Knorr y los demás era en su lujoso apartamento en el piso diez de Betel. ¡Qué tremendo contraste con las humildes habitaciones de los obreros!. Poco tiempo después de mi llegada a Betel, recibí la invitación para visitar al Presidente Knorr y a su esposa en el piso diez. Su apartamento era maravilloso, con obras de arte en las paredes, cocina privada, televisión y todo el confort . Por si fuera poco, el presidente tenía a un hermano de Betel para servirle personalmente y cumplía además, la función de cocinero particular. Si menciono estas cosas es para dejar claro que no debemos de ser tan inocentes de creer que una posición en la cúpula de los testigos de Jehová es un gran sacrificio. ¡Para qué quiere uno los 14 dólares si se vive como un rey!. En todo caso los 14 dólares ni siquiera se tocan .Son calderilla

Cuando abandoné Betel en 1958, después de cuatro años de servicio , junto a mi esposo Bill , hablé a mis padres de estas cosas . Les expliqué que no había visto ni el menor rasgo del amor del que tanto se cacareaba , existía en la Organización. Mis padres me decían que es necesario ser paciente porque todo se arreglaría con el tiempo, que era una situación pasajera. Personalmente estaba muy contenta de poder salir de allí. Bill y yo nos casamos en Septiembre de 1958 y fuimos muy felices viviendo con mis padres hasta el 12 de Diciembre de 1962 cuando expulsaron a Bill.
 

Expulsión e hipocresía

Quisiera contar algunos detalles de la expulsión de mi marido. Cuando él recibió una carta de la Sociedad convocándolo a una reunión, Bill me dijo que se lo comunicara a todos los miembros de la congregación que fuera posible ,para que estuvieran presentes como testigos. En la carta de la Sociedad se decía que él podía llevar a unos testigos para su defensa en la audición y eso estaba haciendo: invitando a otros a estar presentes..Se presentaron varias decenas de personas y entonces el superintendente de distrito les rechazó la entrada diciendo que debían esperar en los coches hasta el fin del interrogatorio .Como hacía mucho frío y había nieve , Bill los convenció para que dejaran que los hermanos pudieran esperar en una habitación lateral. Lo que el superintendente de distrito no sabía era que esta habitación no tenía puerta , de manera que el interrogatorio completo fue escuchado por todos. Cuándo se dio cuenta , se enfadó mucho porque hubiera preferido que el asunto fuera confidencial.
La expulsión de Bill molestó enormemente a mi padre que le dijo: "¿Y ahora, que vas a hacer?..¡Tú no te puedes quedar aquí. Ya has hecho bastante daño¡ ¿,no te parece?" Eso lo dijo porque el escándalo en la congregación era mayúsculo .Algunos de los que habían oído el caso en aquella habitación contigua, habían decidido salir de la congregación y dejaron de asistir. También muchos que no estuvieron presentes , al oír lo que estaba ocurriendo decidieron dejar la congregación y otros pidieron explicaciones de porque se expulsaba a Bill por "apostasía".¡No lo entendían!.

Uno de los que se salió fue Dawson Gillem, un vecino de mis padres desde hacía mucho tiempo. Después de la expulsión de Bill, este hermano nos invitó a visitar su granja y nos dijo que nos la regalaba. Además nos ofreció 2.500 dólares de la época, para repararla con la única condición de dejarlo vivir con nosotros el resto de sus días. Durante muchos años , Dawson no entró en el Salón del reino hasta que un verano mi padre lo chantajeó diciéndole que no le cortaría más el trigo, si él no volvía. Dawson volvió a las reuniones del Salón , sin creer nunca más que eso fuera la Organización de Dios..
A mi no me habían expulsado, por el momento, aunque estaba totalmente de acuerdo con las ideas de Bill. Mis padres, los hermanos y amigos me incitaban a permanecer fiel a la Organización y evitar la brecha en la familia. Algunos me aconsejaron abiertamente que abandonara a Bill y que ellos se ocuparían de mis necesidades, en el caso de decidir dejarlo. Ni siquiera me daban la opción de objetar a su punto de vista. Pero yo suponía que muchas cosas de nuestras doctrinas no eran del todo correctas, que había errores y equivocaciones. Más tarde llegué a darme cuenta de la veracidad de mis sospechas.

Después del ultimátum de mi padre, Bill telefoneó a su hermano de Santa Ana en California , (que también era testigo de Jehová), contándole nuestro caso. Él tenía una empresa de pintura y le ofreció a Bill que trabajara con él de pintor. Bill no tenía ninguna experiencia pintando, pero estaba dispuesto a aprender el oficio. Con esa nueva esperanza salimos para California, con el coche cargado hasta los topes, nuestro remolque y los tres niños. Cuando salíamos dejamos atrás el Salón del reino, el que conocí desde mi infancia y expresé los sentimientos de mi corazón:" ¡No quiero poner nunca más los pies aquí!"

Cuando llegamos a Santa Ana , encontramos un apartamento y Bill comenzó su nuevo trabajo de pintor con su hermano Leo. Aprendió muy rápido y al cabo de algunos años se hizo jefe de equipo. Fueron suficientes algunas conversaciones entre Bill y Leo, para que Leo cortara todo contacto con los testigos .Bill le dijo que muchos testigos tampoco estaban de acuerdo con el tema de las transfusiones pero seguían como testigos. Leo respondió que todos esos eran unos hipócritas .

Phyllis, la esposa de Leo, se dio cuenta de esta hipocresía, de este doble lenguaje y vió claramente que los dirigentes de la Sociedad eran falsos profetas porque sus predicciones del fin del mundo en 1914, 1918 y 1925 eran tatalmente falsas.

Hubo un incidente que terminó por revelar lo ridícula que es la posición de la Sociedad sobre el tema de las transfusiones. Resultó que el perro de Leo se enfermó y Phyllis ,su esposa , le puso una transfusión por consejo del veterinario. El perro se recuperó y ella no le dio la más mínima importancia .Cuando Bill se enteró le dijo a Phyllis, que ella había cometido un grave pecado a los ojos de la Sociedad, contra la ley de Dios. Ella no podía creer lo que estaba diciendo Bill asi que por consejo de este, escribió una carta a la Sociedad contándole el caso de su perro y lo que ella había hecho. La Sociedad le confirmó que "SI" había pecado .Phyllis decía que esto era ridículo. Así que volvió a escribir de nuevo preguntando si también había inconveniente cuando su gato se comía un ratón sin desangrar.¿Estaba pecando contra la ley de Dios si dejaba que el gato se lo comiera?.La respuesta aconsejaba que el deber de Phyllis era supervisar a su gato y prestar atención a su hábitos alimenticios. ¡Qué absurda posición de la Sociedad!

Al cabo de ocho meses en nuestro apartamento estuvimos en condiciones de comprarlo. Jehová nos había bendecido en nuestro camino de la fe.
En Octubre de 1963 mis padres vinieron a visitarnos para ver si yo había cambiado en mis convicciones o para intentar cambiármelas. Pero ahora yo tenía las cosas más claras. Con mis pensamientos , las tentativas de mis padres de influenciarme fracasaron estrepitosamente. Desde entonces dejaron de visitarme. Sin embargo no fui expulsada hasta que alguien se enteró que asistí a un discurso que hizo Bill sobre "Los testigos y las transfusiones". Este discurso lo hizo como invitado en una iglesia de la localidad.
Primero me visitaron el siervo de congregación y el siervo de distrito y luego dos hermanas de la congregación. La cuestión era saber si yo estaba de acuerdo con mi marido y les respondí que si. Pocos días después me dijeron que estaba expulsada, de golpe y porrazo ,por la congregación de Pensylvania .La congregación donde servía mi propio padre.

 

¿Que hacer ante una expulsión ?

Cuando se anunció mi expulsión el 7 de agosto de 1964, muchos ex-testigos y "Estudiantes de la Biblia ", que conocían nuestro caso se pusieron en contacto con nosotros. A través de ellos conocimos muchas cosas sobre la historia de la Sociedad. Estudiamos también las doctrinas de otras religiones y su relación con las enseñanzas de los testigos. Nos quedamos asombrados al descubrir en cuantas cosas se nos había engañado. Por primera vez me di cuenta que yo no era honestamente ,una "Estudiante de la Biblia", sino una estudiante de las publicaciones de la Sociedad, las cuales estudiaba antes de manera meticulosa .De hecho nunca analicé con profundidad un tema bíblico ,sola, sin esas publicaciones
Durante los cuatro años que siguieron a nuestra salida de Pensylvania, continué en contacto con mis padres a través del correo. De pronto, un día , mi madre dejó de escribir. Yo le seguía escribiendo pero mis cartas no recibían nunca respuesta. Una vez que fuimos a visitarla , ni nos dejó entrar en su casa. Solo a nuestros hijos les permitieron entrar .Hace dos años , cuando volvimos a visitarles mi madre se encontró conmigo a la puerta de la granja y le pregunté."Mamá, ¿que puedo hacer para que nos llevemos bien?. Su respuesta se puede resumir en pocas palabras :volver a la Organización. Materialmente eso sería ventajoso porque mis padres se están haciendo muy mayores , pero tanto Bill como yo no podemos volver a una organización o sistema que está tan visiblemente en el error.

Como dice Bill, cuando un testigo sale de la Organización no sabe dónde ir, por eso les cuesta tanto dejarla. Algunos salen y buscan otra organización religiosa para formar parte de algo.¿A dónde he ido yo? .A la Biblia, la auténtica Palabra de Dios y de Jesucristo nuestro salvador. El tiempo me ha demostrado que mi bienestar se apoya únicamente en Él. Todas las organizaciones están muertas para mi bienestar espiritual. Creo que es un asunto personal entre Él y yo .He llegado a comprender su amor por mi.. Me he aplicado el texto de Juan 3:16 en el que dice que tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo por nosotros, para que todo el que crea en Él se salve y tenga vida eterna.

De todas maneras, mi consejo es que, si alguien abandona a los testigos y quiere entrar en una organización religiosa, ¡que lo haga! , siempre que crea en la Biblia y con el fin de adorar y progresar espiritualmente y de gozar del compañerismo de otros cristianos . Un compañerismo que todos necesitamos.


Estoy muy agradecida a Dios por haber bendecido nuestro hogar y suministrado todo lo necesario en sentido físico y espiritual. También le estoy muy agradecida de estar más cerca de Él que hace diez años. La relación del cristiano con  Dios es siempre mucho más bella, real ,bendita y gloriosa. ¡Bendito sea su nombre!

Joan Cetnar