¿Qué tipo de ser humano egresa de las instituciones
educativas? ¿Qué características tiene?
Es dependiente, inhibido y miedoso o libre y tiene seguridad interna;
es pasivo y receptivo o un ser activo, está desvalorizado
o es ético, repetitivo o reflexivo; es obediente y poco
original o toma sus propias decisiones.
Más bien la pregunta puede ser: ¿Qué tipo de
ser humano estamos formando en las instituciones educativas? ¿Cómo
influyen los maestros en el desarrollo de los estudiantes como
persona?
Muchos maestros comentan que los alumnos no estudian y no quieren
desarrollarse dentro de la escuela, además los programas
y las políticas de las instituciones no permiten esa flexibilidad;
ellos mismos no estudiaron para ser maestros, solo recuerdan la
metodología de sus maestros para desarrollar su propia
metodología. Además están mal pagados, por
estas razones no tratan de desarrollar actitudes y valores en
sus alumnos, ni influir en su personalidad, dado lo anterior tampoco
seria su función como docentes.
Si nos enfocamos en qué esta pasando en la educación,
se nos presenta una imagen triste. La educación a nivel
mundial, en todos los niveles escolares no ha logrado los resultados
esperados. El nivel académico de los egresados se ha quedado
pobre, en cuanto al desarrollo afectivo y social no se ha logrado
educar un ser humano integral, y que es lo mas grave: la educación
dejo a los estudiantes sin ganas de aprender. ¿A qué
se debe?
Creo que en general son tres aspectos que influyen en esta situación:
1. La metodología de enseñanza-aprendizaje
2. La relación maestro-alumno
3. El ambiente de aprendizaje
La metodología usada frecuentemente es la clásica,
el maestro exponiendo y los alumnos poniendo atención.
A veces se interrumpe la exposición con dinámicas,
trabajo en grupo, pequeñas investigaciones para después
volver a la exposición del docente. No se aprenden as'
actitudes y valores, a relacionarse con sus compañeros,
a investigar etc.
La relación entre maestro y alumno en general es vertical. El maestro educa, disciplina, habla, prescribe, elige el contenido de la clase, el es el sujeto de la clase, él sabe.
El alumno es el educado, es disciplinado, solo escucha, sigue la prescripción del maestro, recibe el programa en forma de "deposito", el alumno es el objeto del proceso, él no sabe.
Así el maestro no puede ser un asesor para procesos personales
del alumno.
El ambiente del aprendizaje normalmente es frío, funcional
e impersonal. Los estudiantes entre si a veces no conocen sus
nombres, ni hablan de asuntos personales. La arquitectura y el
mobiliario no ayudan a construir un ambiente ameno. No hay afecto.
En este ambiente los alumnos no pueden desarrollarse como personas.
Llevamos una historia de siglos sin cambiar la práctica docente. Abriendo esta problemática descrita, podemos ver en el horizonte la luz de la solución:
1. Desarrollar una nueva metodología de enseñanza-aprendizaje
2. Buscar una nueva relación maestro-alumno.
3. Construir un ambiente que ayude al proceso de enseñanza-aprendizaje.
La nueva metodología deja más actividad al alumno
dentro y fuera del salón de clases: Investigar en grupos,
discusión y debates, preparación de exposiciones
orales tal vez en grupos, búsqueda de información,
elaboración de material didáctico hasta la elección
de contenidos del programa. El aprendizaje será una construcción
activa del conocimiento dentro y fuera del aula. La exposición
del maestro va a tener su lugar: será un método
entre muchos y no será el más usado.
La nueva relación entre maestros y alumnos es horizontal,
compatible y crea una buena amistad. El maestro se abstiene de
ser autoritario, posee autoridad como cualidad, y sabe hacerse
oír cada vez que vale la pena. Eso implica arriesgarse,
negociar su relación con los alumnos, pero abre el espacio
a un aprendizaje profundo, mas allá de los conocimientos
teóricos.
El ambiente ameno crece cuando maestro y alumnos, maestros y maestros,
alumnos y alumnos se conocen mejor, expresándose con autoestima
y valorando a los demás. La comunicación es amable.
La arquitectura y el mobiliario cambia, empezando con la ambientación
de las aulas existentes. El afecto es parte del proceso de enseñanza-aprendizaje.
¿Cómo cambiar?
En primer lugar hay que tomar una decisión personal. Si no eres parte de la solución, eres parte del problema.
¿Quiero cambiar como docente, como persona, quiero desarrollar
actitudes y habilidades para iniciar, asesorar, esos procesos
de aprendizaje? ¿quiero desarrollar a mis alumnos en el sentido
descrito?
Si me decido a cambiar como maestro, lógicamente va a cambiar mi entorno; busco nuevas relaciones con los alumnos y los colegas; el desarrollo en conjunto de una nueva metodología y como consecuencia va a cambiar el ambiente de aprendizaje.
Esto significa asumir la responsabilidad como docente, una responsabilidad
que no puede ser obligada desde afuera, es decisión de
cada maestra y maestro.