Sí, este país nuestro tiene solución.
Y para ello, hay que ir desenmascarando
a los que se aprovechan de los sentimientos para engordar su hacienda,
a los que "defienden Canarias" vendiéndola a trozos. Los que te
tiran al pozo y luego pretenden salvarte vendiéndote un flotador.
Tengo un amigo que le busca los tres piés a cada
noticia, y siguiéndo su línea, ante la propuesta del ayuntamiento
de Telde de Castellano de gravar con un impuesto a las grandes superficies
en defensa del pequeño y mediano comercio, voy a superarlo en posibles
explicaciones al hecho en cuestión.
Descartado que le haya dado un trozo de la Mir en su azotea
pensante, nos queda:
1) Este chico bebe, y producto de eso, este ramalazo de "asamblearismo"
defensor de causas perdidas. Vamos, que, pasada la resaca, colocará
otro hiper en Telde.
2) Se le apareció la virgen patrona del pequeño comercio, cayendo de la moto marca "será beneficioso para todos" y todos sabemos de lo piadoso que es: confesión, acto de contricción, golpe en el pecho. O sea, que si no le dan lo que pide "soliavianta al pueblo" contra los monopolios esquilmadores y tal y tal. Cuestión de mordida.
3) Le han dicho los jefes que no hay cama para tanta gente, y que una cosa es joder a un empresariado de andar por casa, casi en bata, familiar, y otra que dejen entrar a la competencia competitiva de la competencia, porque será el mismo postre a repartir entre más, y por lo tanto la parte proporcional de las migas será menos. Y las moscas CC zumbando para distraer a la gente.
4) Descubre que los directivos de la multi no votan en Telde y los ligados al pequeño comercio sí, y es hombre previsor.
Algo de todo esto debe haber, porque el espectáculo surrealista de ver a un impulsor de la invasión de los hiper convertirse en el Zorro Vengador del pequeño comercio sorprendería a cualquier habitante del planeta, excepto a un canario.
Llega la primavera, el cambio de hora y suben las temperaturas. Y las moscas CC empiezan a zumbar.
Espante esa mosca bobalicona, compadre, y mueva ficha, que nos toca.
Pablo Santana. 23/03/01