Independentistas revolucionarios; alzados solidarios.

   Cuando uno se solidariza con una lucha, una causa, un pueblo no lo hace pensando en cuanto voy a sacar, al contrario, se hace desde la reflexión de que puedo aportar, que puedo hacer por poco que sea, de que muchos pocos hacen mucho. No se hace desde el mercantilismo económico ni político, al menos no ha sido así en nuestra manera de ser como pueblo. Y así seguirá siendo.
  Nuestro pueblo a sido humilde y es desde esa humildad desde la que ha sido generosamente solidario, y tiene memoria y es desde esa memoria que no olvida que gracias a la generosidad de pueblos como los hermanos de Venezuela y Cuba entre otros se ha podido soportar la diáspora isleña sin renunciar a nuestra identidad, y saciar en algún momento el hambre física y de libertad.
   Y en esa América hermana fué donde primero prendió la llama de la liberación isleña en el corazón y mente de pioneros como Secundino Delgado, el precursor de nuestra lucha.
   Una lucha en la que, como entonces él intuyó, van  ligadas indisolublemente los aspectos de la liberación nacional con los de la justicia social.
    Se acusa a quienes desde el independentismo popular se  solidarizan con causas cercanas o lejanas geográficamente de abandonar a los necesitados de Canarias, de ser solidarios con todos menos con nuestra gente: nada más falso que estas manifestaciones, que vienen siempre del mismo sector. Y es falso porque como Secundino ligamos la liberación nacional con la social en un proyecto revolucionario. Revolucionario, sí.

   Porque para ser solidario en Canarias hay que dar voz  a los que no la tienen, hacerles conscientes de su situación y de cuáles son las soluciones, y que éstas son posibles desde la organización y la lucha junto a la mayoría del pueblo trabajador canario, pero desde ya, no posponiéndola a una milagrosa independencia graciosamente concedida ante el temor de una avalancha de comunicados o  a un proceso externo a la toma de conciencia y nivel organizativo de nuestro pueblo.

   Revolucionario, porque cambiará la forma y el fondo de la política, porque la economía estará al servicio de los intereses generales del pueblo y no al de intereses foráneos y de los grupitos de presión de la burguesía dependiente, revolucionario porque implicará una nueva relación con el medio natural, revolucionario porque establecerá nuevas formas de relación con otros pueblos con o sin estado del mundo bajo los principios del respeto a la cultura y unas nuevas relaciones económicas con nuestro entorno.

  Revolucionario en suma, porque estamos frontalmente opuestos a cualquier forma de seudo-independencia colonial basada en elementos formales que siendo importantísimos son huecos si no van acompañados de un cambio de estructuras y relaciones de poder: un compañero lo ha expresado
clara y contundentemente, "la bandera en manos de algunos se convierte en un trapo, un trapo agitado para distraernos, un trapo para amordazarnos, la enseña está en las luchas no en las componendas"

  Revolucionarios: porque somos independentistas canarios, alzados y solidarios.

  Por eso, por ser solidarios aquí y ahora, ofrecemos desde distintos colectivos unos proyectos de lucha y organización que comparten unos puntos comunes sintetizados en el vigente lema Canarias libre y socialista, que identifica al emergente Bloque Nacional Popular Canario en esta nueva etapa de lucha.
  Y es en esta brecha en el muro donde podemos coincidir, no en la espera estéril a que éste caiga al toque de trompeta de gurús y santones  del independentismo sectario.

                                                                                                    Ferza.

 (Miembro de "En lucha" )