¿Por qué los aplausos?
Yo mismo me pregunté ésto durante el comienzo de la ceremonia final del 87mo. Congreso Universal de Esperanto, realizado en la ciudad de Fortaleza (Brasil), en el mes de agosto del 2002, cuando el Dr. Renato Corsetti, presidente de la UEA, preguntó si el Sr. Ulpiano Villanueva, del Perú, estaba presente en el teatro. Cuando yo, bastante sorprendido, me mostré levantado la mano, el señor presidente pidió un fuerte aplauso para mí, una vez tras otra. Durante los minutos que duraron los aplausos, quise adivinar el por qué de este simpático gesto. Entre otros motivos, pensé si sería posible que los directivos del movimiento de alguna mabnera supieron sobre los muchos años durante los cuales busqué algún instrumento lingüístico que permitiera al hombre viajar libremente por el mundo y, después de saber que sí, esperé todavía algunos años más para poder contactar de alguna manera a las personas que hablaban este idioma(NdR:Sobre ésto último ver su ártículo en el número 1 de la Perua Esperanto Bulteno)
Pero el  Dr. Corsetti aclaró que el aplauso no era porque presidiese la Perua Esperanto Asocio, y tampoco era por ser el miembro más antiguo y de mayor edad(NdR: más de 85 años) de la Perua Movado, porque aquellas eran cosas ordinarias, el motivo de los aplausos era que yo, no teniendo suficiennte dinero par pagar un pasaje aéreo desde el Perú a Fortaleza (Brasil), a causa de la crisis económica de mi país, hice el viaje por las selvas de Perú y Brasil.Para terminar, el pidió un nuevo aplauso para mí. Cuando los aplausos terminaron, muchos  asistentes me pidieron contar ese interesante viaje; y complaciendo ese pedido, a continuación doy los detalles pedidos:
Hace muchos años que no podía viajar a los Congresos Universales de Esperanto, a causa de la desfavorable situación de mi economía, pero cuando supe que el 87mo. Congreso Universal ocurriría en Brasil, esto es, en Sudamérica, decidí participar en este evento importante. Siempre fuí aficionado a viajar, era quien en cada viaje quiere conocer lo más posible y completamente los paisajes y alrededores de los caminos utilisados. Por ésto decidí, ya que no iría al congreso por avión, aprovechar la ocasión para usar la gran red de ríos que fluyen por la inmensa llanura que es la selva de la Amazonía, en parte peruana y en parte brasileña. Me ayudó la circunstancia que fue anunciada la oportuna presencia de un grupo de turistas polacos los cuales viajarían a lo largo del Amazonas durante el mismo tiempo de mi viaje. Apenas llegaron a Lima, contacté al grupo, el cual aceptó que viajara con él. Una sorpresa muy agradable fue encontrar que uno de los miembros del grupo  era un noruego que hablaba nuestra querida y común lengua; su nombre es Sro. Snorre Benum, y para mi fue una verdadera fortuna tener la ayuda y amistad de aquel digno correligionario.  
El viaje comenzó el 20 de julio del 2002, volando a Iquitos, ciudad portuaria en el río Amazonas, la cual comparada con la ciudad que visité muchos años atrás, no mostraba ningún progreso; por ejemplo cuando mi amigo y yo quisimos cenar no encontramos ningún restorante y debimos comprar un tentenpie en un mercadito. El 21.7 fuímos aTabatinga, puerto moderno en Brasil, donde tomamos unos botecitos para visitar las tribus ¨Boras¨ y ¨Ticunas¨ en Leticia, ahora perteneciente a Colombia siendo anteriormente de Perú. Aquellos indígenas no eran más salvajes y hablaban suficientemente bien el español; ellos eran un poco bajos y delgados y viven de vender artesanias a los turistas; un paseo largo por sus caminos son aventuras cautivantes para los amantes de las emociones; por ejemplo, el puente para cruzar una brecha causada por una tempestad era casi de 15 metros de largo; este puente era un simple tronco de un arbol, tambien caído a causa de la tempestad, cuyo diametro no era más de 15 o 20 centimetros. Para no caer en el abismito tuve que ser ayudado por 2 indígenas. ¡He aqui la belleza de la selva¡
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