CO2 GRATIS

[Planta]

Las plantas como todos los seres vivos, necesitan de nutrientes apropiados poder vivir. El CO2 es uno de sus principales nutrientes y su única forma de obtenerlo es del que se encuentra disuelto en el agua. Por eso una elevada cantidad de CO2 aumenta enormemente el crecimiento.

Hablemos de cantidades

El CO2, como todos los nutrientes, puede ser perjudicial si se encuentra en exceso. Los peces son los principales afectados. Una alta concentración de CO2 ralentiza la transferencia desde la sangre del pez al agua. Eso produce en los peces una falsa sensación de asfixia. Los peces no se asfixian, pero si se estresan y acaban muriéndose.

El contenido de CO2 en un acuario vacío es de 0,5 mg/l. Este equilibrio es mantenido por intercambio con la atmósfera y en lugares contaminados puede llegar a 1 mg/l. En un acuario medianamente poblado la respiración de los peces lo sube a 2 ó 3 mg/l. Si impedimos la disipación y en un acuario bien poblado, podemos doblar esta cantidad, aunque 7 mg/l es una cantidad inferior a la ideal, pero suficiente para que casi todas nuestras plantas crezcan sin problemas.

El nivel óptimo para las plantas depende de la cantidad de nutrientes y sobre todo de la luz. En cualquier caso podemos decir que un rango de 10 a 20 mg/l es óptimo. Hasta un nivel de 35 mg/l estamos en un completo margen de seguridad y por encima de 40 mg/l nuestros peces se sentirán afectados.

Esto se resume en la siguiente tabla:

CONTENIDOS DE CO2
Acuario vacío 0,5 mg/l
Acuario vacío en una ciudad contaminada 1 mg/l
Acuario con peces 3 mg/l
Acuario sin pérdidas 7 mg/l
Ideal para las plantas 10 - 20 mg/l
Concentración segura 35 mg/l
Concentración tóxica > 40 mg/l

Concentraciones máximas

Como vemos no es aconsejable superar la cantidad de 35 mg/l. ¿Cómo sabemos que no la superaremos?. La cantidad de CO2 que se puede disolver en el agua (saturación) depende de tres factores; la temperatura que estimaremos en 25 grados centígrados, la acidez expresada en pH y la dureza carbonatada expresada en °dKH. La fórmula es: 10^(7,48-pH+@LOG(KH))

[Tabla de concentraciónes de CO2 en funcion del pH y el KH]

Los valores de esta tabla están dados para 26°C, temperatura ideal para la mayor parte de los peces, a 30°C el contenido de gases disueltos en el agua baja drásticamente. Los valores de esta tabla son muy precisos, pero las medidas de pH y KH no suelen serlo. Cuidado con la dureza pues los test de KH se ven afectados por los iones metálicos.

Como podemos ver los límites tóxicos de concentración son difíciles de superar. Para un acuario de vivíparos con un pH de 7,2 considerado ideal para estas especies, el contenido peligroso se alcanzaría con unos 20 ºdKH. Para uno de cíclidos con un pH de 8 no lo alcanzaríamos por muy dura que fuera el agua. Para los discos que, en teoría, necesitan un pH de 6.8 al necesitar agua blanda, con dureza menos de 10 ºdKH tampoco se alcanzaría el límite de toxicidad. En la práctica el límite de CO2 lo da la bajada de pH que se produce al inyectarlo.

Disminuir las pérdidas

¿Cuál es el método más barato para tener CO2 en nuestro acuario? Pues la respuesta es evidente: evitar que el que producen los peces, de forma totalmente altruista, no se escape del acuario. Como podemos apreciar en la primera tabla reduciendo las pérdidas alcanzaremos una concentración cercana al ideal y eso sin gastarnos un duro. En caso de querer alcanzar la concentración ideal necesitaremos un inyector de CO2, pero eso no nos servirá de nada si no evitamos la pérdidas.

El CO2 escapa del acuario a través de la superficie de contacto entre el aire y el agua. Por eso procederemos a:

El oxígeno

El contenido de oxígeno no disminuye por un aumento del contenido de CO2. Todo lo contrario, con abundancia de CO2, luz y nutrientes las plantas realizan tal cantidad de fotosíntesis que el agua se satura de oxígeno de tal manera que podemos observar finas hileras de burbujas.

Por este motivo no hemos de preocuparnos de la carencia de oxígeno, ya que las plantas producirán de sobra para los peces. Y sin necesidad de desgastar nuestra pobre bomba de aire.

Por la noche el proceso deja de funcionar. Las plantas dejan de producir oxígeno y pasan a consumirlo. Ademas sin luz tampoco son capaces de aprovechar el CO2. Por eso podemos llegar a niveles de oxígeno peligrosamente bajos. Para evitarlo usaremos un piedra difusora con su bomba de aire.

Si después de tres horas de oscuridad los peces boquean en la superficie, sabremos que el nivel de oxígeno es demasiado bajo. Conectaremos la bomba de aire a un reloj programador aireando el agua sin preocuparnos de las plantas, ya que sin luz no asimilan el CO2 sino que lo producen. El reloj lo programaremos para conectarse en cuanto se apagen las luces, desconectándolo una hora antes del encendido de las luces. De esa manera daremos tiempo a que el CO2 alcance una concentración adecuada en el momento de iluminación.

El pH

La inyección de CO2 afecta al pH del agua, ya que en disolución forma ácido carbónico bajándonos el pH a niveles de 5 e incluso inferiores. Sin aportes artificiales este hecho no nos debe preocupar ya que las concentraciones son demasiado bajas para provocar cambios drásticos de pH. Cuando lo inyectamos es un motivo a tener muy en cuenta.

En resumen. Suprimiendo la aireación podemos alcanzar concentraciones de CO2 cercanas a las ideales sin preocuparnos de la bajada de pH o de alcanzar concentraciones tóxicas. Es una forma sencilla y gratuita de estimular el crecimiento de nuestras plantas.

[barra de piedrecitas]

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Actualizado el 28-may-1999