Este misionero remontó al valle de Chanchamayo, desde la confluencia de los ríos
Paucartambo y Chanchamayo; y fundó la primera población con el nombre de San Buena
Ventura de Quimiri, distante a 3 Kms. de la actual ciudad de La Merced.
En el año de 1,979 a los tarmeños se les ocurre cultivar los fértiles terrenos del
Valle de Chanchamayo y, con este motivo se construye una trocha para el acceso, pues el
antiguo se había borrado por la vegetación y por causas naturales.
Después de la independencia del Perú, en el año 1,827 se inició la apertura de un
camino de herradura a expensas del erario nacional, no se terminó por falta de fondos y
seguido por trastornos políticos.
Ya en el año de 1,847 después de haber pacificado el país y estando de prefecto del
departamento de Junín Mariano Eduardo de Rivera se emprendió a costa de los vecinos y
pueblo de la provincia de Tarma la apertura de un camino entre Palca y Chanchamayo; mandó
construir en el ángulo formado por la unión de los ríos Chanchamayo y Tulumayo un
fuerte militar al que se le dio el nombre de San Ramón.
Posteriormente por orden suprema del gobierno de turno se continuó abriendo trochas al
valle de Chanchamayo para tener comunicación con tribus yaneshas y asháninkas para poder
colonizar el valle.
La aventura tuvo como protagonista a los sacerdotes franciscanos del convento de Ocopa
(Junín)
Existiendo personas de distintas nacionalidades con el deseo de establecerse en este
fértil valle para dedicarse a la agricultura, el jefe de la expedición fue el coronel
José Manuel Pereira Palomino, quién creyó por conveniente fundar un pueblo al que dio
el nombre de La Merced, el 24 de Setiembre de 1,869. La fecha de la fundación coincidió
con el dia de la Virgen de las Mercedes, Patrona de Armas del Perú y América. Desde
aquella fecha, La Merced, crece dinámicamente solventada por una agricultura próspera y
la adopción paulatina de tecnología de punta.