Joaquín Sabina


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CANCIÓN PARA LAS MANOS DE UN SOLDADO

El labrador de mi pueblo
lleva una azada en la mano
que grandes tiene las manos
el labrador de mi pueblo
cavando de sol a sol
con lluvia, nieve o calor.
El parado de mi pueblo
llena de angustia sus manos
que tristes tiene las manos
el parado de mi pueblo
dando vueltas a la noria
sin jornal y sin historia.
El alcalde de mi pueblo
lleva un bastón en las manos
que finas tiene las manos
el alcalde de mi pueblo
con su orgulloso bastón
preside la procesión.
El obrero de mi pueblo
no está en mi pueblo
ha emigrado,
sus manos amasan pan
para otros pueblos lejanos,
que lejos están las manos
del obrero de mi pueblo.
El soldado de mi pueblo
antes ha sido albañil
ahora ya no tiene pala
lleva en la mano un fusil
que frías tiene las manos
alrededor del fusil.
El cacique de mi pueblo
no vive tampoco allí
con el sudor de mi pueblo
se compró un piso en Madrid
con lo que su mano tira
cuántos podrían vivir.
Soldado, si alguna vez,
el labrador de mi pueblo
se levanta, y el obrero
se levanta, y el parado
¿qué vas ha haces tu soldado
que antes has sido albañil?
¿qué vas ha hacer con tus manos
y tu fusil?.
 

CALLE MELANCOLÍA

Como quien viaja a lomos de una yegua sombría,
por la ciudad camino, no preguntéis adónde.
Busco acaso un encuentro que me ilumine el día,
y no hallo más que puertas que niegan lo que esconden.
Las chimeneas vierten su vómito de humo
a un cielo cada vez más lejano y más alto.
Por las paredes ocres se desparrama el zumo
de una fruta de sangre crecida en el asfalto.
Ya el campo estará verde, debe ser Primavera,
cruza por mi mirada un tren interminable,
el barrio donde habito no es ninguna pradera,
desolado paisaje de antenas y de cables.
Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía.
Como quien viaja a bordo de un barco enloquecido,
que viene de la noche y va a ninguna parte,
así mis pies descienden la cuesta del olvido,
fatigados de tanto andar sin encontrarte.
Luego, de vuelta a casa, enciendo un cigarrillo,
ordeno mis papeles, resuelvo un crucigrama;
me enfado con las sombras que pueblan los pasillos
y me abrazo a la ausencia que dejas en mi cama.
Trepo por tu recuerdo como una enredadera
que no encuentra ventanas donde agarrarse, soy
esa absurda epidemia que sufren las aceras,
si quieres encontrarme, ya sabes dónde estoy.
Vivo en el número siete, calle Melancolía.
Quiero mudarme hace años al barrio de la alegría.
Pero siempre que lo intento ha salido ya el tranvía
y en la escalera me siento a silbar mi melodía
 

PONGAMOS QUE HABLO DE MADRID

Allá donde se cruzan los caminos,
donde el mar no se puede concebir,
donde regresa siempre el fugitivo,
pongamos que hablo de Madrid.
Donde el deseo viaja en ascensores,
un agujero queda para mí,
que me dejo la vida en sus rincones,
pongamos que hablo de Madrid.
Las niñas ya no quieren ser princesas,
y a los niños les da por perseguir
el mar dentro de un vaso de ginebra,
pongamos que hablo de Madrid.
Los pájaros visitan al psiquiatra,
las estrellas se olvidan de salir,
la muerte viaja en ambulancias blancas,
pongamos que hablo de Madrid.
El sol es una estufa de butano,
la vida un metro a punto de partir,
hay una jeringuilla en el lavabo,
pongamos que hablo de Madrid.
Cuando la muerte venga a visitarme,
no me despiertes, déjame dormir
aquí he vivido, aquí quiero quedarme
pongamos que hablo de Madrid.
 

REBAJAS DE ENERO

Huyendo del frío busqué en las rebajas de enero.
Y hallé una morena bajita que no estaba mal.
Cansada de tanto esperar el amor verdadero.
Le dio por poner un anuncio en la prensa local:
"Absténganse brutos y obsesos en busca de orgasmo",.
no soy dado a tales excesos, así que escribí,
"Te puedo dar todo -añadía- excepto entusiasmo",
nos vimos tres veces, la cuarta se vino a dormir.

Apenas llegó
Se instaló para siempre en mi vida.
No hay nada mejor
que encontrar un amor a medida.
Apenas llegó,
se instaló para siempre en mi vida.
No hay nada mejor
que encontrar un amor a medida.

Como otras parejas tuvimos historias de celos,
historias de gritos y besos, de azúcar y sal.
Un piso en Atocha no queda tan cerca del cielo.
Y yo, la verdad, nunca he sido un amante ideal.
Y contra pronóstico han ido pasando los años,
tenemos estufa, dos gatos y tele en color.
Si dos no se engañan, mal pueden tener desengaños...
¿emociones fuertes? Buscadlas en otra canción.
Apenas llegó,
se instaló para siempre en mi vida,
No hay nada mejor
que encontrar un amor a medida.
 

PRINCESA

Entre la cirrosis
y la sobredosis
andas siempre, muñeca.
Con tu sucia camisa
y, en lugar de sonrisa,
una especie de mueca.
¿Cómo no imaginarte,
cómo no recordarte
hace apenas dos años?
Cuando eras la princesa
de la boca de fresa,
cuando tenías aún esa forma
de hacerme daño.
Ahora es demasiado tarde, princesa.
Búscate otro perro que te ladre, princesa.
Maldito sea el gurú
que levantó entre tú
y yo un silencio oscuro,
del que ya sólo sales
para decirme, "vale,
déjame veinte duros".
Ya no te tengo miedo
nena, pero no puedo
seguirte en tu viaje.
Cuántas veces hubiera dado la vida entera
porque tú me pidieras
llevarte el equipaje.
Ahora es demasiado tarde, princesa.
Búscate otro perro que te ladre, princesa.
Tú que sembraste en todas
las islas de la moda
las flores de tu gracia,
¿cómo no ibas a verte
envuelta en una muerte
con asalto a farmacia?
¿Con qué ley condenarte
si somos juez y parte
todos de tus andanzas?
Sigue con tus movidas,
pero no pidas
que me pase la vida
pagándote fianzas.
Ahora es demasiado tarde, princesa
Búscate otro perro que te ladre, princesa
 

ASÍ ESTOY YO SIN TI

Extraño como un pato en el Manzanares,
torpe como un suicida sin vocación,
absurdo como un belga por soleares,
vacío como una isla sin Robinson,
oscuro como un túnel sin tren expreso,
negro como los ángeles de Machín,
febril como la carta de amor de un preso...,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Perdido como un quinto en día de permiso,
como un santo sin paraíso,
como el ojo del maniquí,
huraño como un dandy con lamparones,
como un barco sin polizones...,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Vencido como un viejo que pierde al tute,
lascivo como el beso del coronel,
furtivo como el Lute cuando era el Lute,
inquieto como un párroco en un burdel,
errante como un taxi por el desierto,
quemado como el cielo de Chernovil,
solo como un poeta en el aeropuerto...,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Inútil como un sello por triplicado,
como el semen de los ahorcados,
como el libro del porvenir,
violento como un niño sin cumpleaños,
como el perfume del desengaño...,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Amargo como el vino del exiliado,
como el domingo del jubilado,
como una boda por lo civil,
macabro como el vientre de los misiles,
como un pájaro en un desfile...,
así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
Más triste que un torero
al otro lado del telón de acero.
Así estoy yo, así estoy yo, así estoy yo, sin ti.
 

PACTO ENTRE CABALLEROS

No pasaba de los veinte
el mayor de los tres chicos
que vinieron a atracarme el mes pasado.
"Subvenciónanos un pico
y no te hagas el valiente
que me pongo muy nervioso si me enfado."
Me pillaron diez quinientas
y un peluco marca Omega
con un pincho de cocina en la garganta,
pero el bizco se dio cuenta
y me dijo -"oye, colega,
te pareces al Sabina ese que canta."
Era un noche cualquiera,
puede ser que fuera trece,
¿qué más da? pudiera ser que fuera martes.
Sólo se que algunas veces
cuando menos te lo esperas
el diablo va y se pone de tu parte.
-"Este encuentro hay que mojarlo
con jarabe de litrona,
compañeros antes de que cante el gallo"-
-"tranquilo, tronco, perdona,
y un trago pa celebrarlo"-
los tres iban hasta el culo de caballo.
A una barra americana
me llevaron por la cara,
no dejaron que pagara ni una ronda,
controlaban tres fulanas
pero a mi me reservaban
los encantos de "Maruja la cachonda".
Nos pusimos como motos,
con la birra y los canutos,
se cortaron de meterse algo más fuerte;
nos hicimos unas fotos
de cabina en tres minutos...,
parecemos la cuadrilla de la muerte.
Protegidos por la luna
cogieron prestado un coche,
me dejaron en mi queli y se borraron
por las venas de la noche
-"enróllate y haznos una
copla guapa de la tuyas"- me gritaron.
Me devolvieron intacto,
con un guiño mi dinero,
la cadena, la cartera y el reloj;
yo, que siempre cumplo un pacto
cuando es entre caballeros,
les tenía que escribir esta canción.
Hoy venía en el diario
el careto del más alto,
no lo había vuelto a ver desde aquel día;
escapaba del asalto
al chalé de un millonario
y en la puerta le esperó la policía.
Mucha, mucha policía...
 

¿QUIÉN ME HA ROBADO EL MES DE ABRIL?

¿Quién envenena las palabras?
¿Quién truca el dado del parchís?
¿Quién me asesina por la espalda?
¿Quién llora si me ve reir?
¿Quién va desnudo a la oficina?
¿Quién contamina mi jardín?
¿Quién ha inventado la rutina?
¿Quién me ha robado el mes de Abril?

En la posada del fracaso,
donde no hay consuelo ni ascensor,
el desamparo y la humedad
comparten colchón.
Y cuando, por la calle,
pasa la vida, como un huracán,
el hombre del traje gris
saca un sucio calendario del
bolsillo y grita:
¿quién me ha robado el mes de abril?
¿Pero cómo pudo sucederme a mí?
¿Quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón
donde guardo el corazón.

La chica de BUP casi todas
las asignaturas suspendió
el curso en que preñada
aquel chaval la dejó
Y cuando en la pizarra
pasa lista en profe de latín
lágrimas de desamor
ruedan por la página de un block
y en él escribe:
¿quién me ha robado el mes de abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí?
¿Pero quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón
donde guardo el corazón.

El marido de mi madre
que en el último tren se largó
con una peluquera
veinte años menor
y cuando exiben esas risas
de Instamatic en París,
derrotada en el sillón,
se marchita viendo Falcon Crest
mi vieja y piensa
¿quién me ha robado el mes de abril?
¿Cómo pudo sucederme a mí?
¿Pero quién me ha robado el mes de abril?
Lo guardaba en el cajón
donde guardo el corazón.
 

Y NOS DIERON LAS DIEZ

Fue en un pueblo con mar
una noche después de un concierto;
tú reinabas detrás
de la barra del único bar que vimos abierto
-"Cántame una canción
al oído y te pongo un cubata"-
-"Con una condición:
que me dejes abierto el balcón de tus ojos de gata"-
Loco por conocer
los secretos de su dormitorio
esa noche canté
al piano del amanecer todo mi repertorio.
Los clientes del bar
uno a uno se fueron marchando,
tú saliste a cerrar,
yo me dije:
"Cuidado, chaval, te estas enamorando",
luego todo pasó
de repente, su dedo en mi espalda
dibujo un corazón
y mi mano le correspondió debajo de tu falda;
caminito al hostal
nos besamos en cada farola,
era un pueblo con mar,
yo quería dormir contigo y tú no querías dormir sola...
Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al amanecer nos encontró la luna.
Nos dijimos adiós,
ojalá que volvamos a vernos.
El verano acabó
el otoño duró lo que tarda en llegar el invierno,
y a tu pueblo el azar
otra vez el verano siguiente
me llevó, y al final
del concierto me puse a buscar tu cara entre la gente,
y no halle quien de ti
me dijera ni media palabra,
parecía como si
me quisiera gastar el destino una broma macabra.
No había nadie detrás
de la barra del otro verano.
Y en lugar de tu bar
me encontré una sucursal del Banco Hispano Americano.
Tu memoria vengué
a pedradas contra los cristales,
-"Se que no lo soñé"-
protestaba mientras me esposaban los municipales.
En mi declaración
alegué que llevaba tres copas
y empecé esta canción
en el cuarto donde aquella vez te quitaba la ropa
Y nos dieron las diez y las once, las doce y la una
y las dos y las tres
y desnudos al amanecer nos encontró la luna.
 

AMOR SE LLAMA AL JUEGO

Hace demasiados meses
que mis payasadas no provocan tus
ganas de reír.
No es que ya no me intereses
pero el tiempo de los besos y el sudor
es la hora de dormir.
Duele verte removiendo
la cajita de cenizas que el placer
tras de si dejó.
Mal y tarde estoy cumpliendo
la palabra que te di cuando juré
escribirte una canción.
Un Dios triste y envidioso
nos castigó
por trepar juntos al árbol
y atracarnos con la flor de la pasión
por probar aquel sabor.
El agua apaga el fuego
y al ardor los años,
amor se llama al juego
en el que un par de ciegos
juegan a hacerse daño.
Y cada vez peor
y cada vez más rotos
y cada vez más tu
y cada vez más yo
sin rastro de nosotros.
Ni inocentes ni culpables
corazones que desbroza el temporal,
carnes de cañón.
No soy yo, ni tu, ni nadie,
son los dedos miserables que le dan
cuerda a mi reloj.
Y no hay lagrimas
que valgan para volver
a meternos en el coche
donde aquella noche
en pleno carnaval
te empecé a desnudar.
El agua apaga el fuego
y al ardor los años,
amor se llama el fuego
en el que un par de ciegos
juegan a hacerse daño.
Y cada vez peor
y cada vez más rotos
y cada vez más tu
y cada vez más yo
sin rastro de nosotros.
 

ESTA NOCHE CONTIGO

Que no arranquen los coches,
que se detengan todas las factorías,
que la ciudad se llene de largas noches
y calles frías.
Que se enciendan las velas,
que cierren los teatros y los hoteles,
que se queden dormidos los centinelas
en los cuarteles.
Que se mojen las balas,
que se borren las fotos de las revistas,
que se coman a besos las colegialas
a los artistas.
Que se toque la gente,
que no lleguen los trenes a la frontera,
que sean cariñosas con los clientes
las camareras.
Porque voy a salir esta noche contigo
se quedaran sin beatos las catedrales
y seremos dos gatos al abrigo
de los portales.
Que se enfaden las flores,
que vuelvan las cigüeñas al calendario,
que sufran por amores los dictadores
y los notarios.
Que se muera el olvido,
que se escondan las llaves de los juzgados,
que se acuerde Cupido de los maridos
abandonados.
Porque voy a salir esta noche contigo
se quedaran sin coartada los criminales
y serás mi invitada en paraísos
artificiales
Cuando llegue por fin mi mensaje
a tus manos en la gasolinera
vieja esperaré;
y tomaremos juntos al abordaje
la carretera
que te conté.
Dejaremos colgada
la caprichosa luna sobre los cines
y las estatuas públicas derribadas
en los jardines.
Porque voy a salir esta noche contigo
se quedaran sin medallas los generales
y seremos los gatos más canallas
de los portales.
Que se mojen las balas.
 

POR EL BULEVAR DE LOS SUEÑOS ROTOS

En el bulevar de los sueños rotos
vive una dama de poncho rojo,
pelo de plata y carne morena.
Mestiza ardiente de lengua libre,
gata valiente de piel de tigre
con voz de rayo de luna llena.
Por el bulevar de los sueños rotos
pasan de largo los terremotos
y hay un tequila por cada duda.
Cuando Agustín se sienta al piano
Diego Rivera, lápiz en mano,
dibuja a Frida Kahlo desnuda.
Se escapó de una cárcel de amor,
de un delirio de alcohol,
de mil noches en vela.
Se dejó el corazón en Madrid
¡quien supiera reír
como llora Chavela!
Por el bulevar de los sueños rotos
desconsolados van los devotos
de San Antonio pidiendo besos.
"Pónme la mano aquí Macorina"
rezan tus fieles por las cantinas,
Paloma Negra de los excesos.
Por el bulevar de los sueños rotos
moja una lágrima antiguas fotos
y una canción se burla del miedo.
Las amarguras no son amargas
cuando las canta Chavela Vargas
y las escribe un tal José Alfredo.
Se escapó de una cárcel de amor,
de un delirio de alcohol,
de mil noches en vela.
Se dejó el corazón en Madrid
¡quien supiera reír
como llora Chavela!
Las amarguras no son amargas
cuando las canta Chavela Vargas
y las escribe un tal José Alfredo.
Se escapó de una cárcel de amor,
de un delirio de alcohol,
de mil noches en vela.
Se dejó el corazón en Madrid
¡quien supiera reír
como llora Chavela!
Por el bulevar de los sueños rotos.
 

SIETE CRISANTEMOS

Si alguna vez he dado más de lo que tengo
me han dado algunas veces más de lo que doy.
Se me ha olvidado ya el lugar de donde vengo
y puede que no exista el sitio adonde voy.
A las buenas costumbres nunca me he acostumbrado,
del calor de la lumbre del hogar me aburrí.
También en el infierno llueve sobre mojado,
lo sé porque he pasado más de una noche allí.
En busca de las siete llaves del misterio,
siete versos tristes para una canción,
siete crisantemos en el cementerio,
siete negros signos de interrogación.
En tiempos tan oscuros nacen falsos profetas
y muchas golondrinas huyen de la ciudad,
el asesino sabe más de amor que el poeta
y el cielo cada vez está más lejos del mar.
Lo bueno de los años es que curan heridas,
lo malo de los besos es que crean adicción;
ayer quiso matarme la mujer de mi vida,
apretaba el gatillo... cuando se despertó.
Con siete espinas de la flor del adulterio,
siete carreteras delante de mí,
siete crisantemos en el cementerio,
siete veces no... siete veces sí.

Me enamoro de todo, me conformo con nada;
un aroma, un abrazo, un pedazo de pan
y lo que buenamente me den por la balada
de la vida privada... de Fulano de Tal.
Siete crisantemos en el cementerio,
siete despedidas en una estación,
siete crisantemos en el cementerio,
siete cardenales... en el corazón.
 

MAS DE CIEN MENTIRAS:

Tenemos memoria, tenemos amigos,
Tenemos los trenes, la risa, los bares,
Tenemos la duda y la fe, sumo y sigo,
Tenemos moteles, garitos, altares.
Tenemos urgencias, amores que matan,
Tenemos silencio, tabaco, razones,
Tenemos Venecia, tenemos Manhattan,
Tenemos cenizas de revoluciones.
Tenemos zapatos, orgullo, presente,
Tenemos costumbres, pudores, jadeos,
Tenemos la boca, la lengua, los dientes,
Saliva, cinismo, locura, deseo.
Tenemos el sexo y el rock y la droga,
Los pies en el barrio y el grito en el cielo,
Tenemos Quintero, León y Quiroga,
Y un "bisnes" pendiente con Pedro Botero.
Más de cien palabras, más de cien motivos
Para no cortarse de un tajo las venas,
Más de cien pupilas donde vernos vivos,
Más de cien mentiras que valen la pena.
Tenemos un as escondido en la manga,
Tenemos nostalgia, piedad, insolencia,
Monjas de Fellini, curas de Berlanga,
Veneno, resaca, perfume, violencia.
Tenemos un techo con libros y besos,
Tenemos el morbo, los celos, la sangre,
Tenemos la niebla metida en los huesos,
Tenemos el lujo de no tener hambre.
Tenemos talones de Aquiles sin fondos,
Ropa de domingo, ninguna bandera,
Nubes de verano, guerras de Macondo,
Setas en noviembre, fiebre en primavera.
Glorietas, revistas, zaguanes, pistolas,
"qué importa", "lo siento", "hasta siempre", "te quiero",
hinchas del Atletí, gangsters de Coppola,
verónica y cuarto de Curro Romero.
Más de cien palabras, más de cien motivos
Para no cortarse de un tajo las venas,
Más de cien pupilas donde vernos vivos,
Más de cien mentiras que valen la pena.
Tenemos el mal de la melancolía,
La sed y la rabia, el ruido y las nueces,
Tenemos el agua y, dos veces al día,
El santo milagro del pan y los peces.
Tenemos Lolítas, tenemos donjuanes;
Lennon y McCartney, Gardel y LePera;
Tenemos horóscopos, Biblias, Coranes,
Ramblas en la luna, vírgenes de cera.
Tenemos naufragios soñados en playas
De islotes sin nombre ni ley ni rutina,
Tenemos heridas, tenemos medallas,
Laureles de gloria, coronas de espinas.
Más de cien palabras, más de cien motivos
Para no cortarse de un tajo las venas,
Más de cien pupilas donde vernos vivos,
Más de cien mentiras que valen la pena.
Tenemos caprichos, muñecas hinchables,
Ángeles caídos, barquitos de vela,
Pobres exquisitos, ricos miserables,
Ratoncitos Pérez, dolores de muelas.
Tenemos proyectos que se marchitaron,
Crímenes perfectos que no cometimos,
Retratos de novias que nos olvidaron
Y un alma en oferta que nunca vendimos.
Tenemos poetas, colgados, canallas,
Quijotes y Sanchos, Babel y Sodoma,
Abuelos que siempre ganaban batallas,
Caminos que nunca llevaban a Roma.
Más de cien palabras, más de cien motivos
Para no cortarse de un tajo las venas,
Más de cien pupilas donde vernos vivos,
Más de cien mentiras que valen la pena.
 

GANAS DE...

Hierven los clubs y los adolescentes
comen pastillas de colores.
Harto de malvivir el siglo veinte
muere de mal de amores.
Los hechiceros de la tribu resucitan
para invertir en mis pecados
y hacen los traficantes de estampitas
su agosto en el supermercado.
Y la mentira vale más que la verdad
y la verdad es un castillo de arena
y por las autopistas de la libertad
nadie se atreve a conducir sin cadenas.
Y yo me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte que
te quiero
y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí
y que prefiero la guerra contigo al invierno sin tí.
Cada mañana salto de la cama
pisando arenas movedizas,
cuesta vivr cuando lo que se ama
se llena de ceniza
Y por las calles vaga solo el corazón
sin un mal beso que llevarse a la boca
y sopla el viento frío de la humillación
envileciendo cada cuerpo que toca.
Y yo me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte
que te quiero
y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí
y que prefiero la guerra contigo al invierno sin tí.
Y yo me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte que
me muero de
ganas de decirte
que te quiero
y que no quiero que venga el destino a vengarse de mí
y que prefiero la guerra contigo al invierno sin tí.
 

CONTIGO

Yo no quiero un amor civilizado,
con recibos y escena del sofá;
yo no quiero que viajes al pasado
y vuelvas del mercado
con ganas de llorar.
Yo no quiero vecinas con pucheros;
yo no quiero sembrar ni compartir;
yo no quiero catorce de febrero
ni cumpleaños feliz.
Yo no quiero cargar con tus maletas;
yo no quiero que elijas mi champú;
yo no quiero mudarme de planeta,
cortarme la coleta,
brindar a tu salud.
Yo no quiero domingos por la tarde;
yo no quiero columpio en el jardín;
lo que yo quiero, corazón cobarde,
es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.
Yo no quiero juntar para mañana,
no me pidas llegar a fin de mes;
yo no quiero comerme una manzana
dos veces por semana
sin ganas de comer.
Yo no quiero calor de invernadero;
yo no quiero besar tu cicatriz;
yo no quiero París con aguacero
ni Venecia sin ti.
No me esperes a las doce en el juzgado;
no me digas "volvamos a empezar";
yo no quiero ni libre ni ocupado,
ni carne ni pecado,
ni orgullo ni piedad.
Yo no quiero saber por qué lo hiciste;
yo no quiero contigo ni sin ti;
lo que yo quiero, muchacha de ojos tristes,
es que mueras por mí.
Y morirme contigo si te matas
y matarme contigo si te mueres
porque el amor cuando no muere mata
porque amores que matan nunca mueren.