Rafael Alberti

Los ojos de Picasso
Juan Panadero ensalza en la memoria de José Gómez Gayoso y Antonio Seoane a los héroes caídos en la resistencia española
El Bosco


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LOS OJOS DE PICASSO
A Jaqueline
que vive siempre dentro
de los ojos del monstruo.
El ojo humano, el ojo luz,
el ojo caos, el ojo universo,
el ojo eternidad...
VICENTE HUIDOBRO
Siempre es todo ojos.
No te quita los ojos.
Se come las palabras con los ojos.
Es el siete ojos.
Es el cien mil ojos en dos ojos.

El gran mirón
como un botón marrón
y otro botón.
El ojo de la cerradura
por el que se ve la pintura.
El que te abre bien los ojos
cuando te muerde con los ojos.
El ojo de la aguja
que sólo ensarta cuando dibuja.
El que te clava con los ojos
en un abrir y cerrar de ojos.

El ojo avizor,
agresor,
abrasador,
inquisidor.
El ojo amor.
El ojo en vela,
centinela,
espuela,
candela,
el que se rebela y revela.

No cierra los ojos.
No baja los ojos.
Te quita los ojos.
Te arranca los ojos
y te deja manco
o te deja cojo.
Luego te compone
o te descompone,
la nariz te quita,
luego te la pone,
después te la quita
o te pone dos.

Ojo que te espeta,
que te desjarreta,
te agranda las tetas,
te achica las tetas,
te hace la puñeta,
te levanta el culo,
te deja sin culo,
te vuelve un alambre,
te ensarta en estambre,
te ve del revés,
todo dividido,
tundido, partido,
cosido, raído, zurzido, fluido.

Ojos animales,
letales,
mortales,
umbilicales.
Ojos cataclismo,
temblor,
terremoto,
maremoto,
abismo,
flor.

Ojos toro azul,
ojos negro toro,
ojos toro rojo.
Ojos.

Son el con y es sin,
son el sin y el con.
Con esto y sin esto,
traspuestos, opuestos,
crueles, molestos,
el sumo y el resto.

El mundo tranquilo
pendía de un hilo.
Y el desbarajuste
de la gran baraja
cortó con su filo
su pincel navaja.

Salta el mundo, vuela.
Hecho añicos canta,
relincha, arde en vela,
se espanta.

¡Afuera esos ojos!
¡Quítenme esos ojos!
¿Quién trajo esos ojos?

Yo quiero ser flor.
Pero soy un pez.
Yo quiero ser pez.
Pero soy manzana.
Quiero ser sirena.
Pero soy un gallo.
Quiero ser la noche
y soy la mañana.

Mátenme esos ojos,
virojos,
pintojos,
ojos trampantojos.

Aquí la matanza,
aquí la esperanza,
el fusilamiento,
el derrumbamiento,
la paz, la bonanza.

Ojo, que remonto plato.
Ojo, que salto hecho jarra.
Ojo, que giro paloma.
Ojo, que remonto cabra.

Vivan esos ojos.
Luz para esos ojos.
Líneas y colores
para esos dos ojos.

Todo el amor para esos ojos.
El cielo entero para esos ojos.
El mar entero para esos ojos.
La tierra entera para esos ojos.
La eternidad para esos ojos.

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JUAN PANADERO ENSALZA EN LA MEMORIA DE JOSÉ GÓMEZ GAYOSO Y ANTONIO SEOANE
A LOS HÉROES CAÍDOS EN LA RESISTENCIA ESPAÑOLA

La caja de mi guitarra
no es caja, que es calabozo,
penal donde pena España.

Las paredes de la cárcel
son de madera, madera
de donde no sale nadie.

Las cuerdas son los barrotes,
la ventanita de hierro
por donde pasan mis voces.

Y las clavijas, ¿qué son
sino las llaves que aprietan
la luz de mi corazón?

Ahora me pongo a cantar
coplas que llevan más sangre
que arenas lleva la mar.

¡SANGRE de los guerrilleros,
mineros y campesinos,
soldados y marineros!

¡Todo la España leal,
la España de los caminos
que van a la Libertad!

¡Guerrilleros de Galicia,
de Asturias y de Levante,
de Aragón y Andalucía!
¡Valiente de todas partes!

Canto ahora a los caídos,
a los que estando en la tierra
ya están naciendo en el trigo.

¿A qué llorar, si la pena
sólo al corazón le pone
más grillos y más cadenas?

Mi mejor luto será
echarme un fusil al hombro
y al monte irme a pelear.

Y allí por descanso, el suelo;
y allí por llanto, las balas,
y el corazón por pañuelo.

Que nada me desalienta,
que un guerrillero es un toro
en medio de una tormenta.

Y no me vengan a mí
diciendo que un guerrillero
no es un toro hasta el morir.

Mi hirieron, me golpearon
y hasta me dieron la muerte...
¡pero jamás me doblaron!

Que yo cien vidas daría
y otras tantas que tuviera
y el mismo morir tendría.

Ahora yo quiero nombrar,
no mi nombre, porque el mío
es como el de los demás.

¿A quién nombraré primero?
Nadie es segundo en mi lengua
cuando es de acero el acero.

Si uno es glorioso, en glorioso
al otro no hay quien le gane.
Si digo Gómez Gayoso,
ya estoy diciendo Seoane.

Canto fuerte, camaradas,
compañeros, canto fuerte,
aunque esta copla es de muerte,
sin la garganta apretada.

¡Sangre de Gómez Gayoso,
sangre pura, sangre brava,
sangre de Antonio Seoane,
de Diéguez, de Larrañaga,
de Roza, Cristino y Vía,
valles de sangre, montañas!

¡Sangre de Agustín Zoroa!
¡Mar de sangre derramada!
¡Sangre de Manuela Sánchez...!
¡Sangre preciosa de España!

No quiero seguir nombrando
más sangre, pues mi guitarra
también se está desangrando.

Mas aunque su voz se muera,
su voz seguirá cantando
a la España guerrillera.

Siempre seguirá cantando
y seguirá maldiciendo
hasta que el gallo del alba
grite que está amaneciendo.

Ya remontó la mañana.
¡Ya el aire se está poniendo
banderas republicanas!

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EL BOSCO

El diablo hocicudo,
ojipelambrudo,
cornicapricudo,
perniculimbrudo
y rabudo,
zorrea,
pajarea,
mosquicojonea,
humea,
ventea,
peditrompetea
por un embudo.

Amar y danzar,
beber y saltar,
cantar y reír,
oler y tocar,
comer, fornicar,
dormir y dormir,
llorar y llorar.

Mandroque, mandroque,
diablo palitroque.

¡Pío, pío, pío!
Cabalgo y me río,
me monto en un gallo
y en un puercoespín,
un burro, en caballo,
en camello, en oso,
en rana, en raposo
y en un cornetín.

Verijo, verijo,
diablo garavijo.

¡Amor hortelano,
desnudo, oh verano!
Jardín del Amor.
En un pie del manzano
y en cuatro la flor.
(Y sus amadores,
céfiros y flores
y aves por el ano.)

Virojo, pirojo,
diablo trampantojo.

El diablo liebre,
tiebre,
notiebre,
sepilitiebre,
y su comitiva
chiva,
estiva,
sipilipitriva,
cala,
empala,
desala,
traspala,
apuñala
con su lavativa.

Barrigas, narices,
lagartos, lombrices,
delfines volantes,
orejas rodantes,
ojos boquiabiertos,
escoba perdidas,
barcas aturdidas,
vómitos, heridas,
muertos.

Predica, predica,
diablo pilindrica.

Saltan escaleras,
corren tapaderas,
revientan calderas.
En los orinales
letales, mortales,
los más infernales
pingajos, zancajos,
tristes espantajos
finales.

Guadaña, guadaña,
diablo telaraña.

El beleño,
el sueño,
el impuro,
oscuro,
seguro,
botín,
el llanto,
el espanto
y el diente
crujiente
sin
fin.

Pintor en desvelo:
tu paleta vuela al cielo,
y en un cuerno,
tu pincel baja al infierno.

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