Gustavo's Poetry

© 1998 gfbatory@amauta.rcp.net.pe

UN CUENTO DE HADAS

Desde el principio de los tiempos
Daphne la emula, estoica y pervertida
hija de Sequiento, el liberal rey de Avila
amaba sobre todo desborde de pasión a Crion,
el patético guardián del cáliz pardo,
en la más delirante de las noches
sus cuerpos se intercambiaban en el más
irrefrenable y asqueroso de los comercios
en las Pascuas con las más finas jaleas
se untaban, en la cuaresma
con los más aberrantes mostos
árabes; sobre una sucia lona se
amaban, sin pensar en lo bueno,
lo malo, sólo en el goce
hedonista del placer, no había
placer sublime que no intercambiaran,
no había nada improbable
ni nada lejano, las mas
complejas artes del Kama Sutra
o las mas bellas figuras del Ananga Ranga
eran comunes en su pasatiempo
estos amores son los verdaderos
estos amores son eternos.

AVATARES

Su lengua se resbala
en mi cuerpo, poco a poco
como un castigo a mi autosuficiencia
como una señal de vida
Su forma de ir a mi, tan suya
sus manos tomándome, dándome
los más variados placeres
su boca siempre húmeda y caliente
fiel refugio de mis protuberancias
pienso que no hay nada espiritual;
que el amor, si no es esto, ¿qué es?
más allá de las palabras
se ama a los hechos
Ella es para mi, mas de lo que pienso
mas que sus gustos o ideas
Ella es lo que me hace sentir
el placer que siempre me proporciona
y esto, si hay algo que en ella amo,
es lo que siempre amaré.

SANGRE EN LA PUERTA

En las más cruenta de las noches,
en las más larga de las batallas
donde la penumbra reina, allí,
allí yo te conocí.

Largas e interminables horas viví,
innumerables momentos de plenitud
elocuentes charlas de amor
clásicas en ti, novedosas en mi.

La luz de tu incólume mirada
la vellosidad acogedora en la pared
las leves tonalidades de mi ser
tan normales a ti, como misteriosas a mi.

La inconclusa luz de tu ventana
recortada por el reflejo de sangre
tu meditabunda cama de burdel
allí donde te conocí.

IFGENIA

En un templo de la Tauride
Ifgenia a su amor pide,
a Artemisa ha rogado
cualquier otro bien le será dado
mas no al ser amado
pues su destino esta predestinado.
No obstante, recuerda al apuesto Pelida
y con tal de verle daría su vida
aún recuerda sus años de niña,
cuando con Climenestra iba a la viña
recuerda el fastuoso palacio de los aquivos
donde su padre gobernaba a los vivos
aún recuerda el día del sacrificio
donde su padre era el verdugo de oficio
¿Por qué Agamenón me entregaste a la muerte?
¿Por qué no lo puedo sacar de la mente?
La lánguida llama del altar se apaga
Ifgenia de su pecho extrae una daga.
Cuando a dos extranjeros le han traído
y a uno de ellos, lo ha reconocido
es Orestes, el hermano que daba por perdido
pero a que has venido.
No ha sido por mi, ni por él
me traerá noticias, al fin sabré de él
como, que Paris con una flecha le mató
no es un error, un falso dato
él es el más fuerte, el más rápido
y que por otra mujer se perdido
ya mi vida no tiene sentido
pues mi sol se ha ido
Al amanecer un barco partía
en su superficie la llama sagrada ardía
la estatua de Artemisa se llevaban
conforme a los oráculos que los guiaban
Ifgenia a su casa regresaría,
pero nunca mas viviría.

COLORS

Vaga mi alma en la inmensidad
en un paraje de gran dolor
la escasa luminosidad en el aire tupido
de las más sucias neblinas
que mi alma fabrica
catarsis bicerebral en mi dolido ser
 la llama breve de un corazón doliente
la breve llama de un dolor extinto
luchando por gritar al mundo su verdad
pidiendo a gritos un perdon
bancas amarillas en el parque
rodeadas de amapolas y azucenas
olor a guayaba podrida
olor a ti, y a tu repulsivo ser
el color melon sobre la pared
de la lugubre fabrica por donde fuimos
el azul acerado del viejo auto
donde con dolor gritaste tu virginidad
el verde ocre de la vieja reja de la tienda
donde amarrados gozamos de ti
tantos colores
que cuando abro los ojos te veo a ti,
te veo desnuda, te veo riendo
te  veo en la fiesta donde te vi
este dolor insulso, no acaba
por mas que me arranque ayer los ojos
mi alma ve tus colores dentro de mi.