29 de junio de 1997 Holy Family y Kent

Este domingo celebramos los sagrados misterios con tristeza en el corazón. Todos saben que el día jueves a las 8:30 de la mañano el Sr. obispo, Monseñor Tomás Murphy, se nos falleció en Providence Hospital. Después de siete meses de luchar contra el cancer, la leucemia, su muerte llegó con una rapidez que es chocante. Creo que todos andamos un poco desorientados a causa de estos eventos.

Pues la leucemia es así. Mi papá murió de la misma enfermedad. Estaba alerta y consciente, hablando con todos, hasta el día antes de morir. Fue igual con el arzobispo, incluso el día antes de morir, nos escribió una carta que quisiera leer en este momento:

Queridos amigos:

Durante los últimos siete meses, he aprendido a apreciar la invitación que Dios nos ofrece a todos nosotros a participar en el Misterio Pascual, la muerte y resurrección de su Hijo Jesucristo. Como padre y como obispo empecé a entender bienn los que significa ser "Mayordomo de los Misterios de Dios." Estos misterios me han llamado a una lucha entre la vida y la muerte, la salud y la enfermedad, miedo y esperanza. Sin embargo, como les he dicho muchas veces, estas semanas han sido y son una bendición para mí.

La semana pasada, otra vez, esta lucha comenzó con más fuerza. Entré en el hospital de Providencia para una nueva serie de quimoterapia y otros tratamientos médicos para combatir la leucemia. No obstante, entro el hospital en este momento con la experiencia llena de gracia divina de haber sido con los sacerdotes en Ocean Shores. Rezar con ellos, celebrar la Eucaristía con ellos, la unción de los enfermos fueron momentos de gracia que me han sostenido y alimentado hasta el momento. A todos los sacerdotes presentes en Ocean Shores, les agradezco por sus oraciones, apoyo y palabras de aliento.

Pido que Uds. sigan rezando por mí para que tenga la valentía y la fe para aceptar lo que Dios me pida. En cambio les aseguro de mis oraciones por Uds. y por el pueblo que Uds. sirven en una forma tan generosa.

Sinceramente en Cristo,

Thomas J Murphy

Arzobispo de Seattle

El arzobispo realmente nos ha dado un ejemplo de valentia y fe. Muchos ya han comentado sobre su espiritu de entrega total al pueblo. Incluso en los últimos meses de enfermedad ha sido presente en una forma increible al servicio de todas las parroquia de la arquidiocesis. Ha visitado las parroquias de Vancouver, Washington, hasta Belllingham. Es muy apropriado que antes de su funeral el día jueves su cuerpo estará en vigilias en Vancouver, Olimpia, Tacoma y Everett.

El arzobispo, a pesar de su enfermedad, nos visitó aquí en Holy Family, celebrando el sacramento de confirmación el 8 de mayo. El día anterior había estado en Chicago para la instalación de nuevo obispo y el mismo día celebró una misma memorial para el obispo Walsh. Pero todos saben que celebró la confirmación aquí con energía y entusiasmo y después, se quedó un buen rato conversando con nuestros jóvenes.

Tenía un cariño especial por los imigrantes. Pues sus mismos papás eran imigrantes de Irlanda. Su mamá trabajó en la limpieza de un hotel. El arzobispo nos contó si un huesped le dejó una propina, que ella les compró un caramelo para sus hijos. Por eso, cuando el se quedaba en un hotel, siempre dejaba algo para señora de limpieza.

El arzobispo reconocía un gran tesoro en el imigrante. Siempre promovía su participación en la iglesia local. Uds. saben que ha sido presente en nuestros eventos y celebraciones--y se preocupaba siempre de nuestros hijos que a veces encuentren dificultades aquí. El sabía que la iglesia, su parroquia es su mayor esperanza para lograr una vida buena, conforme a la voluntad de Dios.

Es muy apropiado que estamos recordando al arzobispo hoy en la fiesta de San Pedro y San Pablo. San Pablo nos dice "se acerca el momento de mi partida." El Arzobispo puede decir igual que él, "He luchado bien el combate." Y en el evangelio vemos lo que es la clave de su vida: un amor total por la iglesia. Una vez vi sus ojos llenarse de lagrimas cuando el nos dijo, "I love the church. Yo amo la iglesia." El sabía bien que la Iglesia de Jesús fue fundada sobra la roca, San Pedro. Tu eres Pedro, o sea piedra, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia."

Jesús le hizo a Pedro, un hombre vacilante, la piedra, la roca de su Iglesia. Y le dio las llaves al Reino de los cielos. Algunos preguntan ¿Qué pasó con las llaves? Hay que saber que Pedro fue de Jerusalén a Antioquia y finalmente a Roma. Murió en la persecución de Neron, en el año 67. Pero las llaves no fueron enterados con el. Antes de morir, nombró a un hombre que se llamaba Lino como su sucesor, y se le entregó las llaves. Pues, Lino las dio a Cleto, Cleto a San Clemente y así sucesivamente hasta el presente sucesor de San Pedro, el papa Juan Pablo II.

El Santo Padre es sucesor de Pedro. Los otros obispos, unidos con el Santo Padre, son sucesores de los Apostoles. Esta semana vamos a observar y participar en el entierro de uno de los sucessores apostolicos, nuestro mismo obispo, el Monseñor Thomas Murphy.

Muchos me han preguntado ¿Qué pasará después? En primer lugar hay que saber que los sacerdotes consultores de la arquidiocesis ya han eligido un admistrador transicional: El Padre George Thomas. El un sacerdote muy capaz y será el administrador hasta que el Santo Padre envíe un nuevo obispo. Tenemos que rezar a Dios para mande el obispo que más necesitamos en este momento.

Por ahora lo importante es guardar bien en el corazón la memoria de un hombre que sido un don de Dios para nosotros. Al final de la misa les voy a invitar a participar en una liturgias y servicios especiales en la arquidiocesis y nuestra parroquia. Y todos nostros pidemos a Dios que nos de la misma valentia y fe para aceptar las pruebas de esta vida y responder,como el arzobispo, con generosidad y cariño.